Capitulo 7

85 6 0
                                    

La música retumbaba en mis oídos, mi cuerpo se movía solo sintiendo el exceso de alcohol que abundaba en mi, las risas de Rebecca y mía mientras dábamos vueltas, bailábamos al ritmo de dos chicos que estaban con nosotros, todos felices, saltábamos y gritábamos al son de la música, el raggaeton y la electrónica recorría en las venas de todos. Eran cerca de las tres de la mañana y la gente empezó a abandonar el lugar lentamente, fue entonces donde tome mi celular y caí en  cuenta de la hora aparte de las 20 llamadas perdidas de mi madre. Tome mis cosas y busque con mi mirada a Rebecca pero no la encontré, fui atrás de la casa y la vi besándose con Brad, trate de llamar su atención agitando mis manos a lo que ella entendió y rápidamente se soltó de su agarre y le dio un corto beso en forma de despedida. Ambas estábamos ebrias y sabia que no podía manejar así que uno de los chóferes de los padres de Brad se ofreció a llevarnos en mi camioneta.

Llegamos a casa de Rebecca donde logré escabullirme y llamar a la ventana de la parte trasera de la casa, como resultado una señora cuya edad denotaba gran sabiduría, abrió la puerta revelando una risa un poco burlona al ver a su nieta en tal estado, con un simple -Yo la cuido, no te preocupes- me despedí y deposité un corto beso en la frente de Rebecca que no dejaba de mirarme como si de un alienígena se tratase. 

Subí al carro lo más rápido posible que básicamente es igual a el paso de una tortuga. Por ende, el chófer me cargó y me colocó suavemente en la parte trasera del vehículo. Al llegar a casa, Carlotta bajó ante el llamado de aquel buen hombre y me subió a mi habitación; no sin antes sacar su celular y capturar mi estado de embriaguez y su risa de fondo con la cámara del teléfono . Salió de la habitación y dormí plácidamente. A pesar de mis dudas en no ir a la tan dichosa fiesta, fue una gran noche. 

El beso que me debes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora