Un chico normal, con una vida común y aburrida bajo su criterio; así era su vida desde que tiene memoria, estudiando en la Academia Kouh sin ninguna emoción o aventura en su aburrida y lenta vida. En su interior guarda una insaciable sed de aventura...
A Sonic le ha sucedido muchas cosas en su antigua vida hasta el punto que es muy difícil sorprender al Erizo encarnado en Humano; tales como transformarse en una especie de Erizo-Lobo; viajar a mundos de libros de cuentos; pelear contra entidades cósmicas o intergatalicas; vencer a Dioses Antiguos; salvar a animalitos y ha pequeños extraterrestres que posee una energía que tal vez supere hasta la energía de las Chaos Emeralds; y estropear los planes de un viejo gordo maniático que quiere conquistar el mundo para construir su Eggmaland
El punto es que aunque le haya tenido todas esas aventuras y le sucediera todo eso, le sorprendió al encontrarse a la Monja Asia en un parque después de terminar sus Clases de hoy. Su Sempai o como ella prefería decirlo no estaba con él, debido a razones de tener todo listo para transportar todo sus herramienta e inventos al nuevo taller y laboratorio recién construido
— ¿Asia? — pregunto Sonic mirando a la Monja
— ¿Sonic-san...? — la monja estaba sorprendida de ver de nuevo a ese peli-azul que estaba insegura si era un demonio o no
.
.
.
Los 2 estaban sentados en la mesa de un restaurante, después que el empleado les había traído sus comidas, cada uno un Chilidog. Como Asia no entendía el menú, Sonic pidió por ella un Chilidog. Los estaba en un incómodo silencio pero Sonic sonrió tranquilo y relajado para animar a la joven monja
— ¿Pasa algo? — cuestiono Sonic comiendo su Chilidog viendo que no había tocado su comida
— ¿Dónde... están los cubiertos? — pregunto Asia sintiendo algo de vergüenza, pero al ver la calmada sonrisa del peli-azul la ayudo a calmarse
— ¿Cubiertos? Para que tener cubiertos si puede tomar con las manos la comida más deliciosa del mundo — Sonic bromeo en un tono dándole otra mordida a su preciado Chilidog, pero habla un poco en serio
La Joven Monja un poco insegura, miro el perrito caliente sobre el plato. El peli-azul al ver que no tocaba su comida, tomo el Chilidog de Asia y se lo extendió a ella para que le una mordida, al menos una pequeña mordidita
— Vamos, una vez que lo pruebes no deseara comer otra cosa — le pidió amablemente Sonic mordiendo su Chilidog entregando una sonrisa un poco manchada por la salsa lamiéndose el labio mientras le extendida el perrito caliente
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Asia se ruborizo por el sincero y amable sonrisa del Viento Azul. Tomándose algo de comienza mordió el Chilidog que cargaba en la mano de Sonic, con eso fue una victoria para el peli-azul
— ¿Qué tal? — cuestiono Sonic sin dejar de sonreir
— ¡Está muy rica...! — exclamo Asia sonriendo dulcemente, pero su rostro puso un rostro que le ardía — ¡Pero pica mucho! — abrió la boca sacando la lengua, agitando sus manos cerca de su boca para tratar de apausiguar el ardor
