Gustabo y Horacio, agentes de secreta para el CNP por las mañanas y esbirros de la Mafia por las tardes.
Dos doble cara sin propósito que trabajan para ambos bandos complaciendo las ordenes de la Mafia y el CNP pero...¿Qué pasaría si estos quisiera...
Ayer Horacio había jalado a Gustabo al vanilla de nuevo, últimamente Gustabo se había mostrado serio y enojado además se había pasado la mayor parte del tiempo en su casa encerrado, así que Horacio lo llevó a divertirse y a ganar un poco pasta como normalmente suelen hacer.
Seguía siendo una suerte que los que los vigilaban siguieran perdiendoles la pista aunque se notaba que ya se estaban percatando de sus planes. Gustabo le había propuesto a Horacio tomar una pipa e ir a cargarse a esos tipos pero Horacio se negaba, era un suicidio pues había visto a más personas peinando la zona. ¿Acaso son los reyes de Francia para tener tanta peña vigilándolos? Era una de las preguntas que se hacía el rubio quién ya se estaba cansando de la misma mierda, podría ser provechoso tener vigilancia y protección las 24/7 pero literalmente los estaban encerrando en una jaula y aún no sabía quiénes eran los que no quitaban los ojos. Horacio parecía más molesto que Gustabo pues no podía ir a hacer cruising sin ser seguido. Habían pensado en decirle al abuelo pero no querían escuchar sus sermones de una hora en su despacho escuchandolo decir insultos de pajas.
Gustabo por empujón de Horacio terminó por acostarse con algúnos clientes, no fué como la otra vez que estaba ebrio, ahora estaba totalmente cuerdo y la noche no fue tan movida como aquélla vez. Pero aunque no fué como la otra noche se quedó con marcas en todo el cuerpo otra vez. A pesar de que Gustabo sentía cierto asco por estas situaciones está vez decidió disfrutar del momento y despejar su alborotada mente. Sin embargo podía acostarse con 100 hombres y sentirse igual de vacío así que tampoco le servía de mucho, solo para entretenerse.
Había despertado un poco tarde pero aún así decidió ponerse su uniforme e iniciar un día de trabajo normal, la mafia no los había contactado en ya un tiempo así que tampoco se preocupaba por eso. Recientemente había visto en las noticias sobre una manifestación de personas con máscara de calavera y el CNP estaba muy movido y alterado. Habría bastante trabajo con las cosas así.
Gustabo soltó un suspiro sacando su celular y enviándole un mensaje a Horacio mientras caminaba a la comisaría con ya el uniforme puesto, se había puesto una camisa de manga larga para evitar que se le vieran las marcas aunque no podía ocultar las del cuello. De igual modo a nadie le iba a importar ese detalle. Había tomado un atajo secreto que le recomendo Horacio para perder a la peña el cuál era salir por el patio y escabullirse entre los arbustos. Buen plan.
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Gustabo llegó a la comisaría encontrándose con Horacio intentando organizar la malla aunque en realidad parecía estar peleándose con el subinspector Brown. Joder, cuanto asco le daba a Gustabo escuchar a Browni, era una tortura.
Gustabo decidió ignorar y pasar de largo entrando en servicio y caminando a los vestuarios para dejar algunas cosas antes de pasar a recoger la reglamentaria.
