-Dentro de un centenar de hermosas criaturas mágicas, las flores volaban entre sí con sus figuras arcaicas, parecían ser libres pero por mas que intentaran no lo eran. Cada noche ellas bailaban "El vals de las flores" retomando las experiencias mas vívidas de una flor de campo. Sin embargo ¿qué puedo hacer yo? Una simple flor desterrada del maravilloso campo de la crueldad, se despliega por mi ser un ser malvado y no obtengo nada.
Lejos del campo de las flores se alzaba por la colina el castillo más grande de todo el reino de Agmenrón y en ella vivía la mujer más tierna y dulce que jamás se había conocido antes en el pueblo de Okrin. Su nombre era la princesa "Yiri D' Ahna" La princesa salía todas las tardes a pasear por ahí mirando el hermoso campo de flores, de repente un día siniestro e inesperado se encontro lejos del campo de flores un Tulipan tan hermoso de color carmín que estaba abandonado, la princesa lo tomó y lo llevo al castillo. Corrió de inmediato con su padre que aunque nunca le hacía caso debido a que atendía los negocios y administraba el reino, observó tal planta con detenimiento:
-¡Por los pelos de mi barba! Que interesante floresilla de carmín traes por alli.
-Ohh padre señor mío, observela por favor, la he encontrado triste y abandonada a las afueras del reino.
-¿Las afueras del reino? ¡Qué te he dicho sobre andar por ahi!
-Lo siento mi señor, es solo que pasé y la vi sola en el mundo...No pude ignorarla.
-Tírala de inmediato Ahna. No sabemos que maldición le traiga a nuestro reino esa planta. Retirate de inmediato.
La princesa Ahna triste por despedirse de la flor se dirigía a las afueras cuando de repente de unas cabalgatas se aproximaba un principe en su corsel.
-Mi Lady, déjeme llevarla. Es malo que ande una princesa tan hermosa por aquí sola y sin compañia.
La princesa embobada por el color del pelo del principe se negó y se fue. Ella aunque siempre trataba mal al principe lograba sentir algo especial por él. En eso notó que ya estaba anocheciendo y decidió regresar con la flor a su casa.
Esa noche, la flor la cual estaba puesta sobre un buró empezo a llenarse de un color negro obsidiana y comenzó a desprender un tintilar de soniditos ambiguos y mediocres. La princesa lo notó y se hizo lo más atrás que pudo de la flor, cuando de repente ésta simplemente sola se detuvo. La princesa se acercó muy lentamente y con tan solo dar el primer roze con uno de los pétalos, la princesa se tiró al suelo y empezó a figurar que combulsionana flotando por toda la habitacion hasta que cayó al piso y levantandose soltó en un enorme grito "¡Traknamarum!" El grito se extendió por el reino y destruyó una gran parte del castillo.Ella sentía un gran poder así que se elevó por los cielos y flotando desde un punto de vista en el que se observaba todo, movió su mano hacia la derecha y susurro unos hechizos tenues que hicieron que todo lo que se encontraba a su derecha se convirtiera en cenizas. El rey salió y vio que era su hija asi que no ordenó un ataque pero en eso llego el principe y aunque el principe la amaba, el debía detenerla. Ahna con uno de sus dedos lo lanzó lejos por el bosque y decidió seguir destruyendo el pueblo. Nadie la podía detener ni podía hacer nada, ella era inmensamente poderosa. De repente el principe la cual la había investigado habló con ella a gritos, Ahna extendió un gran tornado a su alrededor y aunque ignoraba al principe lo llegaba a escuchar un poco.
-Por favor mi Lady, ¿qué no ve todo el mal que le esta provocando a personas inocentes?
-¿Tú que sabes de hacer mal? ¡Ni siquiera puedes detenerme!
-Se lo suplico mi Lady, alomejor no podemos llevarnos bien pero si podemos llegar a un acuerdo justo.
-¿Y qué ofreces?
-Le ofresco su libertad del alma, ¿acaso no ve todas las personas inocentes que mato? Vea sus caras, están aterradas, vea a su padre que llora de tristeza y vea su campo de flores, ¿en verdad va a matar a sus flores?
Ahna lo penso y reflexiono por ese minuto de platica y dijo:
-Tienes razón, el problema es que no puedo detenerme, no se como quitarme esto.
El principe observó que estaba la flor a lo lejos y corriendo a por ella la cortó a la mitad venciendo la maldad de tal flor.
-La flor ha muerto mi Lady, ahora es usted libre.
Sin embargo esto no hizo a Ahna libre.
-No se irá, asi que no se esfuerze principe. Ahora es parte de mi y debo hacerme responsable de mi daño.
La princesa Ahna se dirigió volando al campo de flores y apuntandose a ella misma, se quitó la vida. Todo el pueblo volvió a ser tranquilo, salió el sol y el rey no dejaba de llorar por su hija. El pueblo sabía que podrían reconstruir todo el daño. Sin embargo las flores ya nadie las valoraba y en su perpetua agonía el pueblo cerró el paso antes de llegar al campo de flores, las cuales tristes empezaron a llorar con sus primeras lágrimas de vida que se revolvía entre tanto tulipan de color. No solo lloraban por su destierro sino también por su dueña favorita la cual aunque parecía que había muerto, esta se había convertido en una flor amarilla, un tulipan. Nadie nunca las notó, pero ese fue su sueño mas anhelado de Ahna, y aunque todas estaban tristes, a veces solo hay que recordar que las flores no lloran mas de cien colores.
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Por qué las flores no lloran mas de cien colores.
FantasyUn cuento de hadas debería alguna vez ser tan raro, ambiguo y preciso que cuando lo leas te de la sensación de que aun eres niño.