La lluvia sabe por qué ┊ೃ Kookmin

✰⃡03.

Desde que Jungkook llegó a vivir en casa de su tía cuatro años atrás, compartía habitación, armario y computador con Yoongi, su primo. Pese a la diferencia de edad –Jungkook, 16, y Yoongi, 13– ambos convivían sin problemas.

Respetar los respectivos espacios y los eventuales ataques de "¡no quiero hablar, no me molestes, evapórate!" era parte de ese acuerdo táctico de convivencia.

Las burlas y la ironía formaban parte de su manera de expresar cariño y confianza.

–Yoongi, ¿ya te han hablado en tu colegio de...?

–¿De qué?

–¿De todas las cosas que te van a pasar en la pubertad?

–¿Qué pregunta de tía abuela es esa, Jungkook?

–Te lo digo enserio, ya tienes 13 y...

–¡No voy a hablar contigo de esto! Hace rato que ya sé todo lo que tengo que saber.

–¿Ah, sí? Entonces te has dado cuenta de que algunas partes de tu cuerpo han comenzado a crecer.

–¡Claro!

–Yo de estatura te veo igual, pero estoy impresionado por tu piel. Eres muy pálido, no man, que hasta pareces un fantasma. Literal te pones enfrente de una pared blanca y ni te distingo. ¿Será normal que tengas la piel así?

–Si opinas de eso yo voy a opinar de tu nariz, Jungkook, y ahí pierdes de goleada. Te voy a mostrar aquí en Internet un pajarito que me recuerda a ti...

–¿Un pajarito que te recuerda a mí? Será un águila...

–No. Mira, se llama cacatúa y tiene la nariz muy parecida a la tuya. Aparte, ¿te acuerdas cuando tenías mi edad y te peinabas con los pelos parados? Pues literal es igual a ti.

–Ya, ya, no te enfades, que yo solo he comentado de lo extremadamente rara que es tu piel. Hoy no mencionaré nada sobre tu cabeza de mandarina...

–Ya, gusano, y tú eres igual a un dedo gordo del pie. Un día de estos llamo a un programa de televisión y le diré que en mi casa vive el Hombre-dedo gordo. ¡Te vas a envolver de dinero, por feo!

–¡Dale Yoongi! ¡Llama a ese programa! Cuando tenga la cámara adelante les pediré que enfoquen a mi querido primo, que tiene manos de nena.

–¡Vas a ver, Jungkook! En un año me llegara la pubertad y con mis manos de macho te levantaré todos los novios. ¡No, perdón, corrijo! ¿Qué novios? ¡Si a ti no te miran ni las arañas, que tienen ocho ojos!

–A ti tampoco te mira nadie, renacuajo, porque con los destellos de tu piel podrías dejarnos ciegos a todos.

· ·͙ ❀ *̩̩͙˚̩̥̩̥

Y así, si el aburrimiento lo permitía, ambos podían continuar durante horas burlándose uno del otro.

Aquella tarde, sentados ante la mesa del comedor y enfrascados en las tareas del colegio, escuchaban las gotas de lluvia que chocaban contra la ventana. Yoongi mordió el lápiz y se quedó mirando a algún lugar impreciso.

–Oye, cacatúa, ¿Te has enamorado alguna vez?

Jungkook dejo de lado el cuaderno de Química y miro sorprendido a su primo por su pregunta.

–¡Ya era hora!

–¿Ya era hora de qué?, solo hice una pregunta.

–¡Ya era hora de que se te despertaran las hormonas! Tienes 13, Yoongi, y ya iba siendo tiempo de que te dieras cuenta de que en el mundo existe algo más que dormir y comer.