Cásate conmigo, Granger. (EN EDICIÓN)

Capitulo 10

3ºPersona P.o.V

Habían pasado ya tres meses desde la boda de Draco y Hermione. Como el slytherin había dicho, estaba dispuesta a enamorar a la leona, la cual sacaba las garras cada vez que Draco intentaba robarle algún beso, claro que ella se dejaba besar por aquel guapo rubio, pero después le soltaba una bofetada, cosa que hacía gracia a Draco, ya que le encantaba hacer enojar a la castaña.

-Draco Lucius Malfoy, no vuelvas a besarme sin mi consentimiento, o te dejaré sin descendencia-gritaba Hermione Malfoy.

-No sabía que estábamos planeando tener hijos, bueno aunque eso podemos arreglarlo ahora-decía acercándose a la castaña y agarrándola de la cintura mientras repartía pequeños besos por su cuello- Además…no creas que vayas a dejarme sin descendencia Granger, se te ve muy maternal como para no querer tener hijos.-decía el rubio mientras sonreía arrogante.

-Idiota-decía la castaña alejándolo. -Nunca dije que quisiese tener hijos contigo. Saldrían muy feos.

-Bueno, pero…si salen feos no será culpa mía Granger, solo hay que verme, además da igual que sean feos, serán hijos tuyos…se les dará cariño-decía triunfante.

-Maldito arrogante-dijo la castaña saliendo del salón de la mansión Malfoy y dirigiéndose a la gran biblioteca de la mansión.

 Cuando ya estuvo sola rio por lo que le había dicho Draco, sus hijos no saldrían feos teniendo como padre a Draco Malfoy; aunque claro nunca se lo haría saber porque le subiría demasiado el ego a aquel hurón.

-¿Se puede saber cuál es el motivo de la sonrisa de mi nuera?-preguntaba Lucius asustando a la castaña-Oh perdón no quería asustarte.

-Tranquilo señor Malfoy. Bueno me reía de…un chiste que me contó Harry ayer, cuando lo fui a visitar-mintió.

-Cuéntamelo, por favor querida- le pedía Lucius sabiendo que le había mentido.

-Bueno…pues…em… es un chiste muggle…-decía Hermione.-Vaya, ya casi es la hora de comer, iré a ver si puedo ayudar. Nos vemos luego señor Malfoy.

-Está bien querida y…no eres buena mintiendo. Ah y quiero decirte que no seas tan dura con Draco…él te quiere-decía el patriarca de la familia mientras la gryffindor se sonrojaba.

                                                                           ***

Un joven de pelo negro caminaba rumbo a las tres escobas. Había quedado allí con una serpiente poco venenosa. Cuando por fin llegó, miró a su alrededor y divisó una cabellera rubia, se acercó a la mesa y se sentó.

-San Potter llegando tarde, algo digno de ver-se burlaba el rubio.

-Ahórrate tus comentarios Malfoy-decía el ojiverde-  Bien, ¿para qué me has citado aquí?

-No es una cita Potter, no me interesan los hombres. Aunque admito que la cicatriz te hace ser un chico malo y eso me gusta Harry-decía poniendo voz de chica, haciendo que Harry rodase los ojos.- Bueno, haber necesito tu ayuda-dijo poniéndose serio-Granger necesita tu ayuda.

-¿Le ha pasado algo a Hermione?-decía frunciendo el ceño.

-No…nada grave, a ver…ayúdame a conquistarla Potter, tu eres su amigo/hermano y sabrás sus gustos…

Harry Potter no dejó terminar al rubio ya que su carcajada inundó el local.

-Draco Malfoy, el sex simbol de Hogwarts no puede conquistar a Hermione y me pide ayuda a mí. Esto debería salir en "Corazón de bruja"-decía riéndose el niño que vivió.

-Creo que estar con la mini Weasly te ha frito las neuronas Potter, si quieres no me ayudes, allá tú. Ya me buscaré la vida.-decía levantándose enojado.

-No, Malfoy, está bien te ayudaré-dijo Harry aguantándose la risa.

Mientras el azabache y el rubio pensaban en qué hacer para que Hermione caiga en el nido de la serpiente un pelirrojo entró a aquel sitio y los vio hablando animadamente y decidió acercarse.

-Harry, Malfoy-saludó.

-Ron-dijo Harry saludando a su cuñado.

-Weasly-asintió Draco.

-Malfoy…em…quería pedirte perdón por haber hecho aquel numerito en tu boda. Hermione es feliz contigo y no puedo hacer nada para cambiarlo, además es mi amiga y su felicidad es mi felicidad…¿volvemos a empezar desde cero?-dijo alargando la mano.

-Deberías pedirle perdón a ella y no a mí, pero está bien Weasly, Hola me llamo Draco Malfoy-dijo dándole la mano la cual aceptó el pelirrojo.

-Y yo soy Ronald Weasly, pero me llaman Ron…bueno ¿Qué hacéis aquí?-preguntó.

Harry empezó a reírse por la causa la cual estaban allí, mientras el rubio lo miraba con cara de pocos amigos, y el pelirrojo no sabía en qué se había metido.

-Siéntate Ron, tu puedes ayudar también-decía Harry aguantando la risa.

El pelirrojo se sentó, mientras Harry y Draco le contaban la razón de su reunión. Al principio quiso reírse, pero Draco le lanzó una mirada asesina que hizo que se callara.

-Bueno Harry, lo que pide Malfoy no es nada del otro mundo-decía Weasly- Hermione es un chica poco común y muy difícil, te entiendo-decía dándole apoyo al rubio.

Entre los tres estuvieron pensando algo para que Draco conquistase a Hermione hasta que a Ron se le encendió la bombilla.

-Tengo una idea-decía sonriendo. El pelirrojo empezó a explicar el plan que tenía en mente, mientras los otros dos magos lo escuchaban atentos y pensaban que era un buen plan,  un gran plan-Pero necesitamos la ayuda de alguien muy inteligente, tanto o más que Hermione-decía Ronald.

-Es hora de que pida ayuda a papi-dijo Draco Malfoy, mientras los otros dos lo miraban mal, aunque Lucius decía haber cambiado, no sabrían si era verdad o no.-Es la única persona que conozco que haya leído tantos libros como Hermione y además sabéis que estaba entre las filas de Voldemort y eso es porque es poderoso. No confieís en el si no queréis, confiad en mí.

Ambos se miraron y asintieron.

-Bien pues la misión Granger se pone en marcha, ahora brindemos con unas cervezas de mantequilla-dijo el rubio dando el tema por zanjado.

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 ¿Qué os parece?¿Qué tramaran estos tres? Espero que os haya gustado.

Saludos y besos.