[1]𝒟𝓊𝓁𝒸ℯ ℳℯ𝓁ℴ𝒹𝒾𝒶 🎶 ℰ𝒹𝓌𝒶𝓇𝒹 𝒞𝓊𝓁𝓁ℯ𝓃

𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ 4

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ℕ𝕒𝕣𝕣𝕒 𝕁𝕦𝕝𝕚𝕖𝕥𝕥𝕖

"hoy sucedió algo muy raro. Estaba leyendo en mi habitación cuando de repente mi vista se nublo y mi cuerpo se quedaba rígido como una tabla.

Cuando volví a abrir mis ojos estaba en la calle, específicamente al frente de mi casa. A lo lejos vi a mi amiga jugando con su balón; una ráfaga de viento lo empujo hasta la calle, donde un auto lo arrollo.

Desperté de lo que sé que hay sido eso y vi que estaba de nuevo en mi cuarto, tenía la respiración agitada y en el libro que estaba leyendo había el dibujo de mi amiga y su balón en el momento en que este fue empujado por el viento a la calle. Deje el lápiz que estaba en mi mano–el cual antes no tenía– y observe el dibujo por un rato, tratando de entender lo que paso.

Ala mañana siguiente, fui a ver a Elizabeth y me dijo que su balón favorito, había sido arrollado por un auto esa misma mañana. Tal como lo vi, se hiso realidad".

Termino de leer la página numero 6 al mismo tiempo que la voz del señor banner pidiendo las autorizaciones resuena a lo lejos. cierro el diario y lo guardo justo en el momento en el que elle llega mi lado.

–veo que estas completa–me mira de arriba abajo con una sonrisa para después abrazarme–oí que te debes alimentar mejor así que yo seré la encargada de ver que comas adecuadamente mientras estés en la escuela–ruedo los ojos con cansancio, en la mañana había tenido que soportar que mi tía me observara todo el desayuno, cerciorando que me lo comiera todo y ahora se le sumaba Giselle. Tampoco era para tanto.

–estoy bien elle, no hay que hacer tanto drama–respondo mientras me apoyo en mi auto–solo se me olvido comer, he tenido muchas cosas en la cabeza últimamente – murmuro lo último y fijo me vista detrás de elle; Edward nos estaba viendo desde un costado de su auto. Lo saludo con una sonrisa que este devuelve de igual manera.

–viendo a Cullen– dice Giselle con una ceja alzada viendo a donde miro –¿qué te traes con el?–pregunta con una sonrisa pícara, volviendo su vista a mí. Yo la imito y me cruzo de brazos

–nada, solo lo salude– respondo simplemente

–cambiando de tema, sabes que cuando supe que venias de Francia me pregunté; ¿por qué no actúa como una? – hiso como si pensara

–porque tengo tres amigos que me dijeron que era muy francesita para vivir en New York–respondo pensando en mis chicos

–absurdo, pero no te preocupes yo la traeré de vuelta–sonríe y yo asiento de la misma manera

–hola juli– saluda Mike poniéndose enfrente de ambas, ignorando la presencia de la pelinegra. Lo saludo con una pequeña sonrisa.

–hola Mike, como estas yo muy bien– dice giselle sarcásticamente, el solo le da una sonrisa apenada encogiéndose en su lugar–pero no te preocupes ya me voy, ¡se cuándo sobro!– exclamo lo último dramáticamente, negué con la cabeza divertida–nos vemos–dicho esto se fue dejándome con el castaño.