La llamada

10.3K 102 45
                                    







Si cierro mis ojos puedo recordar el sabor de tus jugos en mis labios, el roce constante de los vellos de tu entrepierna frotándose pudorosos contra mi barbilla, tus delicados dedos enredándose entre mi cabello intentando atraer más mi rostro a tu sexo, y los gemidos, esos soniditos que salían de entre tus sensuales labios. Tengo la imagen grabada, tus grandes senos salían de tu suéter blanco y tu cabello estaba alborotado, te mordías el labio porque si gemías muy fuerte tus padres nos escucharían.

Te mandé un mensaje hace un par de horas, te había propuesto un rencuentro porque necesitaba sentirte contra mí, pero no contestaste.

Llevo puesto el conjunto negro que sé que te gusta, pero no tardo en sacármelo, necesito tocarme, el dolor en mi entrepierna suplica atención, agarro mi almohada, la misma sobre la que duermes cuando te quedas en mi casa, pongo una toalla y la monto, me froto contra ella de arriba abajo, empiezo a hacer círculos mientras siento como mis bragas se humedecen. Mis pezones están duros y puedo sentir la tela de mi brasier contra ellos, me lo saco mientras continuo frotando mi coño. Agarro mis rosados pezones con las yemas de mis dedos índice y pulgar, los aprietos recordando como te gusta succionarlos, la manera en que haces círculos con tu lengua mientras me miras a los ojos y frotas mi clítoris.

Estoy perdida entre mis recuerdos cuando suena mi celular, me cuesta dejar de tocarme pero no tardo en hacerlo cuando veo tu nombre iluminando la pantalla

-Perdón, perdón perdón.-dices perdonándote.

-Tranquila, está bien, lo que no está bien es que haya estado un muy buen momento hace unos segundos y me hayas interrumpido.

-Tú contestaste.-sueltas con voz nerviosa. Sé lo mucho que te pone cuando te hablo así.

-Vas a tener que solucionarlo.

-¿Qué llevas puesto?.-Me susurras mientras escucho como cierras la puerta de lo que supongo son baños públicos, vaya rubia, también estás caliente.

-Nada.

-Mmmm, eso suena muy bien, es una pena que no pueda ver.

-Eso lo podemos solucionar.-digo y enseguida envío una foto a tu teléfono.

Hay una larga pausa antes de que vuelvas a contestar.

-Aun sigues húmeda, cuéntame qué hacías cariño.

-Me frotaba contra tu almohada.

-Mmmm, para la otra podre oler tus dulces jugos sobre ella.

-SÍ.- digo sin advertir mi jadeo

-Quiero que te toques, quiero que masajees tu clítoris e imagines que lo hago yo, quiero que gimas muy fuerte cuando no puedas contenerlo más.

-Está bien...- digo suspirando mientras imagino que mis dedos son los tuyos.

-Sigue tocándote, preciosa, mete un dedo en tu rajita, muévelo y no olvides que soy yo la que quiere tocarte, no olvides que me gustarías estar ahí viendo como tiemblan tus piernas.

.Ahhhhh

-Me gustaría lamerte entera, empezando desde tu vientre y terminando en tu ano, metería mi lengua en tu interior y frotaría tu clítoris con mis dedos, te correrías en mi boca y lo tragaría, luego te besaría porque sé que te gusta probar tus jugos. Juntaría nuestros coños y me movería de arriba abajo para sentir tu humedad sobre la mía.

-Sigue, dime qué harías.- digo entre jadeos

-Nuestros pezones se frotarían mientras nos besamos, estaríamos juntas como si cogiéramos, nos correríamos una y otra vez sobre nuestros coños.

-Sí, sí, quiero sentirte.

-Usa tu almohada, cariño, frótate contra ella e imagina que lo haces sobre mi coño.

-Me vengo.- digo a la par que siento mis jugos humedeciendo la almohada.

-Ahhhhh

———————————
Cuéntenme si hay alguna fantasía sobre la que les gustaría que escribiera, todo menos: sexo con menores, familia o animales (eso no es normal)

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 22, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Relatos lésbicosWhere stories live. Discover now