Min YoonGi es un alfa arisco que no le importa en lo más mínimo los omegas. Él cree que son problemáticos y molestos. Pero, ¿Qué pasará cuando un omega entre a su vida?
Park JiMin es un omega dulce como la miel, su dulzura es su arma mortal.
🐺 Yoo...
ㅡOmega de tamaño económico, sígueme ㅡpronunció YoonGi.
Otro día de clases que habían culminado como de costumbre, por lo que más de un estudiante corría como loco por los pasillos rumbo a la salida porque querían llegar a casa, o quizá a comer unos deliciosos helados o cualquier otra cosa. El clima era perfecto para dar un paseo cómodo y ameno.
ㅡAlfa de tamaño económico ㅡprotestó de la misma maneraㅡ. ¿A dónde me llevarás?
No respondió. Se quedó callado por varios minutos, no quería decírselo repentinamente porque lo ponía algo nervioso, más aún por la situación que había pasado el día anterior. Había dicho que mantendría una distancia prudente, pero por alguna razón no podía, inconscientemente siempre lo buscaba con la mirada, y no podía sobrellevar eso. Quería estar cerca de ese omega, quería conocerlo, quería saber sus gustos, sus gestos, sus sueños, sus planes a futuro, sus manías, quería saber todo eso y eso lo volvía loco.
ㅡ¿Realmente no me lo dirás? ¿Es una sorpresa? ㅡpreguntó.
ㅡTe llevaré a comer helado ㅡcanturreó sin mirarlo, no quería sonar nervioso o ansioso, debía mantenerse tranquilo.
ㅡ¿Helado? Yo no quiero helado ㅡse quejó sin pena algunaㅡ. Yo quiero pastel.
ㅡNo te estoy preguntando si quieres o no ㅡrespondió.
ㅡEntonces no voy contigo a ningún lado ㅡarrugó la nariz mostrando inconformidad. Él quería un delicioso pastel.
YoonGi quedó indignado por las respuestas del caprichoso omega, nunca le habían rechazado un invitación solo por un capricho. Si fuera cualquier otra persona sin pensarlo dos veces lo hubiera mandado a volar, pero se trataba de ese omega vanidoso que lo hacía sentir extraño, así que haría una pequeña excepción. Solo por esta ocasión.
ㅡOmega caprichoso ㅡse quejó.
ㅡSolo un poco ㅡhizo un pequeño gesto con las manos.
Un gruñido se escuchó, haciendo que el omega detuviera sus pasos de golpe. ㅡSi sigues gruñendo como lobo furioso tendré que tomar medidas drásticas.
ㅡ¿Y que harás? ㅡretó, quería saber de qué era capaz ese omega.
ㅡTendré que domesticar a la bestia ㅡrespondió sin pena alguna. Claramente lo dejó sin palabras.
Cuando recuperó el habla, intentó no darle importancia y simplemente asintióㅡ. Tu ganas, vamos a comer pastel. ¿Feliz?
—Vamos, vamos, vamos —exclamó, mostrando esa hermosa sonrisa que hacían que sus ojos desaparecieran y formaran dos medias lunas.
Simplemente lindo.
Por la emoción de la situación JiMin sujetó la mano contraria, logrando que el alfa sienta una oleada de calidez en su interior, ese cálido toque lo hacía emocionar por alguna razón. No le quiso dar demasiada importancia en ese momento, pero le era imposible ver como ambas manos yacían totalmente unidas, su lobo interior inflaba su pecho con orgullo.
🐺🐺🐺
Cuando llegaron a la pastelería más concurrida de la zona, el omega soltó la mano ajena y corrió hasta las enormes vitrinas donde se exhibían los pasteles recién preparados.
ㅡBuenas tardes, bienvenidos a la pastelería Jung. ¿Qué es lo que desean pedir? ㅡpreguntó el trabajador con mucha alegría.
ㅡQuiero un pastel de chocolate, por favor ㅡel omega no dejaría pasar la oportunidad de comer un delicioso pastel.
ㅡ¿Y el caballero que desea? ㅡel beta preguntó esperando que YoonGi hiciera algún pedido.
ㅡBueno ㅡobservó cuidadosamente los pasteles que habían en el lugarㅡ. ¿Tienes pastel de mandarina?
ㅡClaro que sí ㅡsonrióㅡ. En un momento salen sus órdenes.
Mientras que el beta hacía su labor, YoonGi y JiMin se sentaron en una de las mesas del lugar para esperar cómodamente el pedido, no sabían exactamente cuánto tardaría.
ㅡYoonGi ㅡllamó algo preocupadoㅡ. Tú pagarás, ¿Verdad?
No es que no quisiera pagar lo que va a consumir en la pastelería, solo que no había traído dinero suficiente para costear el pastel. La invitación repentina de YoonGi hizo que el omega no tuviera tiempo de sacar el dinero necesario que diariamente guardaba en su locker. Siempre tenía dinero extra por si ocurría una emergencia o quería cumplirse un pequeño antojo de algún dulce.
ㅡComo tú me invitaste, tú pagas ㅡvolvió hablar el omega con cierta dulzura en sus palabras.
YoonGi no podía creer lo dulce y angelical que se veía cuando hacía cualquier gesto involuntario. No entendía como alguien podía actuar de esa manera, debería ser ilegal tanta dulzura.
ㅡYo te invité a comer pastel, nunca dije nada sobre pagar ㅡel alfa contestó con astucia. No dejaría que ese omega lo vea entrar en crisis solo porque la mayor arma mortal que posee es su dulzura.
Para YoonGi era aterrador.
ㅡ¿No comeré pastel? ㅡlos hermosos orbes del omega perdieron ese brillo especial que tenía hace unos minutos atrás, y YoonGi por una extraña razón se sentía culpable por eso.
Era como si hubiera cometido el peor de los delitos.
ㅡYo pagaré ㅡespetó. Desde un inicio tenía pensando en pagar la cuenta, pero quería molestar un poco al omega, cosa que terminó fallando porque no pudo seguir molestandolo.
—Aquí están sus órdenes —el beta interrumpió el momento repentinamente—. Provecho ㅡpuso en la mesa las dos rebanadas de pastel.
Ambos agradecieron y empezaron a probar esas delicias.
ㅡSi me acabo esta rebanada de pastel. ¿Me comprarás más?
"Posiblemente"
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