Marco Asensio acaba de fichar por el Real Madrid. Guapo, joven y seguro de si mismo, pero sin suerte en el amor.
Claudia vuelve a Madrid después de pasar un año lejos de casa para retomar su vida de nuevo.
Ella, la chica rebelde. La chica prohibid...
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Claudia y Marco llegaron bastante tarde de la fiesta del Bernabeú. Fue muy emocionante la celebración y la entrega del trofeo a la afición. El campo estaba lleno y la gente parecía que no quería irse. Este año habían ganado La liga y la Champions. Merecía una celebración así de grande. Uno por uno todos los jugadores habían recibido el cariño de la afición.
El que más ovaciones se llevó, Marco, el niño favorito del Real Madrid. Había hecho una gran temporada. Y desde que Claudia estaba con él, su juego había mejorado aún más.
Claudia y Marco estaban acostados en la cama. Se habían pasado toda la noche hablando en susurros, besándose, acariciándose, sin ganas de dormir. Era la última noche que iban a pasar juntos en muchos días y no querían dormir demasiado. Habían pegado un par de cabezadas, pero se despertaban y volvían a besarse. Antes del amanecer habían hecho el amor de una manera hambrienta, desesperada, perdiéndose el uno en el otro, como si no existiera un mañana.
Ahora estaban uno enfrente del otro, sólo mirándose, como si quisieran aprenderse para siempre. Claudia le acarició la cara y lo besó muy lentamente.
- Tenemos que hacer la maleta -le dijo ella- que siempre lo dejas todo para el último momento
- Lo sé -le contestó él mientras le acariciaba la barriga y subía la mano hacia sus pechos desnudos acariciandolos lentamente.
- Y tu padre y tu hermano tienen que estar a punto de levantarse...
- También lo sé. Pero espera un poco más...quiero disfrutar de ti, de nosotros
- Mi vida, vamos a estar aquí cuando vuelvas, ¿lo sabes, verdad?
Claudia rozó sus labios unos segundos perdiéndose en su boca. Ella tenía las emociones a flor de piel e intentaba disimularlo para que Marco no se sintiera mal.
- Si...pero se me está haciendo difícil, no creas, voy a echar de menos a mi barriguita
- Anda, venga...vamos a hablar de otra cosa, ¿si? Que no quiero que te pongas más triste
- Vaaaaale, ¿de que? - le dijo él resignado
- Hummm....de las vacaciones por ejemplo. Necesito descansar. Mi niña y yo lo necesitamos
- Vale. ¿Pero, tú vas a tener vacaciones?
- Claro, pienso pedirme la baja maternal el mes que viene. Aunque trabaje algo desde casa, pero va a llegar un momento que ya no pueda tirar de mi alma...y en julio no pienso trabajar, voy a estar contigo todas tus vacaciones
- Me parece perfecto peque. Pues no sé, tampoco podemos irnos muy lejos, di tú que te pones de parto
- ¿2 meses y medio antes? Se te va la olla Marco - Claudia empezó a reír mirando a Marco. Era un exagerado
- Supongo...no sé, y si ¿nos vamos a Mallorca?
- Ay si. -dijo Claudia mientras se incorporó y se puso a dar palmitas muy contenta- ¡me apetece muchísimo!
