Prólogo

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Cuando llegó al campo seco no había ni una sola alma. Nadie en lo absoluto

La sorprendió ver como casi todo estaba tan muerto que algunas cosas de solo tocarlas se volvían polvo

Simplemente un día comenzó a llegar al campo, sin darse cuenta como, pero lo hacía más seguido que de costumbre y cada vez un tiempo más prolongado.

Lo que tardan las Margaritas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora