ᴛᴇʀᴄᴇʀᴀ ꜱᴇꜱɪᴏɴ

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SeokJin

*toc toc toc*

Escucho la puerta de mi consultorio ser golpeada suavemente, no sabía que hora era, ni cuánto tiempo estuve hurgando entre los papeles de mi escritorio tratando de encontrar la ficha médica de mi siguiente paciente.

-Adelante.- susurro con suavidad ya característica de mi voz y escucho la puerta ser abierta, pero aún así sigo con la vista en mis cosas.

-Buenas tardes Dr. Kim.- me saluda el recién llegado con esa voz pícara y gruesa que le era tan propia.

-¿Estamos en modo sofisticado joven Kim? .-pregunto levantando la vista y quitándome los anteojos que traía puestos.

-Sólo una tarde en la que quiero ser cortés contigo y no me lo permites.- se hace la victima con un puchero asomado en sus labios.

-Te conozco Kim, no hace falta que lo hagas.- por fin encuentro los malditos papeles y entonces centro toda mi atención en el hombre de tez morena que me iba a hacer perder mi título.- ¿Que tal la práctica de ayer?

-¿La mía con Hee-Young...- dice el nombre de su novia por primera vez y eso me hace sentir un poco menos culpable.- o la nuestra doctor?

-Debes dejar de ser tan atrevido.- lo señaló con el bolígrafo que tenía en mi mano.- Hablo de ti y de tu novia.

-Aah, bueno.- se pasa la lengua por los labios como recordando y yo le di una mirada seria.- Digamos que ella no está muy feliz de que piense en mi doctor mientras tenemos relaciones, pero ¿como no voy a pensarlo si es quien me hace tener las erecciones más grandes? .-enseguida ante su descaro me sentí enrojecer.

-¿¡Le dijiste a tu novia eso!? .-le grito espantado y el muy maldito se echó a reír.

-Por supuesto que no.- me responde más tranquilo secándose las lagrimas de risa.- ¿Crees que estaría vivo si fuera así? Probablemente me impediría volver a venir.

-Bien.- dije con despecho.- Entonces ¿que fue lo que pasó?

-Oh, enserio me la folle muy rico.- mordiendo su labio inferior me mira.- Y pensando en usted Dr. Kim, eso es cierto, lo que no es, es que se lo dije.

-¿Te olvidas de que soy tu doctor cierto?

-No, lo tengo muy en claro.- suspira mirándome de arriba a abajo.- Y me está volviendo loco.

-Muy bien Kim.- decido por mi bien mental terminar con la conversación.- Hablando seriamente ¿puede tener una erección con su novia si o no?

-Sinceramente no, sólo pensando en usted logro tenerlas.- "Vaya sinceridad la que se trae".

-Bien, hoy vamos a probar algo diferente, espero y no se ofenda pero.- dejo que mi secretario entre al consultorio y entonces me mira ofendido.

-¿Crees que soy gay? .-dice con tono borde.

-No, creo que debo sacarme la duda.- le respondo obvio, si no tiene erecciones con su novia pero si conmigo debo saber si con otro hombre también y entonces esto llegará a su fin.

-No voy a hacerlo.- me dice decidido.

-Ah, tu vas a hacerlo, recuerda que yo soy tu doctor.- lo tomo del brazo y lo tiró en el sillón.- Y tu haces lo que yo digo en este consultorio. Jimin, ven por favor.- mi precioso secretario se acerca pacientemente y hace un breve saludo con la cabeza.- Tranquilo Nam, el tiene novio y lo ama, no va a morderte, pórtate bien y te daré un premio.

Estuve la mitad de hora viendo y analizando su comportamiento ante el menudo cuerpo de Jimin, pero más allá de la cara de pánico de NamJoon, cuando esté se acercaba de más, no pude notar otra cosa.

Les hice hacer varias posiciones, las cuales mi secretario sabía realizar a la perfección, pues yo le había enseñado tiempo atrás.
Pero en todas podía notar al joven Kim muy tenso, en parte daba risa porque conmigo se quería hacer todo el galán y con mi secretario esta por poco teniendo un ataque de pánico.

-Bien, eso es todo.- digo entre risas cuando Jimin hizo la broma de querer besarlo y NamJoon chilló como una niña, yo sabía que mi secretario no iba a hacerlo pues su novio es mi primo, por eso me causó tanta gracia. Jimin enseguida se retiró de encima suyo también riendo.

-Y pensar que cuando te vi con esa muñeca parecía tan dispuesto y experto.- sigue riéndose tras salir por la puerta.

Yo sigo y sigo riéndome hasta que noto que estoy recibiendo una mirada asesina desde el sillón.

-¿Te parece gracioso? .-me pregunta con voz plana y rostro serio, entonces me encamino a su lado.

-Oh vamos, fue gracioso.- toco su hombro y este se tensa debajo mio, lo que aumenta mi risa.- Pero.... hey, al menos sabemos que no eres gay.- sigo riendo hasta que siento una gran presión desde su lado y luego me encontré a mi mismo acostado en el sillón con un guapo rostro serio sobre el mío.

-¿Vas a seguir riéndote mucho más? .-prácticamente suelta sobre mi rostro y yo me callo enseguida.- ¿Ya no da gracia no? .-Yo niego y entonces nos miramos fijamente, la atmósfera se sentía tensa y cargada de deseo.- Tengo tantas ganas de besarte.- susurra cerca mío, puedo sentir como nuestras respiraciones se entremezclaron cuando mi boca se abrio delante de la suya.

-H-hazlo.- respondo con un susurro entrecortado y entonces, después de varias sesiones de espera y anhelo nuestros labios se unieron de manera casi bruta.

El comienzo del beso fue disparejo e irregular pero es que ya nos habían interrumpido tantas veces que sólo nos dejamos llevar por la urgencia de sentir los labios contrarios.

Luego de un minuto y como yo le había instruido las primeras veces, el se sentó en el sillón de manera que yo quedará acomodado en su regazo, sus manos subían por mis muslos hasta llegar a mis nalgas donde da un pequeño apretón.
Yo suelto un jadeo por la sensación y muerdo su labio inferior antes de sentir como su lengua pedía permiso para adentrarse en mi cavidad bucal.

No paso mucho tiempo antes de que ambos nos encontráramos jadeando en la boca contraria al  mismo instante en que ambas lenguas se adentraban en las mismas peleando por el dominio, succionando cada parte del alma ajena como si nos perteneciera.

-Hmmm... -me separo de su boca con un suave chasquido.- Ya es suficiente premio por hoy.- me levanto de su regazo viendo como una gran erección se asomaba entre sus piernas.

-¿Piensas dejarme así? .-pregunta con voz ronca y espesa señalando su parte baja.

-Si te portas bien la semana que viene puede que te ayude Kim.- le guiño el ojo acomodando mi ropa vuelvo al escritorio todavía sintiendo como me cosquilleaban los labios, con el deseo corría entre mis venas, pero no podía dárselo ahora, no porque el tenía novia.

"Ash. Su estúpida novia" pienso poco profesional, pero nadie me podía culpar por sentir lo que siento, este chico era un completo pecado.

-Nos vemos en la siguiente sesión Dr. Kim.- se despide después de calmarse, pero yo sabía que esa despedida prometía mucho más que sólo otra común sesión.

-Nos vemos..... Nam.- susurró anhelante mientras veo la puerta ser cerrada completamente.

Mɪ Sᴇxᴏʟᴏɢᴏ ❝𝙉𝙖𝙢𝙅𝙞𝙣❞  ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora