Frente a mí vi a un hombre. Tatuado, otro preso, lo supe porque llevaba el uniforme de las cárceles Cruz para hombres. Le llamaban Caimán, era el líder.
Estábamos en un comedor elegante, tenía una lámpara de araña que colgaba del techo y los muebles se veían de buena calidad.
C- ¿esto qué es... una puta cita? -yo le miré sin contestar cuando vi entrar a una señora.
MC- Por favor un poco de educación, son mis invitados, quitadles esas horribles esposas... Perdonad la forma en que os hemos traído a casa... pero era necesario. Vosotros no me conocéis, me llamo Magdalena Cruz. La dueña de las cárceles Cruz. Mi padre dirigió su primera cárcel en 1950 con un presupuesto de cinco mil pesetas. Ahora gestiono ochocientos millones de euros al año. Siete mil quinientos internos, más de doscientos funcionarios. Y un contrato millonario con la administración.
Yo- ¿Por qué estamos aquí?
MC- Porque soy una mujer de negocios Zulema, y mis negocios dependen de unas cárceles en calma y esa calma depende de los líderes entre los internos. Vosotros.
C- Eso le va a salir bien caro viejita... ¿qué tal ponernos en la calle?
MC- No libero presos, no reduzco condenas. No soy jueza, pero puedo hacer que vuestras vidas sean más sencillas... ¿qué queréis?
C- Yo quiero una celda pa mi solo pa rascarme los huevos como me gusta, con una televisión bien grande... que me deje entrar mis putas a los Vis a Vis íntimos las veces que quiera... porque si no descargo me pongo nervioso -dijo mirándome.
Yo- que majo...
C- Y quiero esteroides y comida decente en esa puta cárcel.
MC- Todo lo que tú puedas poner por escrito Caimán. Imagínate que es una carta a los reyes magos... ¿Y tú Zulema? ¿Qué quieres? -me quedé en silencio y nos trajeron los platos. Caimán comenzó a comer y yo dejé mi plato intacto- ¿No comes nada, Zulema?
Yo- De su plato... -intercambiamos los platos.
MC- ¿Qué es lo que deseas Zulema? ¿cuál es tu precio?
Yo- No tiene nada que me pueda interesar.
MC- Todos queremos algo...
Yo- Tiene razón, no estaría mal parar el tiempo, echarlo un poco atrás...
MC- Eso no está en mi mano... pero lo que sí puedo es trasladar a tu hija Fátima a su antigua prison.
Yo- Hay un problema, no hago tratos.
MC- Hasta un buenas noches, cada palabra que pronunciamos es un trato...
Yo- Yo no negocio, a mí no me puede comprar. -tras decir eso di un bocado al plato.
MC- Me gustas Zulema, de verdad. Tú y yo nos parecemos, pero todavía te queda mucho por aprender sobre ti misma. -tar decir eso dió un sorbo a su copa.Terminamos la comida y nos volvieron a poner el pasamontañas para sacarnos de ahí y devolvernos a la prisión.
Al entrar vi a Saray con Estrella en brazos y me acerqué a ellas. Hacía unos días había entregado dos millones de euros anónimamente para su tratamiento, para que fuera tratada por los mejores del mundo.
S- Cuidao con la cabeza -dijo dándomela.
Yo- No...
S- Sí, cógela... -me la dio con torpeza.
Yo- es que soy una madre de mierda.
S- Todas lo somos, pero lo intentamos... hoy la estoy dando en acogida... -me quedé mirando a la niña- ¿me estoy equivocando? ... Me estoy equivocando...
Yo- Lo estás haciendo bien Gitana, aunque duela... Se parece a ti...
S- Menos mal... -se la cedí- dijiste que no nos volveríamos a hablar hasta que enterráramos a nuestras hijas... ¿te acuerdas?
Yo- Nos ha sonreído la vida... nos hemos encontrado antes... te quiero gitana, no te voy a volver a dejar. -unimos nuestras frentes.
S- Ni yo a ti. -Saray era lo más parecido que tenía a una familia... las dos nos habíamos jodido, mucho.
Pero nos teníamos la una a la otra, en lo bueno y en lo malo. Nos separamos y le sonreí- Reina mora... ¿qué tal con la segurata?
Yo- ¿Con quién?
S- Con Helena, ¿con quién si no?
Yo- Con Helena no hay nada...
S- Pero te la has follao... y te salva cuando lo necesitas... ella te quiere Zule... ¿por qué no te dejas querer?
Yo- Ts... -solté una leve risa- No puedo...
S- Tienes miedo, pero mira... no la dejes escapar Zule, la paya te quiere. Te quiere de verdad... -yo le sonreí y me fuí a mi celda. Había pasado el día de aquí para allá y lo único que quería era dormir.Por la mañana salimos al patio, teníamos un rato libre entre talleres. Me senté junto a Saray en las gradas.
S- Me da mucha lastimica la Sole... que tiene la cabeza perdía perdía... pero perdía...
Yo- Ni tan mal... olvidarte de quién eres...
S- No es solo olvidarte de quién eres, es olvidarte de los tuyos... vamos que no me puedo imaginar lo que es... olvidarme de mi hija. Ahora cuento los días que le quedan pa estar con ella... cinco años... y con buen comportamiento puede que tres...
Yo- Madre mía... tú cada día más buena y yo cada día más hija de puta.
S- Es que... yo no sé si compensa ser hija de puta, Zule. Porque mira dónde estoy...
Yo- Pos donde estoy yo...
S- Pos aquí... en esta mierda... ¿a ti no se te mueve nada con tu hija?
Yo- ¿Se me mueve de qué?
S- pos cosicas... que la quieras abrazar... que la quieras cuidar, que la quieras proteger de la barbie.
Yo- Pero tú no entiendes nada... cada centímetro que me acerco a la niña es un centímetro que gana Sandoval... lo mejor que puedo hacer es mantenerme lejos...
S- Perdóname...
Yo- Tranquila...
S- ¿Y con Helena? ¿No se te mueven cosicas?
Yo- Que pesada estás con Helena...
S- Hombre, es que os veo cada ves que os miráis, que podría prenderse fuego esta puta cárcel entera... ¿estás enamorada?
Yo- No me voy a enamorar de una funcionaria...
S- Es que no te he dicho eso, te he preguntado si ya lo estás...
Yo- No...
S- Entonces ¿por qué me quitas la mirada?
Yo- Si quieres saber si estoy enamorada, la respuesta es no... me ha ayudado con las fugas y eso...
S- Vamos... que te hace tilín...
Yo- que no me hace nada...
M- Zulema Zahir, acompáñame. Tienes un Vis a Vis. -dijo Millán acercándose a mí.
Yo- yo no tengo... a ver que no tengo abogado... no tengo familia, no tengo amigos... bueno.. esta...
S- y yo estoy aquí...
M- Zulema Zahir solo hay una ¿no? Venga. -me levanté bastante sorprendida y la seguí.
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ARDER EN TU FUEGO
RomanceHelena Martín es una agente de la policía que se infiltra en Cruz del Sur, su objetivo principal es sacarle a Susana Tamayo el secreto del paradero de Amaia Jimenez, pero algo se tuerce cuando conoce a Zulema Zahir, la presa más peligrosa de las cár...