youth ♡ [kio cyr]

CAPITULO TREINTAIUNO

NARRA QUINTON

- No sé por dónde empezar.

Al igual que yo, Cynthia parecía un poco nerviosa.

- Empieza cuando estes listo.

Mis manos comenzaron a sudar. Como cuando decidí decirle a Anthony que me gustaba. Y de nuevo, pensar en el, me armo aún más de valor.

- Mira Cynthia, eres una niña muy linda de verdad...

- No quieres hacerte cargo.- me interrumpió.

- Eh.... No, no quiero. Pero no es solo eso lo que quiero decirte. Así que te pido por favor que me escuches y me entiendas.

Cynthia solo asintió.

- Escucha. Mi vida en verdad es muy difícil. He pasado por muchas cosas malas, algunas ya las sabes. Mis padres me echaron de casa, no tengo dinero, he estado en la cárcel incontables veces, he probado sustancias ilegales. No soy una buena influencia para un niño, ni para ti. Y créeme que si hubiera sabido que tenias quince años, jamas me hubiera metido contigo, pero me mentiste. Me dijiste que tenias dieciocho cuando no era cierto. 

Hice un pequeño silencio, para continuar.

- No tengo el dinero para apoyarte. Y sinceramente, no creo que sea mío, Cynthia.

- Si lo es.

- No me interrumpas, por favor.

Ella rodo los ojos. 

- Cynthia. Estoy enamorado. Me gusta mucho una persona, y estoy luchando porque quiera tener algo más conmigo, porque él solo quiere que seamos amigos.

- ¿E-el?

- Si, el. Soy gay.- ¿Lo soy? No lo sé.

- No... No te creo nada Quinton. Eres un mujeriego, haz estado con cientos de chicas, incluso me has embarazado. No eres gay.

- Sí lo soy, Cynthia. Ese chico me gusta mucho en verdad, y esto esta interponiéndose en mi camino, lo siento. Necesito que me digas si yo soy el verdadero padre.

- Lo eres.

- Cynthia, no me jodas la puta vida. Sé que no es mío, dímelo por favor.

- Si lo es Quinton, lo siento.

En ese momento sentí una presión en el pecho, mis ojos comenzaron a arder. ¿Acaso iba a llorar? Sí, y hace años que no lo hago, ni siquiera cuándo mis padres me echaron. 

Tal vez Cynthia si estaba diciendo la verdad. Y el solo hecho de pensar que iba a estar encerrado con ella por el resto de mi vida cuidando a un bebe, en vez de vivir mi vida junto al chico que amo, me jodía.

- ¿E-estas llorando?- la voz de Cynthia parecía angustiada, pero yo no sentía el valor de subir la cabeza, me sentía débil frente a ella, no lo podía creer.- Oye, mírame.

Después de unos segundos de pensarlo, alcé la mirada.

- Y-yo... Te mentí. No es tuyo, Quinton.

¿Que?

- Cyn, no tienes que decir eso por lastima. Si en verdad es mío, tendré que lidiar con eso.

- No. Quinton, no es tuyo. Mentí para que mis padres... Olvídalo, el punto es que no es tuyo. Ya puedes irte, se libre.

- ¿Eh?, ¿De qué hablas?

- No es tu asunto.

- Puedes confiar en mí, ¿Quién es el padre?