My Shadow [H.S] |En revisión|

Capítulo 33

¿Sabéis cuál es esa sensación cuando se te duerme una parte del cuerpo? ¿Ese hormigueo incontrolable, rabioso y hasta a veces muy placentero?

Pues esa sensación era exactamente la mía cada vez que Harry me tocaba con intenciones de deshacerse de algo que llevo puesto.

Su mano se deslizaba con decisión y sabiendo el camino; desde mi muslo hasta mi cuello, y de mi cuello hasta mi muslo.

Me posó en la cama antes de que se mantuviera así durante un buen rato, como intentando asegurarse de que no me arrepentiera de nuevo si pasaba algo.

-          “Solo di que pare si no…”fruncía el entrecejo mientras sus deliciosas palabras se escapaban de su boca. Oh Harry…

-          “No, está bien” sonreí “Solo hagamos lo que nos depare el momento”

Su cara se relajó y pude notar que en sus ojos había aún más brillo del que pude apreciar anteriormente. Le importaba, realmente le importaba. Y eso me encantaba.

Su cuerpo estaba a mi lado derecho tumbado  de lado y mirándome, con su codo izquierdo apoyado en el colchón para así con su mano sujetar la cabeza aún humedecida, pero no tan exageradamente. Ahora estaba más gracioso con los rizos a medio definir.

Lo sonreí y al instante levantó su mano, la cual acariciaba mi cuerpo, para chasquear sus dedos con gracia. Ladeé la cabeza y reí por no entender su acto.

-          “¿Qué pretendes?” dije entre carcajadas mientras le pegaba el humor

-          “¿Tú qué crees señora sabelotodo?” sonrió, haciendo presencia a sus maravillosos hoyuelos.

-          “¿Hipnotizarme?”

Su risa se pronunció aún más fuerte de lo habitual, causando que su cabeza se echara hacia atrás y me dieran ganas de besarlo de lo inocente que se veía.

-          “No necesito chasquear los dedos para que caigas en mis garras” sonrió victorioso

Vale, puede que la inocente fuese yo.

-          “Prepotente asqueroso” lo golpee de broma y actuó como si mi golpe le doliera “No en serio…” insistí

-          “Siempre, ¿Lo entendiste ya?”

-          “No” dije seria. Su cara fue un poema y no puede evitar reírme “Eres un romántico empedernido HS” sonreí

-          “Yo también estoy sorprendido de esta parte de mí” sonrió “y realmente me gusta…” deslizó su mirada de mis ojos a su mano que seguía acariciando con dulzura mi cuerpo. Mantuvo una pausa “Quiero hacerlo contigo Alexandra” me miró de nuevo. Intenso, sincero y con mucho amor en cada palabra “Quiero hacerte el amor y que tú me lo hagas a mí. Quiero sentir que me necesitas, que me quieres y me deseas tanto como yo a ti” suspiró aliviado, como si hubiera estado ocultando aquellas palabras hasta que ya no pudo más “Alexandra, quiero que seas mi primera vez”

¿Su primera vez?

No, eso es imposible. Yo sé que él ha tenido sexo, él sabe obviamente que no sería su primera vez.

Sonrió tímido al ver que no comprendía aquellas tres palabras y prosiguió.

-          “Serías mi primer amor y no una más con la que he tenido sexo. Yo siempre he follado y sinceramente es lo único que sé hacer” rió algo ¿avergonzado? “pero tú no mereces esa mierda, necesitas… bueno, necesitamos algo más que eso”

Se tumbó completamente a mi lado y acercó su boca a mi oído, de esa manera tan excitante como él hace, rozando sus labios con mi lóbulo.

-          “Alexandra, será nuestra primera vez” y me besó la mejilla durante varios segundos como queriendo demostrar su pasión por mí.

No sabía que decir. Se había abierto completamente ante mí, me declaró su mayor deseo y yo era el personaje principal.

¿Qué debía decir? Tenía que contestarlo ya… Rápido.

Claro que quería que fuese él mi “primera vez”, creo que ya lo había dejado claro pero… ¿Era yo la adecuada para ser su “primera vez”?

Me llegaron mis peores pesadillas. Realmente me sentí insignificante pensando que no me merecía tener ese privilegio. ¿Qué mierdas tengo yo para ser la indicada?

Tengo varias sombras que me perturban y sé que él también, pe…

…

¿Me estaba besando?

Se apartó de mí a los segundos.

-          “Pensabas demasiado nena” sonrió “Si no eres tú no lo será nadie, ¿Entendido?”

-          “¿Yo? ¿por qu…” me volvió a besar

-          “No hay por qué”

Y de nuevo presionó sus rosados labios contra los míos pero llevando su ternura a otro nivel; un nivel de ternura en el que apuesto que era el principio de “Hacer el amor”

Se posó sobre mí suspendiéndose para no aplastarme con ayuda de sus fuertes brazos mientras aún me besaba y ponía a cada lado se mi cuerpo sus dos piernas.

La sensación de burbujeo en la parte baja del estómago me hizo ponerme nerviosa.

-          “Tranquila” susurró él sobre mis labios

Y a solo un palmo de distancia se quedó mirándome y yo a él.

Sus rizos me rozaban la frente mientras de nuevo bajaba y me dejaba beber de su boca.

Sus manos cambiaron de posición hasta la camiseta y poco a poco la fue subiendo dejando rastro de caricias en mi piel erizada. Consiguió deshacerse de ella en un solo último movimiento dejándome de nuevo en mi sujetador.

-          “Eres la primera..” me besó “y la última…” me volvió a besar “y la de siempre”

Su cuerpo se pegó al mío por un segundo y pude notar cuan excitado estaba sobre mi estómago. Dios santo, va a suceder y realmente lo deseo porque él también lo de sea.

Será nuestra primera vez.

Una de sus manos bajaron hasta el borde de los pantalones de chándal y se introdujeron suavemente para ser descendidos. Su boca pasó a la acción hasta mi cuello y podía escuchar mejor sus besos mojados  y sonoros, haciéndome suspirar impaciente y excitada.

No pasó mucho tiempo hasta vernos de nuevo en ropa interior. “Quedaba poco para que sucediera” era lo único que podía pensar y eso me hacía ponerme más nerviosa.

¿Me dolería tanto como…?

No Alexandra, no pienses en eso… no lo estropees.

-          “No te preocupes, relájate” me dijo con su vos ronca y tranquila “siempre puedes decir que pare muñeca”

Negué.

-          “Quiero hacerlo”

Y sin más demora sus manos pasaron hasta mi espalda y deshicieron  con rapidez el broche del sujetador.