《DR. STONE》 ESCENARIOS • ONE SHOTS • HEADCANONS

▪ Gen Asagiri

Clasificación: One-shot
PEDIDO PARA: Rinka_Utaite

▪IKIGAI▪

"Tu razón de ser. Lo que le da significado y alegría a tu vida".

Miraba sus brillantes orbes frente a él, tan solo una de las millones de razones para enamorarse de ella. Sus delgados dedos tomaron con delicadeza sus manos para enredarse con los de ella y después de esperar tanto pudo sentir los metales de ambos chocando entre si cuando de los anulares izquierdos se trataba; algo sencillo pero que a pesar de las circunstancias lograron obtener dandole un significado más profundo a su unión como fue de costumbre alguna vez.

La alegría que ambos sentían en este momento era indescriptible, un amor único de recién casados y si bien no tenían a sus familiares a su al rededor las personas que llegaron a sus vidas con el paso del tiempo se volvieron su familia.

Cada hebra de su cabello se hallaba recogida entre flores, tan delicadas y frágiles al tacto del varón como ella.

Era su lienzo y no por estar vestida de blanco si no por ahora encontrarse en sus manos pensando hacerla toda una obra de arte difuminando tonos magenta y en la misma gama de color en donde fuese posible. Su pincel que ahora eran sus labios no dejarían espacio en blanco sin pintar llevándolos a tener una y mil sensaciones tan deseadas.

Estaban juntos y asi lo demás ¿qué mas da? Si tienen el amor que comparten mutuamente.

Sus párpados comenzaron a pesar no sin antes darse la vuelta para observar la fina espalda de la fémina a su par subiendo y bajando entre las sábanas lista para conciliar el sueño pero sin que los labios del oji gris se estamparan en su mejilla.

Había sido por mucho el mejor día de toda su vida, algo bueno y que en verdad valió la pena luego de un cambio de 180 grados que vivió en su adolescencia, era como un sueño por el que siempre esperó pero ahora que lo tenía lo invadía una sensación de inseguridad al pensar en que podría despertar; tuvieron que pasar un par de meses para que al fin confiara un poco en la vida y se dejara llevar por esta disfrutando del tiempo que se dignó a sonreirle aunque este llegara a ser escaso.

El característico sonido de un plato haciéndose mil fragmentos en el suelo llamó la atención de quien más cerca se encontrara haciendo que llegaran a su ayuda las dos con quienes mejor congeniaba, mientras la rubia quien poseía más fuerza trataba de ponerla en pie la castaña pensaba en como ayudarla.

No podían seguir esperando a que algo mucho peor pudiera llegar a pasar porque aunque lo ignoraba, su enfermedad avanzaba gradualmente cada día que pasaba, de la cual las dos mujeres eran las únicas de todo el lugar que sabían sobre su condición; una enterada por confianza y otra por casualidad de estar escuchando donde no debía. Lo que al inicio fueron leves síntomas como migrañas o falta de hambre se habían convertido en fatigas y dolores insoportables recorriendo su cuerpo hasta dejarla tirada en el suelo sin siquiera poder hablar; recargada en sus brazos lo único que podía era decirle que todo estaría bien y que hallarían una forma de ayudarla. Odiaba comprometerse sin tener algo que se lo confirmara, llena de angustia buscando una solución como años atrás con su hermana al verla perder vida cada día sin saber si lo que le prometía sería en vano o no.

Sin embargo se logró hacer algo a tiempo al estar todos enterados de la situación pero en su caso ni siquiera su esposo sabía lo que le pasaba, simplemente les rogó a ambas no decir nada al respecto para no angustiar a nadie en medio de ya tantos problemas y prioridades aun si estas no estaban de acuerdo, pero no más.

--Me lo agradecerás más tarde-- dijo levantando sus orbes azules a la castaña a su lado. --Será mejor que vayas por algo de ayuda.

Sin pensarlo la joven salió del lugar, las cosas de mujeres la mayoría de veces es mejor consultarlas entre ellas y sabía justo hacia donde ir.

--¡Qué sucede mi niña! Estás muy pálida-- la joven estaba asustada, temía que ya fuese demasiado tarde para su amiga.

Tratando de calmar su respiración fue llevada a tomar asiento para hablar con una de las ancianas de la aldea en quien confiaban bastante a juzgar por su experiencia.

--Ya veo. Por favor llévame con ella.

Ambas trataron de llegar lo antes posible al lugar siendo Yuzuriha quien caminaba al frente guiando el camino donde dentro de la casa todo seguía igual.

Llevaron a la muchacha a recostarse en un improvisado futón donde con cuidado la mujer de edad avanzada la examinó para obtener un diagnóstico.

--¿Gen se encuentra cerca?-- preguntó a las chicas al lado.

--¡Iré por él!-- a lo cual Kohaku corrió fuera del lugar.

La expresión del chico cambió por completo al oir lo que salía de la boca de la rubia para dejar todo lo que hacía y dirigirse directo a su casa donde al ver el estado en el que se hallaba su esposa lo alteró mucho más; temía que aquella idea de despertar de su sueño se hiciera realidad. Ambas jóvenes salieron para dar algo de privacidad.

--Tranquilo, no tienen nada de que preocuparse-- habló para calmar al joven antes de proseguir.

Sin duda una noticia que marcaría un antes y un después en la vida de ambos.

A partir de ese día su felicidad y la de ella se encontraba en su punto más alto que luego de otros meses de espera aumentó más.

Escuchaba sus quejidos fuera de la casa, era una lástima que la medicina para tales dolores no estuviese presente ahora; escuchaba como todas la alentaban a hacer más fuerza, la suficiente para dejar oír después un pequeño llanto que fue suficiente para que su corazón brincara. Luego de unos minutos logró entrar.

Su cabello liso y oscuro como el suyo y en su rostro admiraba los mismos ojos brillantes que observó fijamente y a detalle el día de su boda, aún recordaba como si hubiese sido ayer el día en que la tomó en brazos tan pequeña por primera vez. Ahora corría con una gran sonrisa en su rostro mientras la apreciaba jugar sin cansarse.

Años atrás hubo un día en que prefirió dejar de existir, prefirió morir a ser condenado en un mundo después de la petrificación pero de no ser así, de haber sido normal la única que hubiese muerto hubiera sido su felicidad al no ser ese par de mujeres a las que tanto ama las primeras que viera al abrir sus ojos todos los días.

No es viernes aún, pero había tiempo y ganas uwu. Primer capítulo de mi esposo Gen, espero haya sido de su agrado.

Quiero mencionar que si hay pedidos seguidos de un mismo personaje publicaré de otros antes o escenarios para variar/intercalar contenido. :3