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«Circo»
...

Derek a veces cree que siempre estará condenado a estar rodeado de niños. Al parecer, al universo no le basta con sus hermanos menores, no, también le mando un grupo de amigos realmente bobos e infantiles.

A excepción de Boyd.

—¡Vamos! —se cuelga Erica del brazo del mayor de los Hale en el pequeño grupo —Será divertido.

—¿Se te olvido el año pasado? — cuestiona Malia, caminando unos pasos atrás.

Erica bufa, gira los ojos y suelta algo como: "Maldición, Malia, supéralo"

—Este año va a ser diferente, dejen de ser tan cuadrados. Me enteré que vendrá un circo a la feria de esta vez.

—¿Qué tienes, diez años? —El comentario de Derek hizo reír a Cora y Malia, mientras que Erica sólo se despega de él para golpearlo.

—Vamos a ir quieran o no ¿Cierto, Boyd? —el nombrado sólo alzó un pulgar en dirección a su novia, indicando que la apoyaba silenciosamente.

Derek sólo bufó y siguió en su camino a casa sin escuchar el resto de la conversación. Estaban en las vacaciones de su último año de preparatoria, no lo pasaría en una feria infantil jugando jueguitos tontos.

[Tres doritos después...]

—¡Digan Erica! —pide la rubia mientras apunta con su teléfono a los dos chicos del grupo, lista para tomarles una foto de las orejas de gatos que consiguieron en el juego de "dispara a un pato"

Derek ni siquiera está viendo a la cámara, mirando a un lado con su mejor ceño fruncido en el rostro y los brazos cruzados. Boyd, a su lado, está mirando a la cámara sin mucha emoción, tomando del refresco en su mano.

Durante aproximadamente dos semanas, el grupo de amigos no supo de Erica ni Boyd, pensando que se habían tomado un tiempo sólo para ellos como la pareja que eran. La realidad era otra.

Erica había arrastrado a Boyd esas últimas dos semanas para participar como voluntarios en la feria, ayudando a ordenar todo para la apertura y consiguiendo brazaletes VIP como pago.

Luego de todo ese tiempo, la rubia se presentó en la casa de los Hale y les arrastró hasta la feria luego de ponerle un brazalete a cada uno.

—¿A dónde deberíamos ir ahora? — pregunta Cora luego de reírse un buen rato de su hermano.

—Ya van a cerrar la feria y apenas hemos ido a la mitad de los juegos — mirando a todos lados, Erica pensó en qué juego participar antes de tener que irse.

—¿Qué tal si vamos allá? —Malia, quien como todos se estaba divirtiendo, aunque fue una de las que se quejó por ir, señala una enorme carpa.

—¡El circo! Cierto, no podemos irnos sin ver la función. Es lo nuevo de la feria este año.

—Bueno, parece mejor que los fuegos artificiales del año pasado — mencionó Cora, caminando hacia la carpa con los demás detrás de ella.

En la entrada al circo, un chico de rizos con maquillaje y traje de payaso aceptaba los boletos. Sin embargo, Cora y sus amigos entraron sin necesidad de comprar uno, gracias a Erica y sus brazaletes.

—Disfruten la función. —dijo el payaso con una sonrisa real, además de la pintada en su rostro.

En el interior de la gran carpa, los chicos subieron hasta la última fila de los asientos para el público, ya varias personas esperaban impacientes que el show iniciara.

CircoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora