Primer día de trabajo y soy un desastre. Me he despertado más tarde porque no he escuchado la primera alarma y el pan tostado del desayuno se me ha quemado, por no mencionar que en lugar de ponerle azúcar al café le he puesto sal. Por lo que el día no es que empiece muy bien.
Al llegar al trabajo, la encargada me presentó a todas/os mis compañeras/os de trabajo, salvo a un chico que según ella "ha ido a por un café, pero creo que no tardará en llegar". Al cabo de un rato de sentarme en la oficina, entró un chico para traerme el café que había pedido al llegar. Cuando levanté la vista, me dí cuenta de que era el mismo chico que me encontré en la cafetería aquel día.
- Buenos días, traigo tu café. Café con leche no muy caliente y dos cucharaditas de azúcar, ¿verdad? - me dijo él.
- Hmm... - me quedé dudando un ratito, pero después reaccioné - sí, exacto. Muchas gracias.
- Supongo que mi compañera te habrá enseñado las instalaciones y presentado a todo el personal. Yo me llamo Bazil y supongo que a partir de ahora nos veremos muy a menudo, por lo que me puedes llamar Baz si quieres.
- Encantada. Yo soy Lashie - le dije yo mientras notaba lo roja que me estaba poniendo.
- Encantado de conocerte, Lashie. Me tengo que ir, pero nos vemos más tarde - y se despidió de mí con una gran sonrisa.
Resulta que a la hora de comer, cada persona se va con sus amistades a un restaurante que hay por la zona ya que no todas/os se llevan bien entre ellas/os. Como soy la nueva, un grupo de chicas ha intentado convencerme de ir con ellas pero no me apetecía mucho y además ya traía mi comida desde casa. Por lo que me quedé a comer en el patio que hay en el edificio en el que trabajo.
- ¿Tú también traes tu comida desde casa? - escuché que me preguntaba una voz que venía de detrás mía.
Al girarme me dí cuenta de que era Baz. Se sentó a mi lado y parecía que se iba a quedar a comer conmigo.
- Sí. No me gusta mucho eso de hacer nuevas amistades y tener que socializar. Me va más eso de estar sola y estar en mi mundillo - le contesté yo.
- Genial, ya somos dos - me dijo él -. Entonces, ¿te parece bien que comamos juntos a partir de ahora? Así también nos podemos conocer mejor.
- Por mí no hay problema. Aunque te aviso desde ya que no me interesa tener nada con nadie, estoy mejor así, soltera - le indiqué yo.
- Vale vale, yo no te he dicho en ningún momento que me intereses como pareja; solo te decía que nos podíamos conocer más - me replicó Baz.
- Vale, lo siento...
- Aunque te aviso que si te enamoras de mí, no será mi culpa - me dijo con una media sonrisa.
Me pasé la comida hablando con él y descubrí que perdió a su hermana hace 5 años en un incendio y que su padre engañó a su madre con otra mujer que resulta ser rica. Por lo que lleva desde entonces viviendo solo con su madre.
- Entonces haces tú la mayor parte de las cosas, ¿no? - le pregunté yo.
- Sí, bueno, cuido a mi madre e intento ayudarla con todo lo que pueda. Intento hacer yo la compra la mayor parte de las veces, ya que le cuesta un poco caminar; también se me da muy bien cocinar, por lo que suelo preparar yo las comidas y las cenas, ... - me dijo él.
- ¡A mi también se me da muy bien cocinar! - exclamé yo.
- ¿Enserio? Pues podríamos quedar algún día y preparar algo juntos - me propuso Baz.
- Por mi perfecto - le dije yo con una sonrisa de oreja a oreja.
Se acabó el descanso para comer y tuvimos que volver al trabajo. Por suerte (o al menos eso creo) nos toca trabajar en la misma oficina, junto con dos chicas más que siempre van a su bola. Podía notar las miradas que Baz me dirigía de vez en cuando, como intentando llamar mi atención. Al salir de trabajar, me preguntó si me apetecía ir a tomarnos algo, pero yo ya tenía planes con Mara, por lo que le rechacé.
- Tal vez a la próxima, ya tengo planes. Lo siento - le dije yo.
- Bueno, no pasa nada. Pero a la próxima no aceptaré un no como respuesta, tenlo en cuenta - me contestó él. Y nos despedimos y cada uno se fue a su casa.
Yo me duché rápido porque había quedado en el centro comercial con Mara y tenía poco tiempo para prepararme. Al encontrarme con Mara, me metió prisa por llegar a no se que tienda porque habían rebajas y quería comprarse un vestido antes de que se agotara.
- Tía, o nos damos prisa o me quedo sin el vestido. Date aire y vamos - me dijo ella.
- Que si, que ya voy - le contesté yo.
- Y bueno, ¿qué tal tu primer día de trabajo? ¿Alguna amistad nueva? - me preguntó ella.
- El día bien, todo mejor de lo que me esperaba. Pero no me apetecía socializar, por lo que solo he conocido a un chico - le dije yo.
- ¿A un chico? - me preguntó con una sonrisa pícara dibujada en su cara.
- Sí, se llama Bazil y parece ser bastante majo. No le conozco casi nada, así que no me preguntes más porque no tengo respuestas a tus preguntas - me adelanté yo.
- No no, si solo te iba a preguntar si es guapo... - me dijo ella curiosamente.
Tal cual me lo preguntaba, vi a Bazil dirigiéndose hacia nosotras.
- Hola Lashie, menuda coincidencia habernos encontrado aquí también eeh - me saludó él.
- Sí.. la verdad es que sí - le contesté yo.
- Resulta que eso de que tenías planes no era una excusa para no quedar conmigo - me dijo vergonzosamente.
- Si no quisiera quedar contigo te lo diría directamente - le contesté yo de forma molesta.
- Bueno bueno, ¿quién es este chico? - preguntó Mara.
- Bazil, un compañero de trabajo de Lashie - se me adelantó Baz.
- Ui, ¡si justo estábamos hablando sobre ti! - exclamó Mara.
- ¿Enserio? - me miró Baz.
- Mara me preguntó si había conocido a alguien hoy y le dije que te he conocido a ti, pero ya está - contesté yo.
- Bueno, ya que estamos, ¿por qué no te vienes con nosotras y vamos a tomarnos algo los tres? - le preguntó Mara a Baz.
- Yo por mi encantado - contestó Baz -, pero solo si Lashie acepta, claro.
- S-si, adelante - contesté yo entrecortadamente.
Y en ese instante, noté un mareo y me desmayé.
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Batallas y alegrías
Teen FictionLa felicidad absoluta no existe, pero sí aquellas personas que creen en ella. Para mi, la felicidad es un concepto relativo difícil de alcanzar. Desde dos accidentes automovilísticos que marcaron un antes y un después en mi vida hasta nuevos trabajo...