LO QUE PESA EL AMOR // NayKook

18(.-.)

JK.-.

— ¿Que ibas a comprar? —me giré, para ver como rodeaba sus ojos y suspiraba, al mismo tiempo.

— A ver que chu... te importa Jeon —avanzó si decir o volver a decir palabra.

— Yo solo te estoy preguntando —me puse a su lado— te enojas muy fácil.

— No, tú me jodes y pierdo la poca paciencia que tengo —arrugo su rostro, en molestia y apuntó a la vez— además... no solo estas preguntando, lo has hecho desde que estamos en la entrada y creo que la anciana que está al frente nuestro ya sabe que comprare pero tu no.

— Bueno mi cerebro anda en otro lado —apreté mis labios e hinche mis cachetes.

Suspiro y se paró, me detuve detrás de ella, viéndola tomar unos de las cajas con clavos y ponerlos en su canasta, luego se giró y enarco una ceja al verme— seré amable y no diré lo que pasa por mi mente, ¿es tu ex?

UY pero que delicada eres Im.

— Sí, es ella —asentí—pero no ocupa el noventa por ciento de mis pensamientos, solo el cinco.

— ¿Entonces qué es? —empezó a caminar, pasando por mi lado, saliendo de aquellas zonas y de la anciana chismosa— porque me doy cuenta que no me has llamado para comprar algo aquí en la ferretería.

Miró mi canasta la cual estaba vacía. Si quería ir a la ferretería pero no me acordaba para que iba.

— Es por que... —pensé un momento.

¿En quién pensaba?, ¿Que otra persona estaba en mi cabeza?

— Se te dificulta otra vez —sentenció y asentí— mira, ya sea cual sea tu problema, no soy psicóloga para andar y darte consejos, no soy tu amiga...

— Auch... —Fruncí mis cejas, yo la considerada una— veo que no tienes corazón.

— No tener corazón, es decirte de la A hasta la Z cuanto te odio, prenderle fuego a todo tu alrededor o simplemente herir tus sentimientos —sonrió de lado— yo tengo corazón porque todavía no he hecho eso, alguna que otra lisura que no sobrepase no cuenta.

— Pero yo pensé que éramos amigos.

— Ser amigo de un nutricionista no me parece.

— ¡¿POR QUÉ?! —abrí mis ojos, por su estúpido comentario.

Haber, mi trabajo está fuera de todo, separó todo lo que viene hacer unas horas para mi labor como nutricionista y luego ya no existe eso. Sus palabras no tiene sentido.

Porque simplemente no me dice que no le caigo.

— Odio a los nutricionista y no cambia nada.

— Pero si está yendo todo bien, no ha habido algún problema con esto... —alce mis cejas, abriendo mis ojos algo confuso. No hubo comentario— ¿Estas segura que me odias?, no soy como los demás Nayeon, y lo has visto, no he dado medicinas que no sirven, una dieta extrema que no ayuda en nadie, mi actitud ha sido muy amigable.

— Me tengo que ir —susurro— nos vemos Jeon.

Y así la vi caminar hasta las puertas de salida, viendo oscuro en las calles. Pero... alguien quería seguirla... y no entiendo por qué era esa persona.

NY.-.