Cap.5

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En un mundo alternativo...

Pov. Jin

Otro día normal y corriente en mi vida. Acabo de salir de la empresa donde trabajo y me dirijo hacia mi pisito de soltero, solo. Completamente solo. No hay ni Dios por la calle y hace tanto frío que no me siento los dedos de los pies.

Hoy ha sido un día agotador. Ayer se ve que puse mal la alarma y ésta mañana he llegado quince minutos tarde al trabajo, justo el día que tenía una reunión importante. Genial.

Son las once de la noche así que tengo que darme prisa en ir a casa y cenar si no quiero acostarme demasiado tarde. Y os preguntaréis,¿Cómo es que no hay nadie a las once de la noche por la calle? Pues resulta que vivo en una pequeña ciudad, donde encima la mitad de los habitantes son mayores de cincuenta años y que se encuentra en medio de la nada, además de que ésta ciudad es famosa no precisamente por lo segura que es. Han habido multitud de asesinatos, robos, trapicheos, peleas, violaciones, etc.

¿Porqué sigo viviendo aquí? Pues tuve unos problemillas con los papeleos de la casa de mis difuntos padres y me he tenido que hacer cargo de ella.

Faltan unas calles para llegar a casa, cuando escucho pasos acelerados, más bien corriendo, parecía que habían varias personas, pero no pude girarme a comprobarlo cuando unos brazos me atraparon por sorpresa, metiéndome en un callejón mientras una mano me tapaba la boca y otra me rodeaba con firmeza la cintura.

El cuerpo de ésta persona me acorraló en una pared del callejón y pude verlo mejor. Era unos centímetros más alto que yo, con pecho y brazos fuertes. Gracias a la leve luz de una farola que había a unos metros, podía apreciar un leve tono tostado en sus manos.

Por desgracia, la luz no alcanzaba a iluminar su rostro, que iba cubierto por una capucha negra, de la sudadera que llevaba, y un cubrebocas del mismo color. Parecía atento a los pasos de los otros dos hombres que iban alejándose corriendo, pasando de largo el callejón.

Cuando ya no se escuchaba nada fue que se giró hacia mí y me destapó la boca.

- ¡¿A dónde ibas a éstas horas de la noche por ahí?! -dijo una alterada voz algo grave y rasposa. Podría ponerle unos 25 años.

- ¿Qué?

- Es muy peligroso ir por ahí tú sólo, ¿sabes?

-¿Se puede saber quién eres?

Se quitó el cubrebocas y la capucha, dejando ver un joven rostro (bastante atractivo, a mi parecer) con gruesos labios, nariz chata y unos profundos ojos oscuros y rasgados, que me recordaron a los de un dragón. Su pelo de un llamativo color azul celeste estaba acomodado hacia atrás, con algunos mechones rebeldes que caían por los lados de su frente.

- Kim Namjoon, llámame Nam o como quieras, encantado -dijo mostrando una gran sonrisa, marcando dos adorables hoyuelos, uno en cada mejilla.

- Bueno, yo soy Ki-

- Kim Seokjin, lo sé, también sé que tienes 28 años, y que tu cumpleaños es el 4 de diciembre. Tienes un hermano mayor casado con el que no tienes contacto desde que se fue de casa, tus padres murieron en un accidente pero no te afectó mucho, ya que eran personas tradicionales y de mente cerrada con los que nunca te llevaste bien. Trabajas en una oficina, en una empresa de perfumes y cosméticos de belleza. Ahora vives a unas calles de aquí en la casa que dejaron tus padres junto a tu perro, Jjanggu, y tres petauros del azúcar: Eoumuk, Odengi y Gukmul. Te encanta el rosa, comer y cocinar, además de que se te da bien. Y te gustaría adoptar varios niños o niñas en el futuro, junto a tu pareja.¿Se me olvida algo?

- ¿C-cómo sabes todo eso?-dige con un punto de miedo en la voz.

- Podría decirse que estoy informado.

- ¿Eres una especie de espía?

- Mm...sí, algo así...

- Y...¿Porqué me...investigas?¿O porqué te preocupas por mí?

- Pues, verás... ahora mismo es un poco complicado, pero tarde o temprano lo entenderás. Mi deber es que no te pase nada, pero nunca me lo pones nada fácil, príncipe.

Se formó un silencio incómodo durante unos minutos en los que estuvimos mirándonos a los ojos, sin saber que decir, estaba como hipnotizado por sus orbes.

- Y...¿Vas a quedarte ahí parado todo el día?

-¿Eh? Oh, no, ya me voy a casa.

- Pues vamos -empieza a caminar hacia allá.

- ¿Cómo que "vamos"? ¿Piensas venir a mi casa?

- A partir de ahora viviré contigo, si no ¿Cómo quieres que te cuide?

- No tengo 10 años como para que tengas que estar viendo todo lo que hago.

- Tienes un sofá y siempre te sobra comida,¿Qué más te da que viva allí?

- Te acabo de conocer hace diez minutos, ¡Eres prácticamente un desconocido!

- ¿Me ves cara de violador?

- No, pero...es muy repentino, no sé casi nada de tí, sólo tu nombre y lo que haces aquí.

- Si vivo contigo podrás preguntar todo lo que quieras.

- Mm...vale... voy a intentar confiar en tí, pero cualquier cosa que no me parezca bien, te echo.

- Sí, sí, vamos -se encaminan juntos hacia la casa de Jin.

¿Continuará?...

Zule~💜

Cosas que me vienenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora