Cuando Park JiMin despertó un miércoles —muy temprano— por la mañana con los ojos llorosos, dolor en las amígdalas y la nariz mucosa, supo que ése día no sería uno bueno para él. Y realmente, no estába alejado de la realidad.
Había despertado por ruidos que provenían de lo más alto de los árboles, dándose cuenta de la fuerte gripe que había atrapado, seguramente por comer helado durante la noche del martes pasado o tal vez por haber dejado la ventana abierta con sólo las cortinas cubriendolas, y es que el omega se encontraba cuestionadose el punto clave que lo llevó a tener esa fuerte y atroz gripe, llegando a la conclusión de su irresponsable proceder. Soltando un suspiro pesado se irguió en la cama con delicadeza, pues su cuerpo se encontraba cansino y adolorido, síntomas matutinos de una gripe asegurada.
Sintiendo al momento la mucosidad bajar por los dos pequeños orificios de su pequeña y ahora, sonrosada nariz. Volteó su vista hacía la pequeña mesita de noche y rebuscó con una mano entre el cajón principal donde cogió unos pañuelos higiénicos y rápidamente se los llevó a la nariz, luego de solucionar su pequeño problema matutino, comenzó a arreglarse sus cortos cabellos con su mano izquierda y por último se rascó un poco el brazo derecho soltando un fuerte bostezo.
Por otro lado, el tío materno a quien el menor consideraba un padre y gran confidente, lo esperaba detrás de la puerta tocando la misma al momento, y entrando con una sonrisa similar a la de un conejito, pero que al ver el estado del omega menor se apresuró a su lado y tocó su frente con una mueca de preocupación.
— Dios, cariño, tan sólo mírate, éstas todo agripado pequeño. Llamaré a la escuela y constataré tus faltas hasta que te recuperes.
Acarició sus dorados cabellos, el mayor con un puchero. JiMin por otro lado estornudo y se ruborizó, pues su mayor solía ser muy sobreprotector con él y además, lo trataba cómo si aún tuviera once años. Con una sonrisa forzada por el malestar reciente, el omega negó.
— Tranquilo Kookie, estoy bien... Solamente es un resfriado, apenas comienza el año, no quiero tener faltas. —Puchereó el menor.
— No pequeño, enserio, no asistirás y se lo diré a TaeTae si lo niegas. Debes estar sintiéndote tan mal, te dije que no comieras helado de noche Minnie... Ay, mi pequeñito mochi. —El mayor se acercó dándole un fuerte y reconfortante abrazó, se levantó de la cama y le sonrió triste al menor—... TaeHyung debe estar por regresar de "La oficina", le diré que traiga algunos remedios del aquelarre, las brujas y brujos de Géminis sabrán que tipo de remedio mágico usar.
El mayor pareció darse cuenta que la ventana de la habitación se encontraba de par en par y aspirando se acercó a dicha ventana, la cerró y volvió su vista al menor.
— Estoy seguro que sí, pero hasta entonces podría asistir normal a la escuela. Por cierto, ¿Has tenido noticias de SeokJinnie-Hyung? —JiMin posaba su mirada en sus manos, jugando entre ellas, claramente tenía en cuenta que el mayor había cerrado la ventana y lo más probable era que lo reprendiera, mas no fue así y el mayor tan sólo le siguió la corriente.
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- ̗̀🐺┊Rechazado por mi alfa [YM] [VK]
FantasyR. P. M. A. || ❝ Nuestro destino era el tablero, los dos éramos los jugadores de dicho juego, llevabas la ventaja... Hasta que el tablero se volvió a mi favor. ❞ ↬Por pedido de su madre, JiMin se ve obligado a regresar al lugar que lo vió nacer. Sin...