Capitulo 576

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- Apaga eso.

Me quejo del sonido incesante de su alarma. Refunfuña perezoso, pero lo hace, incorporándose para darse una ducha. Me giro dispuesta a volver a dormir hasta que recuerdo el mensaje que ignoré ayer por estar tan a gusto entre sus brazos y ahora la curiosidad me puede.

V: "Estarás dormida, ¿no?"

V: "Siento las horas"

V: "Ingresaron al padre de Asier otra vez"

V: "He dejado a Carla con mis padres, creo que vamos a quedarnos aquí"

V: "Vale, no molesto más, lo siento, salí a fumar y me apetecía hablar"

- Joder... ¡joder, joder, joder!

Golpeo la cama con el puño repitiendo la exclamación.

- Vero.

Por suerte no tarda en cogérmelo.

- Lo siento.

V: No, yo lo siento, sé que era tarde, es que...

- ¿Cómo esta?

La interrumpo interesándome por la salud de su suegro.

V: Lo estabilizaron.

Suspira contrariada.

V: Esa maldita enfermedad.

Guardo silencio, atenta a lo que sea que quiera decir. Está en lo cierto, es una maldita enfermedad.

V: Esta acabando con él... y de alguna forma con los que estamos cerca.

- Tenéis que ser fuertes Vero. Tú más que nadie, Asier te necesita a pie del cañón.

V: Lo sé.

Su silencio me dice que busca las palabras adecuadas en la retahíla que desarrolla en su cabeza.

V: ¿Por qué la vida es tan injusta?

Se queja.

V: Vaya meses de mierda... Que es un buen hombre, Malú.

- Ya lo sé, corazón.

No he tenido la oportunidad de conocerle personalmente, pero he oído hablar muy bien de él.

- Y nadie merece vivir lo que estáis viviendo.

Coincido en que a veces el destino nos da bofetadas sin alguna explicación.

V: Tengo que dejarte. Viene el médico.

- Llámame luego.

Le pido cortando la llamada y quedándome con un amargo sabor de boca.

+ Pensé que estarías dormida.

Deja un beso en mi frente al salir del baño.

+ Tienes mala cara.

- Ingresaron al padre de Asier.

+ Jo, ¿Otra vez?

Asiento.

+ Voy a llamarle de camino al curro. ¿Cómo está?

- Estable. Vero me ha dejado para hablar con el médico.

Bufa triste. Para nadie es buen trago recibir esta noticia de buena mañana.

+ ¿Quieres una tila?

Me ofrece dulcemente. Niego con un gesto.

- Voy a despertar a las chicas.

El cariño de nuestras hijas siempre me hace sentir un poquito mejor y aunque es el quien las llevas al colegio, no pierdo oportunidad de echarles una mano y desayunar juntas.

- Buenos días.

Saludo a Alba que está por salir.

A: Buenos días.

Besa mis mejillas.

A: Ya me voy.

Anuncia.

A: Y regreso tarde.

Comenta con un camuflado nerviosismo en la voz.

Solo el amor nos salvará (tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora