muñeca rota

Hanna (1 Abril 2016)

Es viernes. La primer semana de Abril, e despertado sin saber de mí, el día a sido un caos viviente casi olvido que hoy es nuestra gran fiesta de despedida en la universidad. Tomo mi celular y le escribo a Lía

Amiga, necesito que vengas a mi casa, hoy es la gran noche jaja.

Apago el móvil y entro a la ducha, me quito la pijama y abro la perilla, noto como el agua caliente comienza a caer y siento como va golpeando mi cuerpo conforme entro, mi cuerpo se eriza al momento de rozar el agua caliente, tengo mucho que pensar. Hace unos días llame a Dante, creí que había borrado su número hasta que ebria lo encontré, entonces respondió y dijo que no quería saber nada de mí. Me ha roto el corazón de mil y una formas, pero ahora tengo la vista en Jave, y eso le cambio el tablero a Dante, aunque se que Jave no me quiere a mí, pues me rechazó después de esa noche.

Salgo de la ducha y encuentro a Lía en mi habitación

-No vi cuando entraste, dúchate y yo terminaré de arreglarme.

-Te vez perfecta en toalla, si quieres así ve a la fiesta.- Se tira en la cama.

Camino hasta el baño mientras Lía rebusca entre su maleta su vestido, lleva kilos de maquillaje y herramientas para el cabello, y ni siquiera se maquilla. Entro en la habitación del armario y rebusco un vestido blanco de seda. Lo encontré en una tienda cerca de mi casa.

Lo deslizo por mis pernas y lo monto en mis hombros, tiene un escote en V y me llega a las rodillas, no muestra mucho, ni esconde todo. Me gusta mucho el color blanco, al parecer esta será mi noche y después podré mudarme a Los ángeles para cumplir mi sueño de ser una gran escritora. Salgo de la habitación y encuentro a Lía con una toalla en la cabeza. O yo me tardo mucho cambiándome o Lía se baña demasiado rápido.

-¡Carajo Hanna! Estás preciosa.

-¿Te parece? Lo compre anoche

Camino al espejo y el vestido realmente resalta mi cuerpo, veo de reojo como Lía se mete en un vestido negro, a diferencia del mío el de Lía tiene el busto cuadrado y es pegado a media pierna, estoy enamorada de su cuerpo, y aunque siempre he sido más atrevida yo, esta noche Lía me ha superado.

-¿Te gusta?

-... Eh .... Me encanta amiga. Ese vestido esta hecho para ti.

Se burla de pronto, me siento en una silla junto al espejo y comienzo a maquillar mi rostro, el blanco resalta mis ojos grises, al parecer Lía quiere aprender porque esta siguiendo mis pasos al maquillarme, sus ojos verdes son aun más llamativos que los míos , son tan verdes como los de Steve ... Steve, mi mejor amigo de toda la vida y con quien ahora estoy jugando. Eso me hace añicos pero tengo que hacerlo.

Retiro la toalla que tenía secando mi cabello y lo cepillo, tomo la plancha y alació mi cabello lo más que puedo, el cabello rubio es algo estresante porque hace lucir más blanca de lo que ya soy. Giro hacía Lía, se ha rulado el cabello negro, es fascinante ver ese cabello a los hombros, se a puesto un poco más maquillaje, pero sigue siendo natural. La ayudo a sacar un par de zapatos negros y yo alcanzo unos color rosa palo, que me sientan muy bien. Nos ponemos los tacones y bajamos al primer piso. Noto que Jave esta esperando a Lía. Lleva un pantalón negro, una camisa negra y una rosa en la mano. Ese hombre me vuelve loca, ¿No sabe usar otros colores?

-Lía .... Te vez ... Hermosa. Es para ti- Sonríe con cara de bobo.

Es obvio que esta enamorado de ella desde el primer año, su rostro casi babeando es ignorado siempre por Lía, ojalá pudiera verme de esa forma a mí, solo así sentiría que alguien me ama en verdad. 

-Oh Jave ... Gracias, es muy linda y también te ves muy guapo.- Sonríe y se sonroja

Ella también esta loca por él, pero no lo dice, ni lo dirá jamás.

-¿Nos vamos? O quieren que vomite aquí mismo con tanto romanticismo.