Entre Corona Y Daga

Capitulo 1

CONTINUACIÓN DE "AL LADO DEL ALFA"

POV CALEB

Mis dedos juguetearon con la pata peluda del oso de felpa en mis piernas, era más que obvio que todos escuchaban el caos proveniente de la habitación de la joven princesa pero nadie se atrevía a preguntar que ocurría, vampiros cobardes en mi opinión... aunque yo no lograba darme a la tarea de tocar la puerta -Sabes... a ella le gustara verte, entra, no puedes estar aquí sentado otras dos horas- Noah me dijo con diversion, una sonrisa suave en su rostro y helado en su mano junto a una cuchara, me lo dio antes de irse.Suspire y me levante del suelo para sacudir el inexistente polvo de mis pantalones antes de unir suficiente valentía para tocar la puerta, se escucho el suspiro fuerte de Harper antes de que dijera un simple "Pase".

Apenas entre le sonreí a la chica ya estaba recostada en la cama con una almohada bastante deforme cerca, probablemente esa era su víctima -Pobre almohada, que te hizo? Quieres que la encierre en un calabozo?- no pude evitar bromear, finalmente alzó su vista hacia mi y una sonrisa temblorosa apareció en sus labios aunque sus ojos ya estuvieran hinchados de tanto llorar aún se notaban con ese brillo dulce tan característico de ella -Hola murciélago- me saludo con diversión, me senté en la cama a su lado y ella misma se sentó para abrazarme -Me dirás te lo dije?- preguntó suavemente.

-Por más que quisiera hacerlo, no me sentiría bien con ponerte en cara tus errores... así que mejor voy a estar a tu lado todo el tiempo que me necesites- alzó su mirada a mi al escucharme y sonrío suave -Gracias... aunque necesitas trabajar en hablar más humano- me dijo y finalmente le entregue el pequeño peluche y el bote de helado -Que opinas princesa? Dejarás que te consienta un poco?- ofreci a la menor manteniendo una sonrisa para intentar animarla, supe que había logrado mi objetivo cuando asintió tomando la cuchara para comenzar a comer su helado de galletas.

POV Harper

Tal y como dijo, Caleb cumplió mis caprichosos y permaneció a mi lado hasta cuando comenzamos a ver una película que el encontró interesante al nivel humano pero patetica al nivel vampiro, seguía indignado ante mi uso de la tecnología, no por que ellos no supieran de la tecnología, más bien por que la aborrecían, no entendían por que la forma de entretenimiento humano era de esa forma, tuve que recordarle que no todos tenían habilidades como las suyas.

-En mi defensa, pulga no tiene tan buen gusto en películas- dijo una voz familiar y una amplia sonrisa apareció en mis labios, me lancé encima de Camerón de inmediato y el me rodeó con sus brazos para cargarme a la cama y sentarse conmigo en sus piernas -Ya pulga... me hubieras llamado para matarlo yo mismo- dijo con un suspiro mientras acariciaba mi espalda de manera reconfortante -Perdón- le dije riendo suave aunque sentí mis ojos húmedos y me acurruqué mejor con el -Y papá?- sentí su pecho vibrar por la risa que le causó mi pregunta -Si no me equivoco el sí está planeando la muerte de un perro, creo que comienza a encontrar un tema en común con tu otro padre-.

Ambos volteamos a Caleb el cual reía por fuerza al escuchar las palabras de Camerón, finalmente bajando el volumen al notar nuestra mirada encima, aclaró su garganta con un leve nerviosismo -Perdón- dijo suave y solo sonreí.Era algo que me encantaba de Caleb, era tan serio y atento, como un perfecto caballero pero cuando se relajaba... eran los momentos más bellos el verlo salir de su papel y solo disfrutar el momento, dejarse llevar -Caleb, cierto? Si mal no recuerdo debo agradecerte por cuidar a mi pulga- Camerón le ofreció su mano, un gesto curioso proveniente del extraño de mi hermano -Es un gusto...Camerón- finalmente le devolvió el saludo y estrecharon manos antes de mirarme extrañados por mi sonrisa -Son adorables... mis dos chicos favoritos no queriendo matarse, debo admitir que se siente bien el tenerlos a ambos aquí...- confesé recostándome en la cama, ellos seguían sentados viendo atentos mi ceño fruncido -Que pasa por tu mente?- preguntó Caleb con suavidad y suspire, mis ojos siguiendo atentos el patrón dorado que decoraba el techo de mi cuarto en aquel castillo -Está mal que una parte de mi se sienta bien por que haya terminado?-.