Defense | Johnmark.

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El miedo lo dominaba, ¿désde cuándo lleva soportando esto? ¿Por qué lo seguía soportando?, algunas lágrimas traicioneras recorrían su mejillas quería limpiarlas pero sus manos estaban ocupadas tratando de cubrirse ante los golpes de sus agresores. Lee Taeyong, Jung YoonOh mejor conocido como Jaehyun y Nakamoto Yuta.

Esos tres chicos le hacían la vida imposible a Mark, molestandolo a toda hora posible, no lo dejaban ni respirar.

Estaba cansado, harto ya no lo soportaba y tenía miedo, mucho miedo. Ese temor no era hacia los tres chicos que lo golpeaban. Si no, a su padre; cada vez que llegaba de la universidad y su padre notaba los moretones que le dejaban los dos coreanos y el japonés, en vez de preocuparse por él, de reportarlos a la dirección, de apoyarlo, lo golpeaba de nuevo para que aprenda a ser un "hombre" que sepa defenderse.

Estaba cansado de ese maldito estereotipo, de si no te defiendes eres un puto maricón. Pero en algo no fallaba, Mark era homosexual. Sí, le gustaban los hombres, pero su padre no deber enterarse nunca, si se llegará a enterar, éste ya se encontraría sin vida.

Cada vez que Lee Dongyul se cansaba y dejaba a Mark en su cuarto con varios golpes, heridas abiertas, Seulgi lo iba a ver para sanarle todas esas heridas que tenía en su delicado y desnutrido cuerpo.

Kang Seulgi, la esposa del padre de Mark, Ella y el menor tenían una hermosa conexión, para Mark, Seulgi era como su madre, siempre dándole consejos, apoyándolo en todo lo que decidía, brindándole su cariño, su amor, su tiempo.

Lamentablemente su madre había muerto cuando el era un niño de tan solo cinco años, tiene vagos recuerdos pero sabía que su madre era la persona más amable, pura de corazón, lástima que no se encuentre con vida.

Seulgi y Mark tienen que soportar los maltratos del Señor Lee pero ¿por qué lo hacían?, podían irse ellos dos, Seulgi podía pelear por la custodia total de Mark, tenían pruebas que le favorecerían, todo estaba en su favor, podrían formar una linda vida ellos dos.

Tan simple es decirlo, como si fuera así de fácil.

Mark ama a su padre a pesar de todo, pues bien, el sabe que Dongyul no siempre fue así, el era el mejor padre que pudo tener, lo amaba demasiado, lo cuidaba, jugaba con el siempre, los primeros años de su vida fueron los mejores.

Hasta que pasó el terrible acontecimiento, la muerte de su madre, desde ahí su padre ya no era la persona alegré, sonriente, una parte de él había muerto junto a su amada.

Todo empezó desde que lo vió.

Las lágrimas no paraban, el dolor era insoportable, cada golpe parecía ser más fuerte al igual que las risas que soltaban cada vez que el canadiense dejaba escapar un gemido de dolor.

Su cuerpo temblaba al recibir un golpe tras otro golpe, la sangre empezaba a salir de su labio roto y empezaba a dejar un recorrido hasta su mandíbula.

Hizo otro gesto de dolor mientras se tomaba el estómago con sus dos manos, tratando de proteger aquella zona.

ーEsperó te haya quedado claro maldito maricón, no nos hagas enojar de nuevo, que te ira peor ーTaeyong había tomado de la mandíbula a Mark con fuerza, soltandolo al instante con brusquedad.

ーAdiós, nenita ーsus risas fue lo último que escucho antes de que salieron de los baños, dejándolo ahí, tirado en el suelo, con su labio sangrado, su ojo hinchado y con un dolor infernal por todo el cuerpo, seguramente tendría muchos moretones.

¿Cuanto más va a seguir soportando esto?

Con las pocas fuerzas que tenía se logró sentar mientras apoyaba su cabeza en la fría pared y mantenía los ojos cerrados.