Oasis de girasoles (Soonhao/H8shi)

Una melodía mágica

Como costumbre me levanté y fui a comer el desayuno preparado por mi madre. Ellos se iban a trabajar por la mañana y regresaban por la noche, cansados y directos a la cama. Yo era quien hacía el almuerzo y la cena, aunque tampoco me preocupaba mucho por lo que comía.

Al llegar al instituto te vi, siempre rodeado de personas, de seguidores, tan atractivo y sonriente. Una chica se acerca y te dice algo, sonríes ampliamente para luego reír.

Tu risa es hermosa, siempre la amé. La forma en que tus ojos se cierran en dos pequeñas líneas te hace parecer adorable, aún más hermoso.

La chica se va y pronto te despides y alejas de tus amigos para ir a algún sitio. Yo te sigo observando mientras caminas completamente ajeno a mí, como si yo no fuera parte de tu mundo, y quizás eso es lo mejor.

Yo seguía allí, parado en medio del jardín de entrada, observándote como si fueras la flor más bella y reluciente, y claro que lo eras. 

-¿Cuánto tiempo te vas a tirar observando a Soonyoung mientras sonríes como un psicópata?- Sentí una voz con acento bastante conocida para mí a mis espaldas.

-Joder Jun, avisa si vienes, valiente susto me has dado, sabes que odio que me asusten.- Me coloqué la mano derecha a la altura del corazón en un intento de controlar los latidos.

-Eso te pasa por andar siempre en tu mundo de Soonyoung.- Sonrió divertido y me abrazó.

-Yo no ando en ningún mundo idiota.- Comencé a caminar hacia el interior del instituto mientras oía su estruendosa risa.

Nos encontramos a Hansol y, juntos, nos dirigimos a clase. 

Apenas podía concentrarme en la clase, no cuando Soon y yo nos quedamos hasta altas horas de la noche hablando por mensajes, preguntándonos nuestros gustos, sueños, metas, hablando de todo y de nada, importándome poco el sueño o las clases, sonriendo como un tonto cada vez que me llegaba su respuesta. Definitivamente amo a Jun por haber planeado aquella quedada.

Sin darme cuenta sonó el timbre y los tres recogimos nuestras respectivas cosas y nos dirigimos entre charlas y bromas al comedor donde cogimos nuestras bandejas para posteriormente dirigirnos hacia nuestra mesa.

Estuvimos hablando mientras comíamos hasta que llegó Soonyoung, quien se sentó a mi lado.

-Hola chicos.- Nos saludó sonriente.

-Hola Soon, ¿Tus amigos no vienen contigo?- Le preguntó Jun al mirar a sus amigos en una mesa algo lejana a nosotros.

-No, en verdad he venido aquí para llevarme a Ming a la reunión.

-¿Qué reunión?- Le pregunté desconcertado a Soonyoung.

-La de nuestros talleres. Ambos monitores tienen una noticia que comunicarnos, lo avisaron hace algunos días.

-Ming siempre está en su mundo, no se entera nunca de nada.- Ante lo dicho por Hansol le saqué la lengua, a lo que él me respondió sonriéndome inocentemente.

-Bueno, vamos Ming, no queremos llegar tarde, ya es la hora.- Soonyoung se levantó de la mesa y cogió ambas bandejas. Me despedí de los chicos y me fui con él sonriendo ampliamente.

Estuvimos todo el camino hablando sobre nuestros talleres, parecíamos amigos de toda la vida. Soonyoung era una persona más divertida de lo que creía, no paraba de hacerme reír por sus ocurrencias y bromas, hacía mucho que no me reía tanto.

Pero el buen ambiente que se había creado entre nosotros se esfumó al vislumbrar a mi profesor venir hacia nosotros. Mi cuerpo se congeló y dejé de caminar, agachando un poco la cabeza para no hacer contacto con él, esperando que pasara de largo y no me notara. Por suerte mi petición fue escuchada y pasó de nosotros para dirigirse a una profesora tras nuestra, fundiéndose ambos en una conversación que no llegué a escuchar.