Eleanor tiene que aprender muchas cosas pero sobre todo a como no morir por las tendencias suicidas de su sobrino. Y quizá, a no caer ante los encantos de la maldición Potter.
• fem!oc x (bill weasley)
• harry potter fanfiction.
• prohibida su copi...
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CAPÍTULO VEINTIOCHO; EL APOYO
( maratón especial )
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Después de haber pasado la mayor parte de la madrugada desahogándose a través de las lágrimas, buscando refugio en la oscuridad de su habitación, creando millones de escenarios en dónde Eleanor le decía a Bill que ella estaba intentando algo con Ares u también, en dónde ella no hubiera hecho algo tan estúpido como besarlo y confundirse más con ello. Se despertó la mañana siguiente tras haber desgastado sus últimas lágrimas, su rostro no tenía el mejor aspecto, estaba hinchada y roja, incluso después de haberse arreglado aún mantenía las enormes bolsas moradas debajo de sus ojos en una visible muestra de su falta de sueño. Ni siquiera se molestó en maquillarse, no tenía el suficiente humor de fingir que estaba bien y tras mucho tiempo ocultando sus sentimientos, ya no tenía ganas, Eleanor se repetía «mientras Jamie no pueda verme, está bien no fingir la falta de fuerza», por otro lado, cuando bajó a desayunar u al menos intentar comer algo, se cruzo con la figura que menos deseaba ver: Sirius Black. Y él parecía pensar lo mismo por la forma en que sus hombros se tensaron y su mandíbula se apretó, Remus que también se había quedado a dormir se convirtió en el intermediario en cuanto Eleanor trató de lanzarse sobre su hermano adoptivo.
Sirius que sostenía un tazón de cereal con lecha se le cayó cuando saltó con sorpresa hacia atrás para evitar la furia de la azabache.
—¡Oh, no, mi desayuno! —se lamentó Sirius antes de mirar a Eleanor con mirada fulminante—. ¡¿Por qué asesinaste a mi cereal?!
Rodó los ojos mientras luchaba contra el agarre de su ex tutor sobre sus hombros.
—No seas llorón, Black. —respondió Eleanor, mordaz—. ¡¿Por qué mejor no me explicas qué fue eso de invitar a Ares a sabiendas de que Bill también vendría?!
El animago palideció un momento antes de hacer una pequeña mueca llena de culpabilidad.
