Así como comenzó la semana, la Asociación meteorológica japonesa anunció el final de una temporada lluviosa para la región de Kanto. El verano finalmente había llegado y la temperatura solo subiría de ahora en adelante. Incluso las playas repentinamente se volvieron más activas, a pesar de que la temporada de playa iniciaba la próxima semana. Sakuta había visto bastantes grupos de universitarios alrededor por visitas temporales, y la playa de Shichirigahama veía más surfistas disfrutando las olas. La mentira de Sakuta y Tomoe continuó incluso durante la vívida temporada azul de sol y mar mientras mantenían una cuidadosa distancia entre ellos como cuando recién empezaron a salir. Ellos no habían ido tan lejos como para hacer cosas de enamorados, y solamente caminaban juntos a la escuela si se encontraban en el camino, con Tomoe priorizando su vida social. Su relación ahora era conocida en toda la escuela y Sakuta a menudo tenía a sus compañeros dándole miradas curiosas como si quisieran preguntarle algo. Sin embargo, a pesar de su curiosidad, nadie tenía el coraje para ir y preguntarle. Por supuesto, ninguno de ellos pensaba que ellos eran “falsos amantes”. Obviamente, nadie pensaría que uno de sus compañeros de clase sería capaz de engañar a todos así, y nadie se salía del camino para confirmar o negar los rumores que estaban circulando. Sólo era visto como “el problema de alguien más”. Honestamente, Sakuta estaba agradecido por la falta de importancia que la gente parecía estar prestando. Tal vez a causa de eso, su preocupación sobre el ser descubiertos fue innecesaria. Aunque había otra fuente de preocupación presente en su corazón. Parecía probable que esto haya pasado por el Síndrome de la Adolescencia de parte de Tomoe y que eso no había sido arreglado conclusivamente. A causa de eso, él revisaba la fecha cada mañana cuando se levantaba y se había vuelto un hábito. Actualmente, los días no se han repetido desde el veintisiete de Junio, pero al no saber cuándo podría pasar significaba que no se podía relajar. Y ese sentimiento de inquietud no había sido suprimido incluso ahora, el cinco de Julio, una semana después de que escaparon de la repetición.
Sakuta esperó que la escuela terminara y luego visitó el laboratorio de física. —¿Estás, Futaba?—él abrió mientras llamaba a la puerta. Él la vio vestida en su bata blanca junto a la ventana, hablando con alguien en el otro lado. Esa persona estaba usando una camiseta y una pantaloneta. Era Yuuma, con una pelota de básquetbol en la mano, probablemente de camino a las actividades del club. Rio y Yuuma miraron hacia la puerta al mismo tiempo con su llegada. —Perdón por interrumpir —dijo examinando sus caras, girando luego en su propio eje y cerrando la puerta.
Iba a preguntar acerca del Síndrome de la Adolescencia pero parece que sería mejor esperar a otro día. Entonces la puerta se abrió con violencia desde dentro, una Rio en un inusual pánico la había abierto. —¡¿Eres idiota, Azusagawa?! ¡¿Lo eres, no?! Ella seguía divagando en voz baja, mirando a Yuuma de vez en cuando. El propio Yuuma estaba girando la pelota en su dedo. —Bueno, soy más idiota que tú. —No me ayudes así, Kunimi se dará cuenta. —Si él notara algo como eso, él ya se habría dado cuenta de tus sentimientos hace años. De todas formas, había una probabilidad bastante alta de que él estuviese pretendiendo no haberse dado cuenta. —Eso… sería un problema. Rio murmuró en una voz prácticamente callada, su cara instantáneamente tornándose roja. Sería muy cruel mantenerse molestándola ahora, así que Sakuta entró en el salón. —En realidad estábamos hablando sobre ti—dijo Yuuma mientras se acercaba a la ventana. —Qué cruel, insultándome a mis espaldas. —¿Es en serio que estás saliendo con Koga-san?—preguntó Yuuma directamente, ignorando la broma de Sakuta. —Lo estoy. —¡¿En serio?! —Bueno, aún es una especie de prueba. —Hmmm. Yuuma no parecía convencido, y él podía sentir ciertas dudas de Rio cuando llegó a la mitad de la conversación. Él tenía una idea de por qué Rio dudaría. Sakuta le había estado hablando sobre el Síndrome de la Adolescencia y le había dicho antes que Tomoe era el Demonio de Laplace. Aun así, ella no le preguntó más allá de eso. —Bueno, entonces debería decirte esto—dijo Yuuma, haciendo rebotar el balón en el suelo—. Es sobre Koga-san. Sakuta podía ver que Yuuma no quería decirlo.
—¿Qué pasa con ella? —Están circulando algunos rumores inquietantes. —¿Como el de ella teniendo mal gusto en hombres? Eso parecía probable, considerando la reputación de Sakuta dentro de la escuela. Los de primer año parecían haberlo superado, pero los de segundo y tercer año todavía estaban atascados en el rumor de la hospitalización. Era como una pegatina, una vez que te etiquetaban, entonces incluso al removerla, dejaría una marca detrás. —La gente está diciendo que ella es una fácil, una ramera, y que lo están haciendo como conejos. La voz de Yuuma se fue haciendo más débil a medida que hablaba, tal vez en consideración a Rio. Dándose cuenta de eso, Rio no se entrometió en la conversación y solo parecía como si ella escuchara por casualidad. —¿Qué diablos? Era la primera vez que Sakuta había escuchado eso. —Lo oí en la charla de grupo del equipo —continuó, Sakuta lo entendía más o menos—. Preguntaste por el trabajo de Yousuke-senpai, ¿no? La expresión de Yuuma era seria mientras hablaba misteriosamente sobre la fuente de esos rumores. —Las chicas también están hablando sobre eso en nuestra clase—Rio añadió despreocupadamente. Aparentemente, esto en sí era otro rumor que estaba impregnado en la escuela. Sakuta supuso que esto iba a terminar en otra situación molesta, pero no sabía qué decir, y pensó que no quería decir nada. Él probablemente debería confirmarlo con Tomoe. —Al menos te dije —dijo Yuuma. —Sí. Yuuma alzó una mano mientras se dirigía hacia el gimnasio para sus actividades de club, con Rio viéndolo irse. Sakuta no quería entrometerse así que se dio la vuelta, sacando un mechero Bursen y encendiéndolo, luego llenando un recipiente y colocándolo encima del fuego. Si los rumores se estaban esparciendo, él tenía que hacer algo. —Azusagawa, ¿qué estás haciendo? —preguntó Rio, quien había llegado al otro lado del escritorio mientras él estaba concentrado. —Por ahora, supongo que tendré un café y me calmaré. —A eso no es a lo que me refería, estoy hablando acerca de Sakurajima Mai.
Traductions in 1,2,3!!! 108 —¿Dónde está el café? No había nada que se pareciera en los cajones debajo del escritorio. —¿Se supone que significa “no preguntes”? —preguntó Rio. Sakuta abrió los cajones junto al escritorio y encontró el frasco del café en polvo— Está bien, entonces… ¿A qué viniste? —Los días no se han repetido desde entonces, así que me estaba preguntando de qué se trataba esto. El agua se había hervido así que apagó el fuego y colocó el café en el recipiente, lentamente tornándose el líquido de transparente a negro. —¿Entonces no es como dijiste antes? —¿Hm? —Esa chica de primer año con la que estás saliendo es el Demonio de Laplace —Rio se refirió a ella indirectamente, evidentemente dándose cuenta de la verdad—. Esa chica de primer año se mantuvo lanzando el dado hasta que obtuvo un resultado que le gustase. Rio rodó un dado en el escritorio, cayendo en 5, luego en 4 y luego en 2. —Así que —continuó—, desde que ella está satisfecha ahora, no necesita lanzar de nuevo. Rio paró de lanzar el dado y cayó en 1. —Aunque ella no parece darse cuenta. —Si lo hiciera, sería un demonio real. —Puedes decirlo otra vez. Sakuta sorbió su café, arrugando la nariz ante su amargo sabor. —Suena como si quisieras que pase otra vez —dijo Rio fácilmente, sacándose sus lentes. —Solo quiero que alguien me diga que no va a volver a ocurrir si no lo va a hacer. —¿Quieres volver a hacer algo? —preguntó Rio, ignorando sus palabras. Ella empezó la conversación sólo para preguntar eso. —… —Ya veo, así que quieres. —¿No piensas siquiera… “¿qué hubiese pasado si…?”? —¿Sería tu hermana para ti? Aunque intentó evadir la pregunta, Rio no lo dejó, probablemente en venganza por molestarla con Yuuma. —Sí, ¿hay un problema con eso?
Traductions in 1,2,3!!! 109 —No hay un problema con eso, es sólo que pensé que no es como tú. —No es como si realmente quisiera volver a hacerlo. —¿Qué es entonces? —Sólo quiero hacer las cosas sin tener que pensar “¿qué hubiese pasado si…?”. —Ya veo, eso es justo como tú. —Me esfuerzo para aprovechar la mayoría de las cosas que pasan. Volviendo en el tiempo… eso sólo se ve como que todas las diferentes posibilidades serán molestas y deprimentes. Rio lo ignoró y empezó a armar un quemador de gas. Sakuta arrojó el dado en el escritorio y cayó en 3. —Dime, Futaba. Ella parecía algo molesta mientras encendía la llama. Como si hubiese preguntado lo que quería preguntar y no le importase más. —¿Puedes pensar en una forma de ganar contra alguien de un club deportivo que está en mejor forma que tú? Rio dejó de moverse y solo miró en sorpresa por un momento, que luego cambió a una expresión asustada antes de finalmente reír. —Esa no es mi área. —Lo suponía. Ella ajustó el flujo de aire al quemador de gas, tornando la llama de rojo a azul. —Pero… —¿Hm? —Los humanos no son monos, pueden ganar porque usan la cabeza, ¿no? Esa era una respuesta justo como ella.
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Seishun Buta Yarou
Teen FictionSíndrome de la pubertad: ciertas experiencias poco corrientes que se rumorea en Internet que son la causa del exceso de sensibilidad e inestabilidad durante la adolescencia. Este año, Sakuta Azusagawa, estudiante de segundo en una preparatoria cerca...