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06:34 pm
— ¿Y no piensas decirle a tu mamá lo que sucedió ese día? — Preguntó un Rafael preocupado mientras caminábamos hacía su casa.
Hoy es sábado, día de descanso para mi mamá —al igual que los domingos—, donde puedo salir y hacer lo que quiera. Bueno, "Lo que quiera", que se reduce a ir a casa de Rafael
— Pues... ¿Para qué? Digo, al final no paso nada. Quizá solo estaba drogado o era un tipo raro
— ¿Y si es el tipo que toco tu puerta el otro día?
— No lo sé Rafael, ¿Podríamos ya no hablar de esto?
Me dirijo a una fiesta a casa de Rafael, al parecer cumple años un familiar suyo y me invito. No es muy apegado a su familia, así que supongo que tenerme cerca lo hará no colapsar. Además, nunca he conocido a sus padres formalmente, solo de vista y ya, tantos años de amistad... pero bueno, no lo culpo, él siempre es el que viene a mi casa. Y los días que vengo — que solo es sábado — sus papás no se encuentran
— Bueno, llegamos. Sirve que hablas con Jonathan, no sé porqué no te hablo cuando dijo que lo haría
— Si, yo tampoco sé
Entramos a casa de Rafael, había mucha gente, música, una mesa repleta de comida, refrescos, pastel, globos, todos conversando en la sala de estar
— Mamá, papá. Ella es Alessia, de la que tanto les conté, no tuve oportunidad de presentárselas antes pero aquí esta
— ¡Hola Alessia! — Contestó la madre de Rafael, alta, delgada, ojos mieles, cabello lacio y negro. Y enseguida de ella, estaba su padre, más alto que ella.
— Hola, mucho gusto — Dije mientras los saludaba a ambos
— No nos habías dicho que era tan bonita, Rafa
— Si, déjenlo así, estaré en mi cuarto y saldremos para la cena, ¿Ok?
— ¡Aún no quiero nietos! — Gritó la madre de Rafael a nuestras espaldas
Pude notar como la cara de Rafael se ponía más roja que un tomate, volteo a ver a su madre con cara de "...", es que ni siquiera sé explicar que cara puso.
Seguimos nuestro camino hacía su habitación, al entrar me senté en su cama y dejé mi celular a un lado
— Alessia...
— No te preocupes, de seguro piensan que vamos a ser novios o algo así. Obviamente eso nunca pasará — Reí — Además, ni que fueras mi tipo
— Me vas a matar por lo que hice — Se sentó a mi lado — O más bien, dije
— ¿Qué hiciste? — Pregunté, y al no obtener una respuesta, volví a preguntar — Rafael, ¿Qué hiciste?
— Mis papás me estaban presionando mucho que a quien iba a traer a la cena, que si era gay o algo parecido por no presentarles a alguien aún, que si era anormal por no sentir... me presionaron mucho y yo... — Noté que Rafael empezó a hablar sin parar, le faltaba la respiración y sus ojos estaban llorosos — Les dije que éramos novios y que tú eres mi alma gemela — Soltó al fin
Me quedé callada, perpleja. No sabía que decir, deje de mirar a Rafael para mirar al suelo. De pronto, escuche que comenzó a sollozar
— ¿Por qué... — Se recargo en mi hombro — ... lloras?
Nos quedamos así por varios minutos, yo no sabía como actuar o qué decir, no era algo tan impactante, pero me sorprendió que mintiera así, no solo a sus padres, a mí.
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Encuentrame
Science FictionDicen que en el inicio del hombre, los humanos contaban con cuatro brazos y piernas, dos cabezas y dos almas. Esto nos convertía en uno de los seres más poderosos que jamás se hayan avistado en el planeta Tierra, ni siquiera los Dioses podían descri...