Capítulo 53

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- No estoy de acuerdo.

- Es risible que pienses que importa el que estés de acuerdo o no.

Kuon estaba en un auto rodeado de los hombres de su madre, o mejor dicho, de la madre de Jun, su personaje. Tal como su personaje, se mantenía frío ante aquella situación, pero sus ojos, solo sus ojos reflejaban lo desesperado que realmente estaba. Mientras tanto, su madre conversaba con él a través de una pantalla, ella le esperaba en Nueva York y se comunicaba con él desde el penthouse que sería suyo.

- Ella...

- Estará muy bien, mucho mejor de hecho.

Jun estaba asustado de lo que sus padres pudieron haberle hecho a su amada, sin embargo, sea lo que sea él o iba a permitirlo. Su amigo lo ayudaría a escapar en cualquier momento, ya pronto llegaría. Él no era estúpido, supo que sus padres lo secuestrarían prácticamente para contenerlo y volverlo por completo el maniquí que siempre vieron en él. Así qu activo un GPS en el pequeño mp3 que le regaló Sora en una "casi cita".

- Pero yo no.

- No seas ridículo, hijo.

- No se atreva a llamarme de esa manera.

- En algún momento entenderás que es por tu bien...

En eso vio que se acercaba el auto, conducido por un nervioso Kijima, pero afortunadamente eso no sería captado por la cámara. Le dio golpes certeros a los guardaespaldas sentados a su lado, amenazó al conductor con que abriera la puerta, este lo hizo, mientras la señora gritaba mil improperios y órdenes desobedecidas por el pánico del momento. Sin pensarlo mucho más, lo hizo, abrió la puerta y se lanzó al otro vehículo. De pronto no fue consciente de muchas cosas más que de los gritos, no, el grito de ella y un dolor que se extinguió al tiempo en que todo se tornaba oscuro.

Despertó y los llorosas orbes doradas fueron lo primero que sus ojos encontraron.

- Afortunadamente sólo fue un mal aterrizaje.

- ¡No me vuelvas a hacer esto! -Kijima lloraba dramáticamente para sorpresa de todos y le dio un inesperado abrazo a Ren- ¡Deja que lo haga un doble, por favor!

Kyoko, ya adaptándose a la situación, no pudo estar más de acuerdo.

- Nadie duda de su profesionalismo, Tsuruga-san, pero no es un todo poderoso, este no es su fuerte y debe permitir que lo hagan personas que sí son expertas en este campo.

A este punto ya nada tenía más importancia que estar a su lado, casi se murió al verlo cae inconsciente en el auto con Kijima. Ella de alguna forma se teletransporto a donde estaban sin importarle nada más que el bienestar de él, y estuvo a su lado todo momento hasta ahora, sosteniendo su mano.

- Será mejor que vayamos al médico -dijo Yashiro al fin sacándose las lágrimas.

- De acuerdo -dijo Kyoko sosteniendo su bolso.

Saena no dijo nada, solo asintió a su hija y se levantó con maletín en mano.

Kuon no sabía precisamente cómo interpretar la situación, estaba atontado, pero sabía que no se detendría ahora. Se levantó de la camilla y miró con decisión a un asustado Ogata.

- La filmación debe continuar, y yo estaré aquí para ello.

Ogata lo miró con la misma decisión.

- De acuerdo, pero no volverás a hacer la escena del salto tú mismo. Se lo dejaremos a un doble.

- Pero.

Ogata se veía tan decidido que Kuon no pudo decir más.

- Luego de eso nos iremos a que te revise el doctor.

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