Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
Mild acudió al hospital donde Mew estaba internado.
...-¿Por qué hiciste eso?, ¿Acaso tú no has visto como estás?... Necesitas a ese omega y a su bebé...De veras no puedo creer que fueses tan tonto de echarlo de tu lado.
El alfa resopló.
-Lo hice porque no quiero que sufra más por mi culpa...No quiero que me espere, ni que se haga falsas ilusiones, quiero que sea feliz... ¿Tú sabes cómo le ha llamado al bebé?, pues le ha puesto Khalan, ¿Sabes que significa?...pues significa valiente, Mild.
-Lo sé, ese pobre omega es un hermoso tesoro, tu tesoro y tú eres un maldito necio, ¿lo sabías?, ¿Qué te hace pensar que será feliz con otro alfa?...¿acaso no te acuerdas de lo mal que lo pasó durante su embarazo?, ¿por qué crees que se le adelantó el parto?.
-¡Por mi culpa!-gruñó Mew muy molesto-...¡todo esto es por mi maldita culpa, lo sé!... ves como sigo lastimandolo, no soy bueno para él y nunca lo seré.
-No, te equivocas, amigo... Gulf lo pasa mal por estar lejos de ti, no por estar a tu lado... Piénsalo-Habló el abogado queriendo hacer entrar en razón a su amigo-... Él nunca te ha delatado, te extrañaba cuando estábais separados y se preocupó por ti... Tan pronto se enteró de lo que ocurrió vino a buscarte, aún arriesgandose con sus padres... ¿De verás estás tan ciego?...en verdad yo ya no te conozco... ¿donde está mi amigo el pura sangre?, el luchador, el guerrero, el impulsivo, ¿eh? ¿donde Mew?, ¡Dime!, ¡Dímelo joder!.- gruñó Mild también.
El abatido alfa se incorporó y entonces miró a su abogado y amigo.
-Odio que tengas razón chupatintas... ven ayúdame.... Necesito mi ropa y también que esa manada de inútiles me den algo de comer...¡me muero de hambre, joder!.
-Esta si es mi bestia-dijo feliz el más bajo mientras corría a avisar a una enfermera.
Minutos después de eso, el aroma furioso del pura sangre impregnaba ya toda la habitación y parte del pasillo, la enfermera que traía la bandeja de comida comenzó a temblar al igual que sus compañeras, las cuales vinieron para atenderlo.
A las pocas horas Mew fue dado de alta y llevado de nuevo al calabozo de la comisaría, mientras que el abogado removió cielo y tierra para así tener una buena defensa para el juicio y evitar que éste fuese a la cárcel.
Ya pronto sería y los Kanawut no cedían a pesar de que Gulf se lo había suplicado incansablemente pero a ellos les daba igual que este amase al alfa incondicionalmente, tampoco que ya tuviese a su bebé sano y los dos estuviesen a salvo.
El abogado incluso intentó contactarle muchas veces pero no lo fue posible, no le dejaron, hasta que al fin un día apareció una posibilidad de hacer y ésta fue a través de un excompañero de clase de Gulf.
Este fue a la ex-escuela del omega pues intentaba saber si había algún amigo de este que pudiese hablarle de él y así saber por donde podría encontrar a Gulf sin que sus padres influyesen.
Éste fue Champ, un omega con una gran belleza que impactó al abogado, el cual también sintió una fuerte atracción hacia este en cuanto se vieron.
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Juntos, pronto dieron con la clave pues el omega se ofreció para ir a casa de Gulf con la excusa de verlo y conocer a su bebé y entregarle así una carta.
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Hola Gulf,
No sé si te acuerdas de mi, soy Mild el amigo y abogado de Mew. Quisiera hablar contigo, es importante ya que el estaba muy mal y te dijo todo aquello porque quería alejarte y no hacerte sufrir. Es un cabezota y un tonto y no reconoce que sin ti se muere al igual que tú sin él pero te aseguro que él te adora y adora al bebé, aunque no lo exprese.
Por favor, ven a la cafetería de la esquina en la calle mayor a las cuatro. Sé que a esa hora tus padres no están y Champ les dirá que quedais allí para tomar algo y hablar de los tiempos de la escuela, te espero, por favor no faltes.
Mild.
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El omega sonrió al leer la carta, en el fondo sabía que Mew no había hablado en serio, lo conocía, sentía cuando hablaba así y cuando quería ocultar lo que en verdad quería decir.
El omega entonces vio una escapatoria, en su casa ya no era feliz y estaba cansado de ver como sus padres miraban a su bebé o se referían a él con desprecio solo por ser hijo del alfa.
Este sonrió pues estaba agradecido de la ayuda de su amigo y del abogado, pensó también que pronto obtendría la mayoría de edad y podría irse de allí, sin ningún tipo de problema.
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