Capítulo 2: Islandia.

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ELIZABETH

El viaje está siendo bastante incomodo. Al parecer el Nido de Dragones está en un importante volcán de Islandia, el Helka, en el suroeste de la isla. Al entrar desde el cráter principal puedes acceder a un túnel y allí encontraremos a los dragones, aunque nadie sabe como. Lo que hay al final de ese túnel es su secreto mejor guardado.

El avión nos va a dejar en la capital, Reyjavic  y el camino hasta el volcán lo haremos en coches alquilados. Ojalá Andrew estuviera recuperado de las heridas que le hizo su padre, así nos hubiéramos teletransportado y el viaje se hubiera reducido bastante.

 El viaje se vuelve muy incómodo cuando me toca sentarme en el asiento de en medio del avión. Justo entre Andrew y Ryan. Veo como Skylar me saluda desde el otro lado del pasillo sentada con Arael. Al menos una de las dos ha salido ganando.

Andrew no hace más que mirar por la ventana con cara de enfado y Ryan está metido en su libro sobre biología marina con demasiado entusiasmo. Mientras estoy yo en medio soportando una tensión que se podría cortar con un cuchillo, sin hacer nada. Ya me he leído todas y cada una de las revistas y eso que no estamos tan lejos de Islandia y el viaje es relativamente corto.

-Ya estamos llegando-anuncia Andrew apartándose de la ventana para que yo misma pueda ver la isla.

Es realmente preciosa la vista desde aquí. Se ve todo verde y lleno de vida. Nunca antes había estado en Islandia  y aunque solo vaya para descubrir el paradero de mi mitad me entusiasma la idea de visitar esta isla. Había visto un millón de fotos que no le hacían justicia.

-Es realmente bonito...

Ryan que había estado hasta un momento ensimismado en su lectura levanta los ojos para contemplar el paisaje. Nuestros ojos se cruzan y una sonrisa tímida asciende por su boca.

Poco después aterrizamos y nos encaminamos al lugar en el que nos vamos a hospedar. Es un castillo kesisra que se hizo hace unos doscientos años para los ascendientes de Ryan.

-¿Y tiene pasadizos secretos que conducen a un tesoro?- le pregunta Skylar a Ryan demasiado entusiasmada.

Ryan aparta un momento la vista de la carretera para mirarle y asegurarse de que está hablando enserio.

-No que yo sepa-contesta y vuelve poner su atención en la carretera mientras conduce el coche. Skylar se ha sentado delante mientras Andrew, Arael y yo nos hemos quedado atrás.

-Que aburridos eran tus antepasados.-farfulla decepcionada.

Ya es prácticamente de noche cuando llegamos .El cielo se ha convertido en un conjunto de colores pastel preciosos que chocan con las verdes colinas aumentando el contraste de colores. Hace un día de los que me encantan, no hay nubes y el sol da calor aunque corre un viento fresco.

-Ya hemos llegado-anuncia Ryan.

Una alambrada de color negro rodea una montaña con un pequeño bosque antes de llegar al enorme y bello castillo que convierte el paisaje en un cuento de hadas con sus torreones y amplias alas. Por un momento me imagino como habría sido vivir en otra época en un lugar como este. Ryan se baja del coche y abre las puertas de hierro pulido con decoraciones vegetales para que podamos cruzar a su propiedad. A pesar de los años que debe de tener está muy bien cuidado. Ryan nos ha contado que tienen cuidadores trabajando y limpiando la propiedad y el castillo. Aunque no suelen venir muy a menudo, todos los kesisra se suelen hospedar aquí cuando vienen a Islandia.

Tan solo el exterior me deja asombrada, sin embargo el interior es aún más bonito de lo que me hubiera imaginado. Altos techos con increíbles lámparas y adornos que se han conservado desde hace años me dejan con la boca abierta.

          

Tan solo en la planta baja hay uno de esos salones enormes que se usaban en los bailes, junto a un extenso comedor con una mesa de madera por lo menos para 50 personas. Y por supuesto las cocinas, que son enormes. Luego también hay una sala un poco más pequeña en comparación con el resto del castillo, pero mucho más grande que cualquier habitación de mi casa. Está llena de sillones y sofás con toques dorados y telas púrpuras.

-Según mi padre esta era la sala de las señoras, les gustaba pasar el tiempo charlando.

-Que típico-comenta Arael llevándose un merecido pequeño puñetazo de parte de Skylar y mía.

Aunque Skylar no me ha dicho nada , yo ya llevo tiempo intuyendo que le gusta Arael. Como no estoy segura de si son efectos secundarios de la poción de amor que él le dió mientras estábamos en la cueva, no me he atrevido a preguntárselo.

Una mujercita de baja estatura y ya mayor viene a recibirnos cuando entramos en la cocina.

-Hola señor. No sabía que iba a venir, si no hubiera preparado algo para comer para usted y sus amigos.

-No se preocupe Esther, ya hemos comido en la ciudad. Le ruego que no le cuente nada a mi padre sobre nuestra visita.

-No se preocupe, será nuestro secreto, pero presénteme ¿quiénes son estos muchachos y esas damas tan bonitas...?

Uno por uno nos presenta a todos, menos cuando llega el turno de Andrew que se confunde casualmente y le llama Andrea.

-Y ella es Elizabeth, mi prometida-le dice cogiéndome del hombro. Veo como Andrew cierra los puños con fuerza y le lanza una mirada asesina mientras yo saludo a la señora.

-Pero que moza más esplendida. Parece sana, seguro que tendréis unos hijos preciosos.

Aguanto la risa tras su último comentario. Me había parecido que tenía uno 50 años, pero tras este comentario adivino que tiene que tener algunos años más.

-Será mejor que os enseñe algunas habitaciones para que descanseis. Las de la segunda planta deberían de ser suficientes.

La señora nos conduce escaleras arriba mientras se levanta elegantemente el vestido para subirlas. Me recuerda a mi abuela por parte de padre, es igual de rechoncha y afable como ella.

-Dime mi señor Ryan ¿a qué hora quiere que tenga listo el desayuno?

-Nos despertaremos pronto. Tenemos un viaje largo por delante, así que sobre las siete estará bien.

Skylar y yo nos miramos con la misma cara de disgusto. Odiamos madrugar, con lo bien que se está durmiendo...

Cuando ya hemos subido, un largo pasillo se extiende enfrente de nosotros.

-Supongo que usted querrá dormir en su habitación-le señala Esther a Ryan.

-Así es.- dice abriendo la primera puerta a la derecha detrás de la cual hay una habitación enorme como la  de las películas de época.

Él deja sus maletas y nos acompaña.

-Esta para ti Elizabeth, para que me tengas cerca si me necesitas- me dice guiñándome un ojo. Después veo que mira a Andrew que le lanza puñales con la mirada.¿Ryan le está intentando poner celoso?

Genial, esta noche va a ser muy larga.

Les va repartiendo una habitación a cada uno y todas ellas son igual de majestuosas. La última de las habitaciones y la más lejana es la de Andrew, cosa que no parece hacerle mucha gracia.

-Y si me necesitáis para algo, ya sabéis donde estoy- se despide Esther antes de desaparecer tras la puerta de su cuarto.

Todos nos vamos a nuestras respectivas habitaciones a dormir. Estamos cansados y mañana nos espera un día largo. Y encima hay que madrugar gracias al maldito Ryan.

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