La carta.

500 48 9
                                    

Las cosas se han normalizado un poco. Los chicos ya no están tan perdidos, yo he vuelto a la universidad y... Bueno. Lars y yo lo hemos dejado.

No es que no queramos estar juntos, al contrario, pero siento que si seguimos peleándonos, acabaremos mal.

En fin, hace un par de días entré en la habitación de Cliff. Los chicos aún no se atreven, pero yo tenía que hacerlo.

Hace unos meses, no me acuerdo por qué, decidimos escribirle una carta a cada persona que realmente apreciábamos quitando a nuestra familia, y dijimos que sólo las abriríamos cuando alguno de los dos muriese.

Creo que no he llorado ni sonreído tanto en mi vida. Era algo tan bonito...

Mi carta fue enterrada con él, y nadie la leerá jamás. Así lo quise yo.

Había varias cartas en un cajón: para mí, Lars, Kirk, James y Corinne. Las de los chicos no las toqué, ya que ellos no saben nada aún, y la de Corinne se la daré mañana.

Recuerdo que me dijo que se habría superado cuando todas las cartas se hayan leído del todo. Y esto es lo que decía la mía.

"Querida Carmen:

Vaya, es raro decirte esto. Bueno, si estás leyendo esto significa que estoy muerto o que no has podido aguantar y la has leído cuando no tocaba leerla (Te pegaré como haya sido así). Bueno, pues no qué decirte. Ahora mismo estás escribiendo mi carta, y aunque quiero saber qué pone, espero saberlo dentro de muuuucho tiempo o directamente no saberlo. En fin, no qué día ni qué año es, pero ahora te conozco desde hace un año. ¿Recuerdas cómo nos conocimos? Fue tipo película. Estábamos en un bar. habías quedado con un chico y yo estaba a punto de irme. Sin querer te di un golpe y se te cayeron las llaves. Me agaché para recogerlas, y cuando me levanté, me encontré con tus ojazos azules. Recuerdo tu expresión cuando me viste, y aquel '¿ eres Cliff Burton?'. Por aquel entonces Metallica no era muy famoso, y me hizo ilusión que alguien me hubiera reconocido, porque eso no pasaba mucho. No por qué decidí quedarme a hablar contigo, supongo que sería por tu preciosa sonrisa. Me caíste muy bien. A los dos meses ya eras mi mejor amiga, y así hemos llegado hasta hoy. Espero que ahora que lees esto hayamos sido mejores amigos hasta el último momento. En fin, no qué más decirte. Gracias por haber estado cuando te necesitaba, por haberme reconocido aquel día, por ser mi mejor amiga, por todo. Gracias por haber aparecido en mi vida, pequeña. Te quiero mucho, no lo olvides.

-Cliff. 18 de diciembre de 1985"

Le echo de menos, pero si he podido leerlo, es que lo he podido superar.

Te quiero, Cliff. Ojalá descanses allí donde estés.

Don't tread on me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora