10.Kim Sun Hee y sus guardianes [FINAL]

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-Escucha, dios. No he hablado contigo desde hace mucho ¿verdad?...

Sentado en una de las pocas bancas, pulcramente ordenadas, que estaban en aquella especie de capilla que el hospital había habilitado en una especie de consuelo interno para los enfermos y sus familiares, Jongin hablaba en voz suave pero firme a la imagen frente a él.

-No lo hago, bueno, desde...uf! cuando era un niño. No me he portado bien al no agradecerte por todas las cosas con las que me has entregado, pero para ser honesto y como punto a mi favor, tampoco te he pedido nada así que estamos a mano ¿okey?

Esa noche, después de que el doctor les entregara la noticia, les permitió visitar a la bebé con la supervisión de una enfermera. Había alrededor de diez recién nacidos en el cuarto, pero de todos ella era la más preciosa, o al menos eso creía Jongin. Su rostro era diminuto y la tenían arropada con un conjunto lila que acentuaba su tez blanca. Era obvio que no podía tocarla físicamente, puesto que el respirador artificial era un cubo de vidrio sellado, aun así Jongin para hacerle notar su presencia pegó las palmas de sus manos en el vidrio y como idiota comenzó a sollozar, emocionado.

-Por eso...-llevó su mano cansada hasta su cabeza- ...por favor, haz que Kyungsoo despierte. Sé que tú tienes el poder para decidir quien sigue aquí y quien no, así que te lo exijo. Por último, si no quieres hacerlo por mí, hazlo por la bebé. Si accedes soy capaz de...

De pronto, la puerta de aquel lugar se abrió de golpe causando un estruendo enorme que retumbó con el eco. Por suerte no había nadie más allí.

-¡Jongin Jongin ! ¡Kyunggie despertó!

Baekhyun con el rostro marcado por las ojeras llegaba corriendo agotadísimo, quien sabe después de haber recorrido una y otra vez el hospital en su búsqueda.

-¡¿Despertó?!

-¡¡Sí!! ¡Corre!

De un salto Jongin se levantó y partió veloz hacia la habitación que horas antes visitara y mostrara a un kyungsoo tendido y dormido plácidamente. Corrió y corrió con mil pensamientos fugaces en su mente, cada uno más terrorífico que el otro, pero ninguno tan poderoso para hacerle aminorar su carrera. Cuando por fin llegaron, Chanyeol esperaba en la puerta y kyungsoo yacía con los ojos abiertos mientras una enfermera le revisaba sus signos.

-¿kyungsoo? -preguntó Jongin cuando llegó a su lado.

Sabía, gracias a las malditas películas que le encantaba ver, que después de una operación de la que se cuesta despertar existen riesgos de pérdida de memoria, o incluso mucho peor, la memoria se mantiene pero la última persona a quien se vio es olvidada. (Simple paranoia, diría Chanyeol)

-¿Sí? -respondió el otro.

-¿Cómo te sientes? -su cautela era tanta que Baekhyun desde atrás se preguntaba qué carajo hacía.

-¿Quién eres tú?

El ambiente quedó congelado. Tanto las dos visitas al fondo, como la enfermera dejaron lo que hacían, que era respirar, por ver el reaccionar de Jongin ante tal pregunta. Y el aludido por supuesto casi muere. Tuvo unas ganas locas de agarrarlo por la camisa de enfermo y zamarrearlo hasta hacerle recordar quien era, pero algo en él hizo clic cuando una suave risa se apoderó del congelado lugar.

-No seas tonto, Jongin, ¿Cómo podría olvidarte?

-¡Por todos...! ¡No vuelvas a...! -Los ojos de Jongin de pronto se llenaron de lágrimas hasta rebalsarse, por lo que ocultó su rostro en el cuello de kyungsoo su amor.- No vuelvas a bromear con eso...

-Está bien... -sonrió acariciando su cabello.

El pequeño chequeo, de aquellos que conllevan el ausculte del pecho, el análisis de la vista, el estado de los reflejos entre otras cosas, terminó y pronto les dejaron solos: Al final kyungsoo no retenía ningún tipo de daño en su organismo.

Burbujas [KAISOO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora