Falon.
Al día siguiente, cada tutor esperaba a su pupilo en la puerta de su respectiva habitación.
Nos llevaron a comer aquella deliciosa comida que preparan las hadas y mientras hacíamos sobremesa, hablábamos un poco entre los tres.
Luego, nos llevaron al Gran Salón. Sería la primera vez que entrenaría en ese lugar.
—Comenzaremos con algo muy sencillo. Señorita Cax, ¿podría mostrarnos su poder? —habló George.
Cax, dio un paso adelante y de ella, brotó escarcha negra en forma de remolino a su alrededor. Luego, empezó a derramar lágrimas espesas del mismo color de la escarcha y de la nada todo desapareció; aunque aún tenía sus manos cubiertas de escarcha, solo silencio se escuchaba.
Repentinamente, en sus manos se hallaba una daga, hecha de la misma escarcha negra que la rodeaba.
—Cous, eso es suficiente —dijo Tom. Al parecer, con solo decir eso, todo en Cax desapareció; todo menos la daga. Tom se le acercó, tomó sus manos y le quitó la daga guardandola en uno de los bolsillos de su traje, haciendo que Cax retrocediera—. Una Edgal; Raza muy dolorosa y oscura, el poder robar las almas hadas y usarlo como polvo de escarcha negra a tu favor. ¿Duermes bien por las noches con tantas voces atormentandote?
Le decía mientras tocaba sus venas con la punta de sus dedos, pero fue interrumpido por George.
—Bien, señorita Falon, ¿podrías mostrarnos tu poder? —Me dijo George dulcemente.
Di un paso adelante y vi a Dino, que por alguna razón, tenía cara de estar orgulloso, eso hizo que mi confianza se elevara.
Pensé una melodía agradable y de mis manos, apareció polvo de gemas con pequeños trozos de cristales. Se sentía extraño. Era la primera vez que lo creaba.
Dino se veía aún más orgulloso. Al verlo, mi corazón dio un pequeño salto, pero al parecer, el polvo reflejaba lo que sentía porque tomó forma de corazón; no era muy grande, pero aun así entré en pánico. Empecé a dispersar el polvo que flotaba en el aire con aquella forma, para luego dar un paso atrás con la cabeza abajo.
—Muy bien... —Tosió un poco—. Por último, Sai, ¿nos muestras tu Raza, por favor? —continuó, George.
Al igual que nosotras, Sai dio un paso adelante y juntó sus manos, para luego lentamente separarlas. De ellas, salió una pequeña esfera de luz que poco a poco se volvía más grande, más o menos, de unos treinta centímetros de diámetro.
Todo iba bien, pero la esfera se salió de control, rebotando en las paredes del enorme salón hasta que cayó en mi cara dejándome algo ciega por el resplandor. Era como estar en una habitación oscura y de la nada abrir las puertas haciendo entrar la luz de un sol de media tarde, ¡era una sensación muy desagradable!
—¡Sai! —Quedé arrodillada en el piso. Tan solo podía escuchar la risa de Sai; el idiota, era un Ligthmer, o creador de luz.
En ese momento, sentí una mano tomando mi espalda, era una mano fría, gordita y pequeña.
Era Cax.
Esa sensación de frialdad en la piel solo podría causarle ella.
Luego de pasar mi mal rato gracias al imbécil de Sai, logré ver que Dino no estaba para nada contento mientras que Tom le hablaba y George regañaba continuamente a Sai.
Dino.
Molesto, ¿yo? ¡Claro que no! Más bien, irritado. ¿Cómo ese mocoso bueno para nada puede hacerle eso a mi Fal...?
Ok, Dino, ¡cálmate! Es solo un error de un cabeza hueca, que aún no sabe controlar su Raza.
Tomé aire profundamente varias veces, mientras escuchaba la voz calmante de Tom, aunque realmente estaba tan molesto que solo escuchaba el ruido de su voz y no lo que realmente me estaba diciendo.
Tom.
Como cosa rara, el tonto de Dino se deja llevar por la rabia, haciendo que su juicio se nuble completamente y cuando pasa eso suele hablar en el primer idioma que se le venga a la mente. Hoy, por ejemplo, al hacer esta pequeña rabieta, empezó a hablar en latín, y sí, lo hace inconscientemente.
Decidí que lo mejor era hablarle, aunque claramente él no me escucha y solo se calma con el ruido de mi voz, eso es extraño, pero funciona e incluso podría decir cualquier estupidez, que no me prestaría atención.
—¡Dino! Estás loco. Eres patético. Te gusta hablar con las plantas. Eres egocéntrico, histérico, manipulador, celoso, masoquista, sádico y caprichoso.
—Ita, ita —repetía continuamente una de las muchas maneras de decir sí, en latín.
—¡Estoy embarazado de un dragón y saldrá un hada con cola de león, que probablemente nos coma lentamente!
—Ita, ita.
Y así, puedo seguir todo el día hasta que se calme o hasta que reaccione a los disparates que se me van ocurriendo.
George.
¿Por qué me tocó el chico del grupo? No podía tocarme una chica bonita como la señorita Falon o la señorita Cax, ¡no!, me tuvo que tocar el chico que es algo lento y que no controla sus poderes.
Pero bueno, es agradable y escucha lo que le digo.
—Señor, eso fue descuidado de su parte.
—Lo sé, no fue mi intención.
Este tiempo de entrenamiento pasará lentamente para mí. No seré un tutor, sino una niñera.
Falon.
Luego de aquel pequeño desastre, los tutores nos dividieron en el Gran Salón.
Al parecer, su visión de que todos practicaramos juntos fue un minúsculo error.
Cada uno de nosotros estuvo concentrado en sus poderes y así tuvimos días, quizás semanas o meses. Ya sabíamos lo básico; qué habilidades poseíamos al usar nuestras Razas; nuestros límites y cómo detenernos si era necesario.
En efecto, yo podía lograr que las piedras cantaran, salieran estalagmitas y estalactitas; además de poder flotar al rozar algunas piedras con las propiedades especiales; podía crear cosas pequeñas como dedales de ópalo o tornillos de amatista, pero a pesar de saber esto me costaba controlar el polvo de gemas.
Cax, en cambio, estaba un poco más avanzada porque tenía más autocontrol en sus poderes que Sai y yo. Ella ya sabía cómo crear cualquier cosa con el polvo de escarcha negra, cómo controlar las voces que retumbaban en su cabeza y sobre todo, cómo dirigir el polvo a su antojo.
Por otro lado, Sai era muy bueno en lo que hacía, pero siempre había algo que le hacía fallar. A pesar de eso, él seguía intentándolo; los tutores dicen que Sai posee el "Factor B" o Factor Bell, ya que casi todo lo malo le pasa a él.
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Más allá del Arroyo
FantasyYo soy Falon y vivo en un reino mágico llamado Teyl donde las Razas ( o también denominados Poderes ) son una cosa de lo más normal , pero en los libros más antiguos de estas tierras describen la presencia de Razas que se consideran "Prodigiosas"...