𝐇𝐨𝐧𝐞𝐲 𝐃𝐮𝐤𝐞 || 𝐀𝐮𝐫𝐨𝐧𝐁𝐨𝐰𝐥

'05'

—Capítulo Cinco—

—¿Que es ilegal para el comisario?—

El primero en ofrecerse a ser el conejillo de Indias de Auron fue el comisario AlexBy, o Alesbih para los amigos como Fargan. Estaría bien iniciar primero con Alex, sabía que no andaría alardeando por ahí que había probado a Auron. Sonaba raro pensarlo de tal modo pero las cosas como son. Todos se comían a Auron.

Al llegar a casa del más chiquito de todos los héroes de Karmaland, llamó a la puerta de este. De inmediato abrió la puerta algo malhumorado, lo habían interrumpido en su hora de sueño, aún le faltaba una hora o dos para levantarse.

—¿Que quieres?—gruño molesto, Auron ya se parecía a Luzu con su obsesión de levantarse con un propósito y todo ese rollo al cual Alex no le entraba.—¿Pasas o que?—Auron asintió tímidamente, jamás había entrado a casa de AlexBy solo por lo que esa vez fue diferente.—Quédate en la sala, voy por mi casco y a vestirme.

Auron solo asintió y paseó por ahí, con tranquilidad a ver con que se topaba. Alex nunca mencionó si podía investigar el lugar pero no sabía si al menor le molestaría que anduvieran hurgando por su hogar. Segundos después se arrepintió, en cuanto tomó una fotografía, Alex lo sorprendió por la espalda.

—Andas hurgando por ahí, Auron, pensé que tendrías las manos quietas pero bueno, está bien que me conozcas por mis cosas...—dijo sonriente, parecía de un mejor humor que antes, tal vez solo era necesario que pasaran cinco minutos para que su cerebro se activara al 100%.—Es una foto de yo pequeño. Ahí están unos amigos... y mira, atrás esta Rubius. ¡En que piensas?

—En lo lindo que fuiste cuando niño, tienes una cara hermosa, Alex, ¿por que te ocultas detrás de ese casco casi siempre?

—No lo se, se convirtió en maña... pero creo que así me veo mejor, ¿no, Auron?

—De todos los modos te ves bien, Alex.

Alex no pudo disimular su sonrisa boba, ese chico sabía cómo hacerlo sonreír en las mañanas.

Resultó agradable pasar el día con el, hasta se le olvidó a ambos que estaban juntos para experimentar la prueba de Auron. Si acababa muerto, Jimmy estaría encantado de comerse a Auron, literalmente ya que hasta a los animales como Jimmy les encantaba la miel del duque de miel.

—¿Ya me das la cosa esa?—pidió Alex impaciente. Estaba nervioso y ver a Auron tan tranquilo le ponía los pelos de punta. Paseando de aquí para haya era muy estresante. Los ojos de AlexBy parecían pelotas de Ping-pong, iban acompañando a Auron en sus pasos seguros.

—Ay, AlexBy, debes aprender a controlar eso.

—Me cago en todo, Auron, por favoooor—suplicó el menor rogando por un poco de miel, el mayor se la había quitado y el por supuesto había alegado contra esa injusticia, diciendo que era ilegal ya que eran pruebas de un negocio ilícito, claro que a Auron le valía eso, ¿cuantas cosas ilegalísimas había hecho desde su llegada a Karmaland?—Si quieres ruego pero por favor, dame miel.

¿Que coño había puesto Luzu en los ingredientes de la poción? Parecía que le había hachado algún tipo de sustancia ilegal para volver adictos con una sola probada (o quizás más) a aquellos que le probaran. Pero del vicio viene el dinero, o eso según Auron, mientras mas personas estuvieran dependiendo de su miel eso significaba riqueza pura y dura para Auron.

—Si no me das, utilizaré toda mi influencia en tu negocio para quitarlo.—amenazo Alex, el comisario no iba con rodeos, este iba al grano y eso ahora asustaba a Auron, le jodería el negocio en un dos por tres. Tenía que ser más rápido que Alex.

Sin pensarlo dos veces, el mayor se acercó a Alex quien seguía serio, no retiraría la amenaza.

—Hoy siempre te preguntaste que era mi proyecto nuevo, pues mira, quiero que te levantes el casco, Alex. ¿Confías en mi?

Dudaba, pero al final asintió. Estaba cegado por la miel. Lentamente se levantó el casco y lo abrazó, entre su pecho y sujetándolo con sus brazos.

El siguiente paso le sorprendió a Alex, o quizás no tanto, por dentro estaba realmente emocionado y sabía que eso ya iba a pasar. Su él interior estaba gritando de la emoción. Hace meses que no besaba a nadie, desde bueno, que Frank se fue de Karmaland a un pueblo algo lejano.

Saboreo cada instante de ese suave beso, y aplicaba la literalidad una vez más, ese beso fue el más dulce que alguna vez haya dado, y dará si el duque de miel no volvía a besarlo. Alex deseaba que Auron no se arrepintiera después. No le molestaba si eso era marketing, Alex compraría un centenar de esos besos que le ponían pacifico.