No se como lo logro, pero la muy testaruda logro convencer a mis padres de que me dejen ir con ellos, a pesar de que mamá no suele cocinar, supongo que ese juego de sartenes de inmediato fue regalado a mi abuela Elena, de papá no me espero nada que no tenga que ver con alcohol, solo veo a mi papá y a mi tío Berto hablando del fútbol sin parar, si acaso Abel se les une en el debate de si los rojos o los verdes ganan el partido, gritándole a la pobre televisión como si ella fuese la culpable de que el numero diecisiete no se la paso al numero cinco para anotar un gol.
En menos de lo que me esperaba el día paso en lo que yo pude contar en mi mente hasta 99 minutos con 59 segundos exactos, vaya que rápido paso.
Creo que puedo dormir tranquilo hoy ¿o eso debo creer?, Dicen que si piensas en soñar bonito, dormiras bonito, o eso me decía mi tía Carmen y mi mama cuando era mas pequeño y le temía al Coco y a la llorona.
Apague la lampara de mi habitación y a dormir se ha dicho, -piensa bonito, piensa bonito...- susurraba mientras trataba de dormir, en mi mente la voz que decidía que soñar simplemente puso cara de confusión y decidió quitar el rollo de película en la que venia el sueño de los cempasuchiles y puso cualquier otra cosa, menos mal...
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La noche paso de lo mas normal, lo cual fue un punto a mi contra, ¿por que no simplemente hubo un temblor o se esparció una pandemia para que la gente esté en cuarentena y así hubiese un pretexto de no ir?, supongo que mi saldo de buena suerte se agoto hace tiempo
Llegó la hora, todos fuimos directo a la vieja camioneta del tío Berto, yo claramente caminando un tanto mas lento, no se por que pensaba que eso ayudaría, Abel estaba parado aun lado de la puerta en la que entraríamos los tres, primero entro Rosa, quien simplemente decidió entrar de la manera mas calmada posible, no sin antes cuchichearse algo con su hermano, luego seguí yo, -Dejame adivinar, uso la visión láser ¿verdad?- pregunto Abel cuando pase -Si, y casi usa la lluvia- le conteste, a lo que el simplemente hizo una expresión de dolor, y finalmente entro el, cerrando la puerta, tío Berto ya estaba listo para encender la vieja camioneta cuando llegaron corriendo mis padres -Mi pollito coloradito, te portas bien- dijo mama, haciendo que mi cara estuviese mas roja que una fresa, Abel simplemente desvío la mirada burlona que tenia, Rosa no tuvo pena en dejar escapar su risilla burlona -Si mama- dije tapandome la cara de la vergüenza -Obedeces a todo lo que tu tío Abel diga- dijo papa, asentí con la cabeza para que después para después el tío Berto arrancar la carcacha vieja que el llamaba orgullosamente "Ferrari", a lo lejos mamá y papá se despedían de mi extendiendo sus brazos y gritando "Adiós mi niño" o eso escuchaba, yo desde la parte trasera del auto también hacia lo mismo pero sin gritar.
Habían pasado unos trece minutos desde que comenzamos el recorrido, Abel y tío Berto discutían para donde debía dar vuelta hace mas de cinco minutos, Rosa en lugar de prestarles su teléfono para utilizar un GPS, mejor decidió hablar con una de las chicas con las que se verían ahí, yo solo veía como los postes de luz y los arboles pasaban rápidamente a un lado mio, colocaba mis manos en el vidrio para después empañarlo y poder dibujar algo ahí, el problema era decidir que poder retratar, Abel lo noto -Te reto a que dibujes lo mas cercano que este a tu vista- dijo el, era un reto bastante confuso, pero lo pude descifrar después de unos segundos pensando, al final el dibujo que hice quedo algo como un rectángulo un tanto chueco con una palabra en el centro, "Vidrio" -Que original e inteligente- contestó Abel.
Pasaron cuarenta y siete minutos después de que partimos el recorrido para que por fin llegáramos a la ciudad donde sería la función de cine, era algo asombroso de verdad, las calles estaban un tanto mas pobladas, los edificios se hacían lucir sus mejores atuendos de luces para la ocasión, los autos parecían hormigas que seguían un mismo camino a un destino, o varios, dependía de a donde iban cada uno. Después de un par de minutos llegamos a el lugar, un cine bastante grande donde colgaban varios carteles de próximas funciones, donde varias personas entraban felizmente, el aroma a palomitas se penetraba al olfato incluso desde afuera del lugar -Megan, ya estamos afuera, ¿donde te vemos?- dijo Rosa al teléfono con su amiga, yo impacientemente entre, Abel seguido de mi -Los recojo dentro de cinco horas- dijo mi tío Berto, para después arrancar la camioneta y marcharse. Miraba a mi alrededor, había muchísima gente en el lugar, aunque yo ni sabía quienes eran los chicos con quienes se verían Abel y Rosa podía presentir que todo el mundo eran esos chicos, veía los carteles que colgaban del techo, cada uno era un estreno bastante interesante, aunque la única manera que yo podría verlos era dentro de dos meses después de su estreno en forma pirateada, y hasta eso no era solo yo, toda la familia la vería juntos, aunque mi abuela Elena y el abuelo Franco se quedan dormidos a mitad de la película y no nos dejan oír bien. Después de un rato de andar buscando a los chicos, Rosa grito entusiasmada -ahí están- para después señalar a un grupo de chicos que los saludaban desde lejos, nosotros caminamos a ellos -Hola chicos- dijeron Rosa y Abel al unisono, los otros chicos respondieron igual, para después comenzarse a saludar uno a uno entre ellos, Abel con una palmada en a espalda a sus amigos y un beso en la mejilla a las chicas, Rosa besaba a todos en las mejillas, solo a Gaspar le quito la gorra que tenía para después ponérsela y saludarlo de buena manera, -¿Entonces si era cierto que Juana cancelo a ultima hora?- Pregunto Marcos, otro de los amigos de Abel -Lamentablemente si- contesto Rosa -Y trajeron a este pequeñin a su remplazo- Dijo Marcela dirigiéndose a mi, yo no sabia ni que contestar -Si, el es Miguel- contestó Rosa -Hola- salude nerviosamente, los chicos me saludaron de buena manera -¿Estas lo suficientemente listo para tratar de no mojar tus pantalones del terror de la película?- me preguntó Pedro, realmente a mi no me asustaban tanto esas películas, el verdadero terror viene cuando ves a tu abuela o a tu mama con una chancla o con el palo de la escoba, -Ah si- interrumpió Megan, otra de las mejores amigas de Rosa -¿Recuerdas al hermanito de Tadashi?- pregunto Megan -¿Tadashi? ¿El de San FranSokyio?- Pregunto Rosa -Si, el sobrino de la compañera de trabajo de mi madre- Aclaró Megan -Si si ¿el que?- pregunto de nuevo Rosa -¿Te acuerdas lo que nos dijo que les paso a sus padres?- -Si- -Pues Tadashi últimamente a estado ocupado en lo de un proyecto de robótica o algo así, y como su tía se fue a Estados Unidos para ver algo respecto a lo de su trabajo, me pidió que cuidara a su hermanito pequeño Hiro- seguido de eso señalo a un chico que jugaba felizmente a un videojuego de arcade, a decir verdad se veía bastante entretenido y divertido jugar ahí -A bueno, no veo inconvenientes- dijo Rosa, después de charlar un rato de cosas que yo no entendía llego la hora de que compraran las cosas para comer durante la función
-Miguel, tu ve a jugar a las escondidas o a algo así- hablo Gaspar -¿Que edad crees que tengo?- le cuestione de inmediato, el solo hizo un gesto de incomodidad -¿diez?...¿ocho?- cuestiono en forma de respuesta -tengo doce, casi llego a los trece- sacando sus dudas y su prejuicio respecto a mi edad, noté como abrió los ojos como un par de platos de porcelana y rápidamente desvío la mirada para dar fin a la mini conversación que trato de darme, -Miguel, vamos a tardarnos un rato- dijo Abel -Y como no quiero que te la pases todo el rato con esa carota, pues te doy estas monedas y ponte a jugar en el arcade donde esta el chino ese- dijo señalando a donde estaba el chico asiático -¿Cual es el precio de este acto?- dije sin rodeos -Que tu jeta de aburrimiento deje de estar presente- dijo para después dirigirse de nuevo a su grupo, mientras a lo lejos me hacia un gesto de que sonriera, miraba las monedas que me acaban de dar, no sabia que hacer, si hacerle caso y ponerme a jugar maquinitas, o utilizarla en otra cosa, tal vez un helado o unos dulces, pero realmente como que no soy de dulces como malvaviscos o caramelos, le tengo mas cariño a dulces como las cocadas o las alegrías que suelo comprar en la plaza prohibida para mi, los helados como que tampoco son cosas que no suelo ver a menudo, Don Artemio los suele vender a menudo en su carrillo el cual siempre anuncia su llegada gritando "Pim Pim Pim Pim Pim" al quinto "Pim" el hombre grita "!La nieve!" para posterioremente volver a repetir el mismo ciclo de los cinco pim y el grito, tal vez el y yo somos mas similares de lo que cada uno cree. Decidí utilizar las monedas en el arcade, tal vez jugar un poco no me haga daño, el chico de mi lado noto mi presencia, pero pareció que le vino importando tan poco que solo duro mirándome dos segundos para después seguir en lo suyo.
No diré lo que paso en cuatro minutos continuos, el eliminar unas naves espaciales con una pistola de plástico que lanza luces verdes no es la gran cosa; Rondando el minuto cinco de que comencé a jugar escuche un sonido de ligera explosión a un lado mio, dirigí la mirada a la otra pantalla y note lo que sucedió, la nave que controlaba en chico a mi lado fue destruida, note la frustración de el chico, esculcó en sus bolsillos en la búsqueda de una moneda para activar el juego pero parecía que ya no tenia -Genial...- Dijo frustrado por la falta de monedas, noté como su expresion de alegria se esfumo como lo que la marea arrastra a sus entrañas, a mi me sobraba una moneda extra, por lo que debatia en si darsela o ignorarlo y seguir en lo mio, -¿Te hacen falta monedas?- le pregunte, el me miro un tanto confundido -Si...- -Me sobran unas cuantas- menti para que aceptara mi oferta -¿Las quieres?- le pregunte, se quedo un tanto pensativo mirando las monedas, suponia que tambien debatia si tomarlas o no -si porfavor- respondio porfin, yo se las ofreci de buena manera -Gracias chico, eres genial- dijo, le agradeci el cumplido -Soy Miguel- le dije extendiendo mi brazo para saludarlo -Soy Hiro- contesto respondiendo al gesto...
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...SIN RENCORES... [HIGUEL]
Fanfiction~...Ni con todas mis caricias pude mantenerme en tu corazón...~ ~...Ni con todos mis gestos logre entrar hasta el fondo de tu alma...~ ~...Ni con todos mis anhelos logre hacer que tuvieras algo de piedad en mi... ~...Las personas dicen que en la vid...