Capítulo 24: el juicio

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Loki veía hacia un muro gris y agrietado frente a él, mientras trataba de pensar en lo que había sucedido, sin llegar realmente a ningún lado.

Estaba tan shokeado con todo, que su mente no lograba pensar en nada, estaba en blanco.

Realmente pensó que todo estaría bien, que habría justicia finalmente, pero de alguna forma retorcida todo había salido terriblemente mal.

¿Qué pasaría entonces?

No lo sabía, ya no sabía qué hacer.

Esta solo, en una celda de la guardia de la ciudad, esperando que alguien viniera y le explicara lo sucedido.

Hasta entonces, solo estaba sentado allí, observando hacia un viejo y frio muro, sin la posibilidad de hacer algo más.

-Laufyson- Llamo un guardia, mientras se paraba al frente de la celda.

Loki lo escucho, pero no respondió, solo siguió mirando hacia el muro.

El guardia, después de no recibir respuesta por parte de Loki, se quedó allí observándolo unos segundos, antes de volver a hablar.

-Alístese, va a ir a juicio, tiene cinco minutos- Dijo, el guardia, mientras se retiraba, dejando de nuevo a Loki solo.

Loki no movió ni un solo musculo, solo siguió mirando por un minuto más el muro, hasta que finalmente decidió levantarse, más por inercia que por deseo.

En la celda había un pequeño baño a la vista de todos, con un retrete, un espejo y un lavamanos.

Camino hacia el pequeño espejo y se vio reflejado en él, encontrándose una imagen de lo más deplorable.

Su cabello estaba despeinado, tapándole parte de su rostro, estando muy lejos de su usual imagen elegante.

Vio sus ojos cansados, con unos ligeros círculos grises debajo de aquel verde tan característico de su familia.

La camisa de su uniforme de General, antes blanca, estaba cubierta de una ligera capa de suciedad de la celda.

Era simplemente un desastre.

Abrió la llave del lavamanos, y tomo un poco de agua que llevo a su rostro el cual limpio con un poco de jabón.

También peino un poco su cabello hacia atrás, tratando recuperar un poco de su imagen y devolverse un poco de dignidad.

Tenía la liga con la que amarraba su cabello en la muñeca, la cual tomo e hizo una cola de caballo baja, tratando de mantener su cabello bien arreglado.

Volvió a mirarse en el espejo con expresión de cansancio, encontrándose su hermoso rostro de nuevo, limpio y suave al tacto.

-Ya es hora- Escucho detrás de él, mientras la puerta de la celda se abría dejando entrar a dos guardias.

Loki se dio el vuela, y se acercó a ellos, para dejar que pusieran esposas sobre sus muñecas.

Loki salió de la celda, seguido a cada lado por los dos guardias, que lo guiaron empujándolo de uno de los hombros hacia un pasillo lleno de luces de neón blancas.

Había una tranquilidad en el lugar que lo ayudo a calmarse un poco para lo que vendría en unos momentos.

Suspiro, caminando con la mayor calma y dignidad posible hacia una puerta de metal, entrando a un pasillo más limpio, tapizado con una alfombra azul oscuro y paredes beige, con ventanas de marco negro y enrejado para evitar que cualquier acusado saltara por ella.

El Omega soldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora