Cuando Harry despertó, lo primero que noto fue un horrible dolor de espalda y sintió el resultado de haber dormido en el suelo.
Después se estiro, adolorido y viendo borroso, para encontrarse completamente solo en el baño de prefectos. El agua de la piscina se habia enfriado hacia mucho y los primeros rayos del sol se colaban por una especie de claraboya en lo alto de la pared.
Entonces, los recuerdos de la noche anterior volvieron a Harry de pronto, con la cantidad de información golpeándolo abruptamente. Sintió un escalofrió al darse cuenta de que Draco no estaba ¿En qué momento lo habia dejado allí?
Para colmo, lo embargo una ola de culpabilidad. Nunca debería haberse dejado llevar por el deseo contenido por Malfoy, así como debería haber hablado con él y aclarado las cosas antes de haber hecho algo así.
Demonios, por lo que sabía, esa habia sido la primera vez del rubio, al igual que él. La felicidad por ese hecho se vio eclipsada por no haber despertado a su lado.
Debía encontrarlo y aclarar las cosas antes de que uno de los dos, posiblemente el mismo, hiciera una estupidez.
Gracias a Merlín, era temprano y los pasillos estaban vacíos. Nadie, por fortuna, vio salir a Harry del baño de prefectos con el cabello revuelto y la ropa arrugada, siendo bastante evidente que no habia dormido en su cama.
El pelinegro hizo malabares para buscar con desesperación el letrerito con el nombre Draco Malfoy en el mapa del merodeador mientras caminaba dando zancadas rápidas. Temió no poder encontrarlo, como habia sucedido tantas veces ese año, pero por fortuna vislumbro su nombre. Estaba en un lavabo de chicos del piso inferior, acompañado por... ¿Myrtle la Llorona?
Harry no apartó los ojos de aquella extraña pareja hasta que se dio de bruces contra una armadura. El estrépito lo rescató de su ensimismamiento y se alejó a toda prisa por si aparecía Filch. Bajó como un rayo la escalinata de mármol y recorrió el primer pasillo que encontró en el piso de abajo. Al llegar al lavabo, pegó la oreja a la puerta. No oyó nada, de modo que la abrió con cautela. Casi suelta una exclamación de alivio al encontrar a Draco allí.
Pero el rubio estaba de pie, de espaldas a la puerta, agarrado con ambas manos a la pila y con su rubia cabeza agachada.-No llores... -canturreaba Myrtle la Llorona desde un cubículo-. No llores... Dime qué te pasa... Yo puedo ayudarte...
-Nadie puede ayudarme-Se lamentó Draco-. Ni siquiera yo sé lo que pasa...
Harry se quedó paralizado al darse cuenta de que Draco estaba llorando: las lágrimas le resbalaban por el pálido rostro y caían en la sucia pila. El rubio emitió un grito ahogado y tragó saliva. Entonces, con un brusco estremecimiento, levantó la cabeza, se miró en el resquebrajado espejo y a sus espaldas vio a Harry mirándolo desde la puerta.
Para sorpresa de Harry, Draco se dio la vuelta y lo apuntó con su varita. Harry sacó la suya rápidamente por reflejo, pero no la utilizo ni para convocar un escudo.
El primer maleficio de Draco lo tomo por sorpresa y le pasó rozando e hizo pedazos una lámpara que había en la pared.
- ¡Draco!-Grito, asustado por la reacción del rubio. Los ojos de Draco tenían un toque febril-, ¡soy yo! ¡Harry! ¡Detente!
Sus palabras no surtieron mucho efecto en el otro chico, que volvió a dispararle un embrujo sin dar muestras de reconocerlo. Harry no entendía que habia sucedido, pero no tuvo tiempo de pensarlo cuando restos de madera volaron por su lado al estallar una puerta.
Harry se lanzó hacia un lado, y decidido a no hacerle pensó «¡Levicorpus!» y agitó la varita, esperando poder detenerlo para hablar, pero Malfoy bloqueó el embrujo y se preparó de nuevo para atacarlo. Hubo un fuerte estallido y el cubo que había detrás de Harry explotó. El muchacho intentó echar la maldición de las piernas unidas, otro hechizo inofensivo, que rebotó en la pared, detrás de la oreja de Malfoy, y destrozó la cisterna adonde se había subido Myrtle, que gritó a voz en cuello. Salía agua por todas partes y Harry resbaló al tiempo que Malfoy, con la cara contorsionada, gritaba:
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La Tregua [Harco]
FanfictionHarry y Draco siempre fueron enemigos, ¿Verdad? Llega quinto año y Harry se encuentra con una sorpresa al volver a Hogwarts: Su mayor enemigo no parece odiarlo como antes. 《Y pensar que todo habia empezado por una tregua》 Créditos de la hermosa...