Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*

Cap. 28

Capítulo Veintiocho: Pesadilla.

Kimi

El cálido abrazo de Yoriichi por mi espalda junto a su respiración pausada y casi silenciosa me tienen envuelta en esta calidez que deseo sea infinita.

Aún siento el recorrido de sus labios sobre mi cuerpo, mi piel hormiguea a medida que recuerdo todas sus caricias y mimos.

Su amor inocente y sincero, pero a la vez inquieto fue toda una sorpresa para mí. A pesar de que ambos, sin experiencia, nos conectamos tan bien que no hubo tiempo de vergüenzas ni dudas.

Una sonrisa boba se dibujó en mis labios, casi parecía que estoy babeando.

Que pervertida...

En eso, el abrazo de Yoriichi me apegó más a su cuerpo llamando mi atención. Despacio, trate de verle sobre el hombro, pues creo haber escuchado unos quejidos de su parte.

Para mi sorpresa, el pelirrojo está teniendo una pesadilla.

Sus cejas fruncidas, su mandíbula tensa y el cuerpo con pequeños temblores era más triste de lo que parecía a simple vista.
No estoy acostumbrada a ver esta versión de Yoriichi, su rostro siempre despreocupado e imposible de leer ahora es todo lo contrario.

Intente quitarme de su agarre para despertarlo, pero apenas lo intente me sostuvo con más fuerza.

— Yoriiichiii...

Susurré apenas queriendo despertarlo despacio y no de forma brusca, pero él solo escondió su rostro en mi espalda como respuesta a mis llamados.

Poco a poco sentí que comenzaba a relajarse, su brazos que me rodeaban me estrecharon con cariño y cuidado. Su respiración volvía a ser la misma de antes.

— Lo siento—murmuró con pena, trate de girarme para verle el rostro, pero él se escondió aún más tras de mí—. Solo...solo un momento más así, por favor.

Yoriichi no es una persona que suela hacer este tipo de peticiones, y aunque lo fuera tampoco me negaría. Así que, respete lo que pedía sin hacer pregunta alguna y deje que se calmara a mi lado.

Nos quedamos en silencio siendo acompañados del calor que nos transmitiamos, el pelirrojo es el único ser capaz en la tierra de no hacerte sentir incómoda incluso cuando no sale ni una sola palabra de su boca. Al contrario, todo en él es agradable y fácil de admirar. Pero, no puedo evitar preocuparme al sentirlo tan tenso y triste.

Tras un largo silencio, él finalmente se alejó un poco de mi espalda y me dio la libertad para girarme y buscar su rostro.

Sus ojos perdidos, pero casi vueltos a la normalidad fueron los primeros en encontrarme.

— Nunca te había visto tener una pesadilla tan desagradable—dije mientras llevaba una mano a su rostro y quitaba algunos mechones que me impedían verlo con claridad.

Él detuvo mi mano inquieta para sostenerla con la suya y llevarla hasta su mejilla, primero la besó despacio y luego la volvió a apoyar sobre su piel mientras acariaba mi mano con sus dedos.

— No te quiero perder, Kimi—murmuró sin abrir sus ojos, su rostro estaba serio y determinado.

Entonces, ¿su pesadilla tuvo algo que ver conmigo?

— Pero, fue solo eso. Un sueño—añadió, aunque esto último pareció como sí esas palabrar fuesen dirigidas para él.

Una sonrisa de medio lado se dibujó en mis labios.