Siete colores del arcoirís | OPWeeK2020

↪💠;; día siete | violeta

Songshot + Fotografía.
Photograph - Ed Sheeran.
SanRoNa [Sanji × Robin × Nami]
Modern!AU

Besos sabor a mar.

Después de salir del trabajo, camina en línea recta y llega hasta su lugar favorito para fumar. Sube con pereza la colina y veinte minutos después, llega hasta la cima. Ahí, el precioso atardecer con tonos azules y rojos que se mezclan para crear un color violeta idéntico al que usaba su querida Robin los viernes por en la noche.

Amar puede hacer daño,
algunas veces, amar puede hacer daño.
pero es la única cosa que conozco.
Y cuando se pone difícil,
sabes que algunas veces se puede poner difícil,
amar es la única cosa que nos hace sentir vivos.

Luego, saca del pantalón la cajeta de cigarrillos. Pero, un pequeño papel cuadrado cae al suelo, se percata del detalle al instante y antes de que una fuerte brisa lo lleve volando hasta el sol, que arde como los cabellos sueltos de Nami, lo recoge con sus pálidos y largos dedos.

Guardamos este amor en una fotografía,
construimos estos recuerdos para nosotros mismos,
en donde nuestros ojos nunca se cierran,
los corazones nunca se rompen,
y los momentos se quedan quietos,
congelados para siempre.

Aparecen los tres, con unas grandes sonrisas adornan sus rostros sonrosados. Luffy les tomó la foto cuando estaban desprevenidos. Nami sale sacando la lengua y guiñando el ojo, Robin ríe suavemente y él las abraza por la espalda, totalmente feliz. Eran sus días en secundaria, cuando iban al parque a tomar helados y se desvelaban estudiando para los difíciles exámenes del profesor Smoker. Cuando la felicidad consistía en bromas de doble sentido y en esperar impaciente las horas del recreo.

Cuando él y las dos chicas, caminaban juntos por los pasillos del colegio. Fingiendo ser solamente amigos, ignorando las sensaciones que brotaban en el interior de cada uno y tocándose la espalda no por morbo, si no como una señal para demostrar que estaban presentes.

Fueron días felices...

Días que no volverían jamás.

Así que puedes guardarme en el bolsillo
de tus vaqueros rasgados,
abrazarme hasta que nuestras miradas se encuentren,
nunca estarás sola,
espérame a que vuelva a casa.

Ahora la vida los había separado para siempre. Cada uno tomó rumbo diferentes y aunque el último día escolar juraron nunca olvidarse, ahora solo eran recuerdos, recuerdos amargos que Sanji veía en los espirales que formaba el humo del cigarrillo. Las intentó buscar, pero nunca logró encontrar alguna pista sobre su paradero o alguna información que le sirviera para enterarse de cómo les estaba yendo.

Amar puede curar,
amar puede remendar tu alma,
y es la única cosa que conozco.
Juro que será más fácil,
recuérdalo con cada pedazo de ti,
y es la única cosa que nos llevamos cuando morimos.

Las amaba a las dos por igual. Cada una tenía sus virtudes, sus defectos, sus locuras y sus miedos. Pero siempre lograban animarlo, con una simple mirada, sonrisa o un beso fugaz en la mejilla. Él, que tenía el corazón roto por los problemas familiares y cientos de rechazos amorosos, fue reparado por dos hermosas jóvenes llenas de amabilidad e inteligencia, que, con unas simples palabras al oído lograban animarlo para continuar enfrentando sus problemas.