por el ojo de la cerradura
con poca amplitud
observo sin mesura
cuan grandiosa es
toda tu hermosura
que emana de las laderas
situadas en tus caderas
subiendo las montañas ...
o bajando a los valles ...
llegando a los pliegues
bajo la nariz respingona
de esos labios hermosos
sin pudor eclipsando
tus cariñosos ojos
que me miran con ternura
pues sabes que estoy
tras la cerradura