Narra Elisabeth
Will mordió mi labio inferior, por lo que solté un gemido. Vale, este tío besaba bien... a ver, Elisa, como tú ya sabes su lengua ha pasado por todas las "tías buenas" del instituto (para mi, la gran parte también conocidas como zorras) tiene experiencia. William me agarró pegándome mas a él, haciendo que me sentase encima suya envolviendo mi pierna a su cuerpo. Nos separamos por falta de aire:
-Una semana, Elisabeth Collins. Has necesitado únicamente una semana para volverme loco y poner mi mundo del revés- dijo William y le sonreí- Para, para ya.
-¿Parar de que?
-De sonreír, porque sino me sentiré obligado a tener que besarte de nuevo porque cada vez me gustas más.
-Entonces no pararé nunca de sonreír.
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Ya íbamos William y yo de camino hacia mi casa. Andábamos lentamente, hablando de cosas sin importancia. Al principio era un recorrido tranquilo, pero después empecé a sentir... una presencia extraña, como si alguien nos observase... varias veces había mirado hacia los lados, pero nada... era muy raro...
De repente alguien lanzó una piedra que por poco me da en la cabeza. William se giró y preguntó al vacío:
-¿Quien cojones ha sido?
A mi derecha justo había un callejón oscuro entre dos casas, y sentí como alguien me agarró. Me taparon la boca y me subieron a sus hombros, dejando mis muletas en el suelo y empezaron a correr. Pataleé, pero era imposible, esos hombres parecían de hierro. Escuché la voz de William:
-¡¿Elisabeth?!
Narra William
Vi como dos corpulentos y encapuchados hombres corrían por el callejón. Me sonaban, pero iban demasiado tapados para reconocerlos. Llevaban a Elisabeth sobre sus hombros mientras corrían y de inmediato comencé a correr detrás de ellos por el callejón, pero llevaban ventaja. Después comenzó a haber varios callejones distintos y los perdí de vista. Mierda, mierda y más mierda. Sé que quieren matar a Elisabeth y soy tan gilipollas que la pierdo de vista y la secuestran. Buena, Will, buena.
Narra Elisabeth
Perdimos a Will de vista. Los corpulentos hombres seguían corriendo hasta que llegaron a un coche y me lanzaron dentro como un saco de patatas, atándome las manos una con la otra detrás de mi espalda. Los dos hombres se sentaron delante, y el que estaba en el asiento del conductor arrancó el coche y pisó el acelerador como si la vida le fuese en ello. Yo no podía hablar, por lo que intentaba hacer ruído, pero era imposible, se acabó, era el fin. Por lo menos antes de que me maten me gustaría saber quien era el que me quería matar. Ya había anochecido y en unos diez minutos llegamos a nuestro supuesto destino. Me abrieron la puerta y me cogieron otra vez como una saco de patatas para llevarme a sabe Dios donde. No me molesté en patalear porque era inútil. Entramos en un viejo edificio, estábamos en la zona donde estaba toda la chusma del barrio. Me sentaron en un sillón (por lo menos era cómodo, me secuestraban con clase) y salieron de la sala.
¿Estaba asustada? No, era raro. Pensareis ¿en serio, Elisa, te asustas para subir a una noria y cuando te secuestran sabiendo que probablemente son tus asesinos estás ahi tan pancha? El caso es que tenía sueño y mi cerebro no procesaba tanta información. Lo que me preguntaba en ese momento era: ¿Donde estaría William? Con un revuelto cerebral con el que se podría preparar sopa para zombies, los párpados comenzaron a pesarme y me quedé dormida.
Narra William
Estaba fatal. Llevaba horas dando vueltas por el barrio y sus numerosos callejones. Me sentía inútil. Habían secuestrado a Elisa y no estaba haciendo nada útil para ayudarla, solo dar vueltas como un pato mareado, pero una cosa la tenía clara: no iba a descansar hasta que la encontrase. Hoy no había ido a la reunión ¡que le follen ya a las reuniones, estoy harto! Estaba desesperado necesitaba encontrar a Elisa. Ella era fuerte, pero no podría ni escaparse ni nada por el estilo empezando porque no podría correr demasiado por su problema de respiración y que no tenía las muletas. Necesitaba encontrarla, y pronto, o sino podría ser demasiado tarde ¿Pero que iba a hacer? Había dado mil vueltas al barrio, y nada. Podría avisar a la policía... no, una tontería, no serviría de nada, hoy en día no hay policías locales decentes. Ya era tarde, noche cerrada. La madre de Eli estaría preocupada pero prefería no decirle nada, no iba a llegar y espetarle: Holaa, señora, perdone, le quería explicar que han secuestrado a su hija de camino a casa. Y la madre de Elisa diría: ¡¿Que la han secuestrado?! ¿Donde estabais? Y yo le respondería: es que entré por su ventana y luego fuimos a mi casa, donde nos estuvimos enrollando toda la tarde, y yo la venía a acompañar a casa de nuevo, nada personal. No, no podía avisar a la pobre mujer y dejarla más preocupada de lo que probablemente estará. Pero no sabía que hacer. Ya estaba cansado de andar sin rumbo. Pero no me podía ir a casa sabiendo que habían secuestrado a Elisa. Noté como mis piernas pedían a gritos que me sentase y estaba teniendo una guerra contra mis ojos, que se negaban a estar abiertos. Al mi lado había un callejón, donde había un montonazo de cartones tirados. Me tumbaría solo un rato sobre ellos, para descansar, nada más, solo unos minutos, luego seguiría buscándola. Me acosté sobre los cartones y cerré los ojos. William, solo vas a dormir un rato, nada más, tienes que buscar a Elisa...
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Heeeey! Dios mío, han secuestrado a Elisabeth y Will la busca como un desesperado. ¿Encontrará Will pronto a Elisabeth? ¿Quien la habrá secuestrado? Seguid leyendo y como siempre digo y no me cansaré de decir: votad y comentad, no os cuesta, no teneis que pagar, es totalmente gratis. Hoy quiero recomendar el libro de @EstefaniaDeWeasley titulado Bajo una luna de cristal, espero que os guste. Graciaaas por leer, os amo readers *_*
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Egocéntrico ¿Me salvarás de la muerte?
Teen Fiction¿Que me pasa? Que me quieren matar, nada fuera de lo normal ¿Quien? No tengo ni idea ¿Por que? Eso me gustaría saber a mi, eso me gustaría ¿que he hecho esta vez mal? Me quieren matar, solo yo lo sé, asi que nadie me ayuda ¿Cual es mi sentimiento ah...