Una semana había pasado, y ahora nos encontramos en el día antes de la fiesta. Muchas cosas habían pasado en esta semana, comenzado con Hiroki y Chiaki, que al igual que Takafumi ellos pertenecían al harén del rey, por lo tanto ellos empezaron sus clases de danza que era una obligación para cada miembro del haren, claro que ambos no estaban de acuerdo con eso, pero Yuu los convenció de que era lo mejor para no tener problemas con el rey.
Después tenemos a Kirishima y Yokozawa, que a pesar de la renuencia del doncel, el rey había logrado que ambos durmieran juntos por las noches, claro que Takafumi sólo aceptó obligando a jurar que el varón no lo tocaría y frustrado Zen acepto pues al menos estaría cerca del doncel.
Por otro lado tenemos a Asahina e Isaka, quienes se habían encargado de los arreglos y las invitaciones para la fiesta, todos los invitados ya habían confirmado su presencia y justo en ese momento se encontraban a lado del rey y el general. Todos esperando la llegada del rey de Emerald y el rey de Marimo.
- A qué hora crees que lleguen... ya estoy aburrido- se quejó Isaka pues ya llevaban esperando una hora.
- Tranquilo, de seguro ya llegaran, la carta que enviaron decía que llegarían el día antes de la fiesta en la mañana- explico Asahina que estaba a lado del trono del rey.
- Estoy de acuerdo con Isaka, esto ya se hizo eterno- apoyando se rostro en la palma de su mano, de mostrando así el aburrimiento, Zen esperaba pacientemente sentado en su trono.
En ese momento las puertas del salón del trono se abrieron dejando pasar al rey de Emerald y su reina, Takano Masamune y Takano Ritsu. Junto a ellos también se encontraban los gobernantes de Marimo, Yukina Kou y Yukina Shouta, y para sorpresa de muchos, la reina de Marimo se presentaba con un embarazo ya algo abanzado.
Ambas parejas caminaron hasta el trono, siendo seguidos por sus comitivas, cuando estuvieron frente al trono el rey se puso de pie y todos en la sala dieron una reverencia por respeto.
- Es un placer recibirlos en mi reino, espero su viaje haya sido agradable- comenzó Kirishima para darle la bienvenida a sus invitados.
- El viaje fue un poco largo pero fue relajante y ya vasta de formalidades Zen, ¿ Ya te volviste viejo y se te olvido que somos amigos?- respondió con una sonrisa Takano y al igual que Yukina abrieron sus brazos esperando un abrazo de parte de su amigo.
Kirishima entendió el mensaje y apresurado bajó de su trono y abrazo con fervor a los otros reyes.
- No te quedes ahí Kyo, deja de hacerte la víctima y ven con nosotros- esta vez fue el turno de de hablar de Yukina quién extendió un brazo hacia Ijuin y este fue a reunirse con sus amigos.
- No crees que esto es muy dramático?... la ultima vez que se vieron fue hace algunos meses- susurro Isaka a Asahina.
- Dejalos, siempre fueron algo dramaticos en estas cosas- y así todos los presentes en la habitación se quedaron esperando a que los amigos terminaran su dramático encuentro.
Cuando por fin los cuatro se separaron del abrazo, kirishima e Ijuin fijaron sus miradas en los dos donceles que eran las parejas de los reye.
- Es un gusto volver a ver a los donceles que robaron el corazón de los ancianos que están aquí- dijo con burla Zen besando la mano de ambos donceles.
- El placer es nuestro, es agradable volver a Marukawa, siempre me gustó lo calido que es su reino su majestad- habló formalmente el esposo del rey Takano, Ristu, un castaño con ojos verdes como esmeraldas, con una altura de 1, 62.
Ijuin también se acercó a ellos y beso la mano de los donceles, parandose al lado de Kirishima.
- Espero que el viaje no haya sido incómodo para usted, viendo el estado en el que se encuentra- Zen recibió un codazo en su brazo por parte de Ijuin, pues ni había sido discreto con su pregunta, ya que se refería al embarazo Shouta, reina de Marimo.
- Oh, no, el viaje fue tranquilizador, creo que necesitaba aire fresco y su reino me lo dio, pero igual agradezco su preocupación- respondió con simpleza la reina.
- Me disculpo si mi pregunta fue algo descortes, pero me tomo de sorpresa ya que la última vez que nos vimos fue hace algunos meses y no me esperaba tal cambio- se explicó Kirishima, después vio como los otros reyes se posicionaban a lado de su respectiva pareja.
- Se de lo que hablas Kirishima, yo también quede sorprendido y feliz ya que Kou pronto tendrá un heredero- hablo un con un tono triste, pero que no se dejo notar, Takano, pues el lo que más quería era un hijo.
- Tienes razón Masamune- Kirishima e Ijuin se acercaron a los reyes de Marimo y los abrazaron- Felicidades por tener a tu primogénito Kou.
- Gracias, de echo también fue una sorpresa para nosotros, no teníamos planeado tener un bebé tan pronto, pero aun así estoy feliz.
Por parte de los donceles, ellos se sentían algo incomodos pues Ritsu se había dado cuenta del tono de tristeza que había usado su esposo al hablar sobre el embarazo de Shouta y eso lo ponía triste, ya que por más que lo intentaran, Ritsu no podía quedar embarazado.
Por otro lado estaba Shouta, quién se sentía triste, no por estar embarazado, la razón era que Yukina no quería que él quedara en cinta, pues según su esposo, Yukina quería disfrutar más de su esposo y eso incluía los encuentros sexuales, ya que antes de quedar en cinta, ellos tenía sexo cada noche y siempre que acababa el acto, Yukina le daba a Shouta un té para evitar el embarazo, pero un día simplemente lo olvidaron y paso lo inevitable. Es por eso que Kou culpaba a su esposo de haber olvidado tomar el té y ahora que estaba empezando no podía tocarlo ni hacerle el amor.
- Bueno, creo que su encuentro terminara aquí, porque lo mejor es que vayan a descansar, el viaje fue largo y los donceles necesitan un respiró, así que si me permiten los acompañare a sus habitaciones- dijo Isaka quien junto a Asahina se habían mantenido al margen, pero al ver el rostro deprimido de los donceles al hablar sobre el embarazo, prefirió cortar el tema y hacer que los donceles se relajaran.
Así ambas parejas siguieron a los consejeros de Kirishima, dejando a Ijuin y Zen solos en la sala del trono.
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Por otro lado Nowaki se dirigía hacia la biblioteca, pues ya había terminado el libro que había elegido hace ya una semeana. Pero cuando entró no se esperaba ser golpeado en el rostro por un libro que había salido de la nada.
- Aghh!...- se quejó al recibir el fuerte impacto.
- Lo.. lo siento.. creí que era otra persona... enserio lo lamento- por el golpe su vista se había hecho borrosa, pero al ir quedando todo más claro vio unos hermosos ojos cajes como el chocolate, una cabellera del mismo color y un rostro angelical.
- Ay... qué paso...yo sólo abrí la puerta y después un fuerte golpe- dijo tratando de levantarse con ayuda del doncel.
- Enserio lo lamento, yo.. yo creí que era mi amigo que vino a molestar hace un momento y.. y yo le dije que si volvía le lanzaría un libro a la cara... pero..pero no me di cuenta que era otra persona y.. y ..y .. de verdad lo siento- se disculpo Hiroki haciendo que Nowaki se sentara en una silla cercana a la puerta.
- No te preocupes, el dolor ya pasó, pero dejame decirte que lanzas muy bien tienes un brazo muy fuerte- acariciando la mano de Hiroki, Nowaki hablo tratando de coquetear con el doncel.
- Veo que ya se recupero, así que lo dejo solo- Hiroki trató de alejarse de Nowaki pero este lo detuvo tomando su mano suavemente.
- Espera, lo siento si te incomode, pero viendo a un doncel tan lindo como tú y con un temperamento así se me hizo divertido molestarte un poco- dijo con una sonrisa al ver el rostro sonrojado de Hiroki- por cierto mi nombre es Nowaki, Kusama Nowaki.
- No debería decir esas cosas, con su permiso, me retiro- soltandose del agarre el doncel se dispuso a salir de la biblioteca.
- Espera!- grito Nowaki, antes que Hiroki cruzara la puerta- Al menos dime tu nombre.
Volteandose para ver el rostro de Nowaki el doncel le reprendió.
- Hiroki, Kamijou Hiroki- y así salió de la biblioteca con dirección al harén.
Y así por una simple casualidad ambos tenían una sonrisa en sus rostros.
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En otro lugar del castillo específicamente en el jardín en la parte de atrás, se encontraba Hatori buscando a algunos soldados que se supone resguardaban esa parte del castillo.
Mientras se adentraba más en el jardín los árboles aumentaban en cantidad, cuando estaba por rodear un arbol, sintió que algo, o alguien, chocó contra su pecho. Cuando bajó la mirada se encontró con un doncel en el piso que se quejaba del dolor.
- Lo siento, no me fijé por donde iba- se disculpo Chiaki tratando de levantarse, al ver esto Hatori como un caballero le extendió la mano y lo ayudo a ponerse de pié.
Cuando tuvo al doncel frente a sus ojos y tan cerca, vio esos ojos llenos de inocencia de color celeste igual que el cielo, con los cabellos, un poco revueltos por la caida, de un cafe oscuro, que rodeaban un rostro angelical e inocente.
- No se preocupe, la culpa fue mía por no haber notado a un doncel tan hermoso como tú, fue mi error.
Chiaki se sonrojo ante las palabras del varón pues nadie le había hablado de esa forma, de la vergüenza el doncel bajó la mirada y vio su cuaderno de dibujos en el suelo, cuando lo recogió se dio cuenta que el paisaje qua había hecho esa mañana, se había arruinado por la tierra que había en ella.
Hatori con curiosidad vio el cuaderno que el doncel traía y se sorprendió al ver tan bellos paisajes hechos por ese doncel.
- Son hermosos, enserio tienes talento- dijo pasando las páginas del cuaderno.
- Gra... Gracias me esfuerzo mucho en cada dibujo- nuevamente sus miradas se encontraron y ambos quedaron en silencio.
- Creo, que es momento que me vaya- rompió el silencio Hatori pues había recordado que estaba ahí para buscar a algunos soldados- pero antes me gustaría saber el nombre de un doncel tan lindo y con manos de un ángel como tú- dijo besando la mano del doncel.
- Chi..Chiaki, mi nombre es Yoshino Chiaki- respondió nervioso.
- Fue un placer haberte conocido Chiaki, mi nombre es Yoshiyuki Hatori- regalandole una sonrisa al doncel hizo una reverencia- me retiro, esperó volver a verte.
Y así Hatori se alejo del lugar dejando a un Chiaki sorprendido por todo lo que acababa de pasar, con un sonrojo se dirigió hacia el harén.
