PARTE 22

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Ya era el último día. Los chicos se habían acercado al bazar del pueblo para comprar decoración para la noche. Tamara y yo fuimos al supermercado a por más alcohol.  Alejandro había decidido encargarse de la última fiesta, así que no me tuve que preocupar por nada. 

- No te podés poner así de guapa, rubia - Tam, se subía los pantalones. 

- ¿Y eso? - posé, como si fuera a sacarme una foto -. Si me he puesto unos trapitos...

- Que han dicho que teníamos que arreglarnos, pero parece que vas a una boda - me besó. 

- Pues tendrías que ver a Hajar, la he visto antes, ella sí que parece que va a una boda, está guapísima - me miré en el espejo, pensando qué hacer con mi pelo -. Oye, ¿a ti te gustaría casarte? - Tam me miró, riéndose. 

- ¿Con vos? - me guiñó un ojo -. Si querés te lo pido - se arrodilló. La levanté y besé sus labios. 

- Va en serio. Nunca hablamos de cosas así y luego me quejo de que apenas te conozco. 

- ¿Acaso te interesa si me gustaría casarme? - realmente saqué el tema por su comentario sobre que iba de boda, nada más. 

- Contéstame y deja de ser una idiota - volví a mi tarea de decidir qué peinado ponerme. 

- No. Me parecen una chorrada las bodas. Mucho dinero gastado para hacer oficial una unión - literal pensaba igual y me hizo ilusión -. O sea, no sé. Es como que las personas se casan y pienso que es como para demostrar que su amor va a ser para siempre. Yo quiero estar con vos para siempre y no me hace falta ningún anillo que lo demuestre, ¿sabes? - ¿qué acababa de decir?

- ¿Has dicho que quieres estar conmigo para siempre? - dejé de mirarme en el espejo para mirarle a ella. 

- Boluda, era un ejemplo. En plan que si yo quiero estar con alguien para siempre pues no me hace falta un anillo. Otra cosa son las parejas de hecho o, yo que sé, cuando tenés niños es normal que se unan por lo civil por lo que pueda pasar. ¿Tú qué opinas? 

- ¿Estás intentando cambiar de tema?

- Si te he preguntado lo mismo que vos a mí - la miré, sabía perfectamente a qué me refería. 

- Vale, o sea que si a ti, por un supuesto muy lejano, te apeteciera, que no es probable, estar para siempre, que es mucho tiempo, con alguien, que es cualquier ser humano del planeta...

- Ay, calla. Sí, lo he dicho - sonreí, contenta de conseguir mi objetivo -. Pero no te agobies que lo he dicho sin pensar. 

- ¿Te gustaría estar conmigo siempre? En plan, así, de lío - le hablaba picándola, con voz de Irene interesada.

- No estaría mal - ¿qué? Sinceramente la Irene del pasado se estaría agobiando, pero la de ahora estaba feliz de pensar que Tam quería eso -. Pero, cada vez tenemos menos de folla-amigas querida - qué quería decir. Dejé pasar el tema. Y volví a mi tarea frente al espejo. Decidí dejarme el pelo suelto -. Siempre que te digo algo de nosotras solo hablo yo. 

- Eso es mentira tía - la miré -. Yo también te digo cosas bonitas.

- A ver, decirme que me querés follar es muy tentador, pero bonito... - cogí una almohada y se la lancé.

- Eres idiota. Pues ya no te lo digo más.

- Tampoco quiero eso - me dio en el culo.

El jardín estaba muy bien decorado, la verdad. Todos iban muy arreglados. Realmente parecía que alguien se iba a casar. Los chicos habían sacado las sillas al jardín. Sí, el último día caímos en que, si en vez de sentarnos en el césped frío y normalmente mojado, nos sentáramos en sillas, nos evitaríamos resfriados, cistitis, hormigas por todos lados... Nos sentamos todos con copa en mano.

DÉJATE LLEVAR // CROANA // RHIZENE // SKAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora