Museo.

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"Lo sé, sólo somos inútiles formas de la materia, pero bien sublimes"

Stéphane Mallarmé

Disclaimer: Los personajes de la siguiente historia, no me pertenecen, únicamente escribo aquí,mostrando mi amor hacia ellos.

Este fanfic participa en el Fictober organizado por "Akumas de Hagoromo".

Octubre 5.

Cada año, llegaba una nueva exposición al museo de la ciudad, y la universidad de Konoha, al tener firmados convenios con el museo, organizaba visitas guiadas a sus estudiantes. Este año, la exposición llevaba por nombre "La edad antigua y las primeras civilizaciones" y aunque si bien, era un tema interesante, no era la principal razón por la que los estudiantes estaban emocionados.

Las visitas al museo, solían ser una fecha favorita por los jóvenes, debido a que se convertía en una especie de "salida de amigos" o un "fin de semana largo", pues si bien, debían estar todo el recorrido de la exposición, después de eso podían tener el día libre para lo que quisieran. Además, siempre los recorridos eran en viernes, por lo que resultaba aún mejor.

Los docentes en cambio no gozaban del mismo beneficio que los estudiantes, debían acompañar a sus distintos grupos al museo cuando llegaba el día. Debido a que siempre tomaban el mismo recorrido junto con todos sus alumnos, la gran mayoría de los profesores, podrían decir que se habían aprendido de memoria la explicación de tanto oírla, por lo que era normal que a veces se distrajeran con otras cosas, como la misma platica entre colegas, tal y como estaba ocurriendo en ese mismo instante con Itachi Uchiha.

El joven profesor de filosofía, había llegado desde temprano al museo, cubriendo las horas de docencia en la galería, para tomar lista a sus grupos. Ya llevaba varias veces recorriendo las instalaciones del lugar, aunque eso no le molestaba, siempre lograba encontrar nuevos datos interesantes, dejándose cautivar por el saber y el querer comprender, logrando ver las cosas desde diversas perspectivas, al fin de cuentas, un estudioso de la filosofía.

Ya se encontraba en el recorrido del último de sus grupos, terminando aquello podría retirarse junto con Rin quien también se encontraba con los últimos estudiantes de su jornada laboral, aunque era una lastima que no les tacará caminar por el lugar juntos. Sin embargo, las cosas no estaban del todo mal, su grupo se había terminado uniendo con el de uno de sus colegas, por lo que ahora podía platicar un poco con su compañero mientras vigilaban a sus grupos.

—Te lo juro, Itachi. No vuelvo a comprar libros en línea —dijo su colega en voz baja para no interrumpir al guía que daba el recorrido, dando la conclusión de todo lo que le acababa de contar minutos antes.

—Iba a decir que tal vez solo fue una mala experiencia, pero siempre te termina sucediendo lo mismo. Amigo mío, no estas hecho para las compras por internet —respondió a su colega.

El profesor que caminaba a lado de Itachi, solo sonrió con resignación a su fallido destino de las adquisiciones online y negó con la cabeza, en una mímica exagerada. Ambos se quedaron en silencio unos minutos, dejando que la voz del guía fuera la única que captaran sus oídos, hasta que, al girar la cabeza hacia un lado, el Uchiha viera una pequeña maqueta de las pirámides de Egipto.

Por algún motivo se quedo absorto en aquellas figuras a escala, dando unos pasos más para acercarse a estas y mirarlas detenidamente.

—Es curioso, ¿No crees? —Pregunto Itachi a su colega, quien había llegado a su lado, después de ver al Uchiha tan ensimismado.

—¿Qué de todo? ¿El misterio tras cómo se construyeron las pirámides o todo lo que implica la cultura egipcia?

El joven de finas hebras negras, al escucharle, giro la cabeza de inmediato hacia su compañero y solo sonrió antes de volver a caminar para seguir a sus grupos.

—Todo en realidad, el conjunto de las cosas y del mismo hombre, el gran misterio de la creación y propósito del ser humano, así como su acelerada evolución hasta nuestros días. Es decir, somos simples entes coexistiendo en el universo y a pesar de eso, hemos logrado descubrir tantas cosas.

Si desapareciéramos del planeta, seguramente habría más bien que mal, de cierta forma somos innecesarios, pero a pesar de eso, nos creemos irremplazables, porque lo somos...somos como obras de arte, no las necesitamos, pero las necesitamos.

Apenas termino de hablar Itachi, su compañero emitió una risita suave, no de burla, mas bien como de sorpresa, porque eso había sido, Itachi Uchiha siempre lograba sorprenderle en sus palabras.

—Había olvidado que estaba con un doctor en filosofía —comento a Itachi, bromeándole antes de continuar—. Supongo que toda esa belleza creada y a su vez la imperfección del hombre, se debe al paso del tiempo, así como al conjunto de acciones de varios individuos, no es trabajo de un solo sujeto; al final, una sola persona no basta para que el tiempo deje de fluir, no tiene el poder suficiente.

Antes de Itachi poder contestar, se encontraron al final del recorrido, sus alumnos se comenzaron a retirar y entre la gente, una cabellera castaña que le hizo sonreír, apareció.

—Y, aun así, una sola persona tiene el poder suficiente para alterar todos nuestros sentidos, simplemente para querer apreciarla, como toda una exhibición de arte— Terminó por decir a su colega, antes de despedirse de él, para ir con Rin quien le esperaba.

Autor. J.Bleau

Fictober 2020: Letras como estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora