𝕊𝕠𝕝𝕠 𝕦𝕟 𝕤𝕠𝕝𝕕𝕒𝕕𝕠•Naruto Raíz• 🍂

Capitulo 23: Nueva Hokage y el comienzo del plan.

Naruto: 3 semanas después

El tiempo paso rápidamente y con una rutina muy cerrada.
Me la pasaba de misión en misión, tanto en solitario, con Raíz, o con el equipo 7.
Intentaba evitar el tiempo libre y cuando lo tenía, lo único que hacía era salir a caminar por la aldea o acostarme en el bosque de la muerte a admirar el cielo.
Últimamente no dormía en absoluto por culpa de las pesadillas y recuerdos, llegando a cumplir ya dos semanas de completo insomnio y eso conllevó muchos cambios en mi personalidad.

Kurama estaba muy preocupado por algo, que todavía no ha querido decirme y todo ese sentimiento de preocupación se transmitía a mi, su Jinchuriki.
Por otro lado, los entrenamientos forzosos estaban dando su resultado. Hace semanas Kurama me había dejado firmar el contrato legendario de los zorros, donde él era el líder. Cuando entrenaba, lo invocaba en una versión más pequeña y el Bijuu dirigía y controlaba mi tortura.
Más de mil clones se dispersaban por el bosque de la muerte, todos entrenando cosas diferentes y siendo supervisados por clones del zorro, que era el sensei más estricto que haya conocido.

A los pocos días, y gracias a mis diez horas de entrenamiento diarias, ya había mejorado totalmente mi Taijutsu, que no dejaba ninguna apertura en él, imposibilitando un golpe, además de mejorar muchísimo en los ataques y había elevado mi velocidad casi tres veces más que antes. También había añadido muchos jutsus a mi arsenal, haciéndolo más completo en todos mis elementos y además había creado unas cuantas técnicas de lava: mi naturaleza de chakra especial.
Por otro lado, en Genjutsu y kenjutsu me había vuelto un experto, logrando utilizar técnicas e ilusiones totalmente mortales en combate, además de dominar completamente el arte de las armas, creando mi propio estilo de pelea.

Kurama-sensei había insistido en que la mente, memoria e inteligencia eran unas de las características más valiosas de un ninja además de su fuerza bruta, por lo que cien clones estaban estudiando historia del mundo shinobi, otros se dedicaban a meditar y los últimos jugaban Shôgi, según el zorro para "Mejorar mi lado estratega."

Ahora me encontraba descansando en el césped del campo de entrenamiento número 44: el bosque de la muerte.
Acababa de terminar, al fin, mi entrenamiento diario de diez horas corridas. Había comenzado a las 22:00 p.m de la noche anterior y, si no me apresuraba, llegaría tarde al inicio del día con el equipo de gennin. Levanté mis cosas rápidamente y aparecí en un destello frente a la torre de Raíz, con mi abrigo negro, pero mostrando mi rostro.
Entré con pasos tranquilos y me dirigí a mi habitación, tomé un rápido baño y verifiqué que todo me arsenal esté completo para realizar alguna misión. Una vez me aseguré de que todo estaba en orden, guardé todo en mis sellos de almacenamiento corporales y salí en dirección a la torre Hokage, llegando allí en solo cinco minutos, aún estando al otro lado de la aldea.

- Hokage-sama.- observé como mis compañeros y sensei se inclinaban ante esa mujer, ridículo. Simplemente me quedé quieto en mi lugar, expectante a lo que nos depararía el día de hoy. Observé como la rubia ordenaba unos papeles en su escritorio y fruncí el ceño, Tsunade Senju era la Quinta Hokage, otra persona que le robó el puesto a Danzo. Quise soltar una carcajada ante la verdad tan dolorosa, pero me contuve.

- Equipo 7, bienvenidos.- dirigió una rápida mirada a mi y luego volvió su atención al frente.- Hoy los llamé especialmente a ustedes porque deben realizar una misión especial que, según tengo entendido, no será nada difícil debido a sus...capacidades.- nuevamente me miró, haciendo que frunza el ceño.

- ¿Nunca vió un Jinchuriki? Hokage-sama.- pregunté, entre enojado y sarcástico. Ella me miró fijamente y logré ver una ligera sonrisa en sus labios. Mis compañeros me miraron extrañados, pero no preguntaron nada, agradecí mentalmente eso.