*Aizawa*
El profesor tenía razón, si vivía bastante cerca de mí casa, Hashida vive en unos departamentos que están a dos cuadras de mi casa, me gustaría vivir en un departamento, es pequeño y sin complicaciones.
Al contrario de mi casa, dos pisos y una azotea, y todo debía limpiarlo yo solo, incluso los cuartos de visitantes. Aunque tenía su lado bueno, esa casa algún día será mía.
Tiene tres cuartos, así que si me caso, podré tener dos hijos, o dos hijas... No, jamás en mi vida tendría dos hijas, mucho trabajo.
Este edifico daba flojera, tenía que subir unas escaleras de caracol para llegar al quinto piso donde estaba su departamento, odio este tipo de edificios. Recorrer todo el edifico dando vueltas y vueltas para llegar a tu casa o salir de ella debe ser agotador. Ojala hubiera un ascensor justo en medio, eso sería muy práctico.
Después de subir un rato, llegué a la puerta de su casa, estos departamentos parecen ser muy pequeños, tengo entendido que solo universitarios o chicos que viven solos rentan estas casas, no me imagino a Hashida-chan viviendo con alguien más tan apretada.
Toqué tres veces, pero no contestó.
-Maldita nueva- Dije entre dientes.
Del otro lado podía escuchar música y una aspiradora, sabía que estaba adentro.
Volví a tocar, esta vez con más fuerza.
-Oyeeee, Hashida-chan, abre la puerta, puedo escucharte-dije molesto.
En eso, escucho que apagan la música y la aspiradora, puedo identificar que viene hacia la puerta. En cualquier momento la abrirá.
Y la abrió, pero sólo pude ver mechones de su cabello asomarse por el pequeño hueco de la puerta, estaba detenida por una cadenita entre la puerta y la pared, pésima seguridad por cierto.
-Chico pupitre, ¿Qué haces aquí? - Preguntó ella.
"¿Chico pupitre?" - Pensé.
Vengo por que te fuiste temprano y al parecer no Iras en unos días a la escuela, te traje los trabajos del día, el profesor no quiere que te atrases- Dije serio.
-¿Alguien más viene contigo? - Preguntó nerviosa.
-No, sólo yo- Dije.
-¿Alguien más sabe donde vivo? - Preguntó con algo de miedo en su tono.
Eso me hizo sospechar un poco.
-Ehhhh, no, sólo yo, ¿Te incomoda que las personas sepan dónde vives? - Pregunté.
Un silencio incomodo invadió el ambiente antes de que ella se atreviera a contestar.
-Si, algo, por favor... Los próximos días ven solo, y... No le digas a nadie que vivo aquí, ¿Si?, solo deja el cuadernillo en el suelo, lo recogeré después- Dijo ella.
-Hashida, ¿Estas bien? - Pregunté.
-Si, si estoy bien, gracias por venir, chico pupitre- Dijo ella.
En eso, cerró la puerta de golpe, dejándome hablando solo.
-Qué rara- Dije para mí mismo.
Bajé a la primer planta y seguí mi camino a casa, eso había sido muy extraño, la actitud introvertida de esa chica me hacía sentir que no todo estaba bien con ella.
Y podía entenderlo, si es cierto lo que las noticias, sea verdad o Mentira lo que me contó mi compañera, eso debió ser una etapa difícil, la transferencia de escuela es un estrés emocional, y el cambio drástico de look. Esa chica no estaba del todo bien.
Creo que me merezco un poco que me llame "Chico pupitre". Esa chica está estresada y yo haciendo un berrinche por un asiento.
En fin, espero que se le pase pronto.
Llegué a casa y me preparé una rica comida, la ventaja de vivir solo tanto tiempo, es que se cocinar muchas cosas.
Mi teléfono empieza a sonar y es ese rubio idiota.
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Eraseeeer, abre la puerta hombre, me congelo aquí afuera.
¿Estas en mi casa?
Solo abre la puerta y ya.
Sabes que no debes venir sin avisar.
QUÉ ABRAS LA MALDITA PUERTAAAAAAAAAAA
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Colgué.
Sabía que no iba a sacarle a ese imbecil de encima, así que sólo le abrí la puerta de mi casa.
Entró, se quitó los zapatos de una forma muy brusca y se sentó en la mesa como su fiera suya.
-¿Qué huele tan delicioso? - Preguntó.
-Hombre, ¿Quién te dijo que podías venir? - Pregunté.
Me molestaba que viniera a casa sin avisar, interrumpe mi paz y tranquilidad aquí solo.
-No puedes estar solo todo el tiempo, vamos, sirveme de comer- Dijo.
Le serví algo de sopa que preparé junto con verdura y arroz que cocí al vapor, este idiota afortunado llegó a la hora de la comida.
-Te alimentare solo si lavas los platos- Dije molesto.
Hizashi me miró muy molesto antes de darle lo platos.
-Vamos, no me hagas querer volver a mi casa, justo acabo de discutir eso con mamá- Dijo el.
-¿Escapaste de casa solo por qué tu mamá te pidió lavar platos? - Pregunté.
-No sólo por eso, mamá quiere controlar toda mi vida, no entiende que yo solo soy un alma libre, que molesto es tener mamá, ¿No? - Preguntó.
-No lo sé, yo no tengo- Dije serio.
Hizashi me miró muy apenado y siguió comiendo. Mamá no murió hace mucho tiempo, pero ya no me ponía triste al recordarla. Era gracioso ver como Hizashi se quejaba de la suya.
Lo que daría yo para que ella volviera a regañarme.
-Cambiando de tema, ¿Qué opinas sobre los rumores de la nueva? - Preguntó.
-Opino qué son sólo chismes- Dije.
-Si, pero parecen ser muy convincentes, si Lía (la chismosa) dice que su prima es la presidenta de Shiketsu, debe ser cierto, ¿No? - Dijo el.
-No juguemos a un teléfono descompuesto, la única versión que cuenta es la de Hashida, ella fue quien estuvo ahí, si ella no lo dice, todo lo demás es chisme- Dije.
-Pues si, pero Hashida no ha hecho nada para desmentirlo, ¿O si? - Preguntó.
Lo miré fijo y pensé en sus palabras, tenían algo de cierto, pero solo ha estado un día en la UA. No puede desmentir nada aún. No es como que me importe mucho.
Pero a juzgar por su actitud de hace rato, tal vez tiene miedo de que yo también piense eso de ella. No parece ser una chica tonta, sin duda, sabe que todo mundo habla de ella.
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Otro día escolar acabó, eso quiere decir que debo ir a casa de Hashida-chan a dejarle los apuntes.
Pobre chica, que bueno que hoy tampoco fue a la escuela, no hablaron otra cosa que no fuera Mierda de ella. Ese rumor suyo de que se acostó con él profesor y luego lo acuso falsamente de intentar tocarla y no se que mas. Los adolescentes somos una Mierda.
Subí y subí hasta que llegué a su casa. Toqué tres veces, pero no hubo contestación.
-Hashida-chan, soy yo... Chico pupitre... ¿Estas ahí? - Pregunté.
No parecía estar ahí, pero escuchaba ruido adentro, era como un radio o tal vez un televisor, si... Ella estaba ahí, solo no quería abrirme.
-Esta bien, no importa, te dejo el cuadernillo de hoy aquí afuera, bueno... Nos vemos- Dije retirandome.
Baje y bajé hasta en el segundo puso. Fui interrumpido con una anciana que se cruzó en mi camino.
-¿Eres amigo de Yuki? - Preguntó.
¿Yuki? A Claro, el nombre de Hashida es Yuki.
-No, sólo soy su compañero, vine a traerle la tarea - Dije.
-Si vienes hasta acá, quiere decir que quieres ser algo más que su compañero, Jovencito-Dijo la anciana sonriendo.
Eso me puso un poco nervioso, lo que hizo que desviara la mirada.
-Cómo sea, por favor, no dejes de venir a visitar a Yuki, parece ser una chica ruda y antipática, pero es buena niña- Dijo la anciana.
-Vendré a traerle la tarea hasta que quiera regresar a la escuela- Dije.
-Gracias chico, ella no ha tenido nadie desde hace un tiempo, que tenga un amigo de su edad, me tranquiliza- Dijo la anciana.
-¿Cómo que no tiene a nadie? - Pregunté.
-Su mamá murió el año pasado, su padre está en prisión desde hace unos meses y... Sufrió ese terrible accidente en esa escuela de ricos, la pobre ha sufrido desgracia tras desgracia, y esos universitarios vecinos de ella no son buena influencia, no me gusta que se junte con ellos, pero no puedo detenerla, no es una niña- Dijo la anciana triste.
Así que Hashida está sola...
-Así que, joven, no dejes sola a mi niña. ¿SI? - Preguntó.
Vi a la señora a los ojos, esa cara suplicante me hizo sentir culpable, maldita sea.
-Yo... Esta bien- Dije nervioso.
