El omega del Emperador

Coronación

En el Palacio, Dominic andaba como loco buscándole.

No había podido ir tras de el apenas cruzo la puerta, por que fue llamado por su padre para determinar los últimos por menores de la coronación.

Después de ello, estuvo sosteniendo conversaciones con cada uno de los Emperadores visitantes. Parecía que todo el mundo se interponía en su búsqueda.

Al encontrar al soldado que siempre le acompañaba, este con miedo le dijo que después de ir al harem, no había vuelto a ver a Michael.

Dominic temblaba de la ira. Quería asesinarle ahora mismo, pero no podía hacerlo por que tenia a todos los ojos mirándole.

Sin mas remedios, fue al ultimo lugar que Michael visito...el Harem.

Sara que bailo de alegría, se lanzo a sus brazos ni bien entro.

"Mi Majestad, no esperaba su visita"

La complacencia y alegría de Sara, le hacían doler el estomago. Alejandose de ella, le pregunto sin rodeos.

"Sabes donde esta tu hermano?"

Sara que se mostró preocupada, respondió de una manera tranquila,

"El vino a visitarme, estuvimos hablando por mucho rato... lo siento Mi Majestad, no pude callarme y le conté que había dormido con usted [Dominic apretó sus punos] después de eso, me felicito y me dijo que se iría del palacio. Pero luego de ello, no dijo nada más"

"Menciono cuando se iría?"

Sara sonrió,

"Si... Pero no fue una respuesta certera, dijo que el día de la coronación o tal vez días antes. ¿Se ha marchado?"

Dominic guardo silencio. Quería pensar que no lo había hecho.

Pasando sus manos por el rostro, escupió una maldición y salido del harem.

Despues de buscar en los alrededores, regreso al cuarto de Michael pensando que este estaría allí.

El cuarto estaba vacío.

Solo el olor a Jazmines permanencia en el.

Desesperado, empezó a buscar en los cajones, pero no había nada. Estaba perdiendo la fe hasta que un pequeño diario salto a la vista.

Pensando que tendría la ubicación de Michael, lo tomo cuidadosamente y lo empezó a leer.

La carta que estaba al inicio, le hizo imposible girar la mirada.

"Pero...porque Michael tiene algo como esto"

Susurro.

Ignorando las primeras partes, las cuales hacían referencia a la historia de los Omegas y algunos datos de la familia Paterson, salto al reconocimiento de un Omega, al parecer la única forma de reconocerles era esperar hasta que se presentase su ciclo de calor y liberasen sus feromonas.

Asimismo, mencionaba que las Omegas desde jóvenes eran llamativas y tenían plenamente desarrollado su cuerpo a la edad de 15 años, fecha en que ocurría su primer celo, ya que esto facilitaba la fecundación y tenencia a termino del Feto. Si no tenían buenas caderas, seria imposible el nacimiento y control de un Alfa.

Este descubrimiento, le hizo sentir escalofríos. Si esto era verdad, Sara no era una Omega y su padre no se había percatado, porque Lucia había mentido sobre la edad de Sara.

Pero,

porque mi padre no me dijo apenas se dio cuenta de la edad de Sara?

Millones de respuestas llegaron a su cabeza, pero viendo donde se había encontrado el libro, parecía que la información de los Omegas no había llegado a sus manos.

Preocupado por los descubrimientos. Trato de recordar los sucesos de la noche, mientras cerraba sus ojos en la búsqueda de memorias, se acordó de que no había dormido con Sara. Esta le esperaba desnuda, pero el no había reaccionado. Antes de marcharse, esta le abrazo y le pidió disculpas.

Luego, había bebido un poco de agua y se había quedado dormido.

Enojado, pensó en tirar el libro al suelo. Sara le había engañado.

Pero ello no era importante ahora.

Al bajar su mirada, encontró las notas finales

"Pese a lo anterior, el Omega masculino se reconocerá no solo por su belleza y magnetismo, sino también por sus feromonas dulces, cítricas y con aromas florales.

Como son una manera de atraer a los machos, a diferencia de las mujeres Omega, podrán ser percibidas incluso si el Omega no esta en celo. Su concentración variara acorde al ciclo de calor."

Dominic que leía y releía ese párrafo, no lo podía creer. Si todo era cierto, Sara era Beta por el desarrollo tardío de su cuerpo y Michael era el tan ahnelado Omega Masculino.

Su cabeza daba vueltas.

Todo tenia sentido.

[...]

Consternado, mando a todos los soldados a buscarlo.

Paso toda la noche esperando noticias de Michael, pero nadie sabia de el. Parecía que se lo había llevado el viento.

Se estaba volviendo loco. Debía dormir y participar de las reuniones diplomáticas, pero no tenia cabeza. El rostro de Michael aparecía con solo cerrar los ojos.

Tragando sus lamentos, se organizo y salió a cumplir con sus obligaciones.

[...]

Los dias seguian pasando y no habian noticias.

Noche, tras noche, esperaba por Michael.

La desesperación empezaba a rondar su cabeza.

Había perdido al tan anhelado Omega Masculino. Pero ello en el fondo no era importante, había perdido a Michael.

En medio de sus recuerdos, recordaba a Michael preguntándole que sentía por él, ¿qué relación quería?

En aquel momento había dicho que era su primer Amigo.

Ahora, 

Estaba arrepentido.

Todos sus errores... el chico en el parque, el sexo con las concubinas, el hijo con Sara, hasta su matrimonio con la Emperatriz, eran pretextos que puso asimismo para no aceptar que se había enamorado de un hombre.

Creció pensando en ser Emperador y hacer lo que todo Emperador debe hacer.

Pero, el perder a Michael, el recordar a Michael le mostraba que no pensó en lo que realmente quería.

Quería estar solo con Michael, siendo el.

Nunca había visto sus lágrimas, por lo que se sorprendió al sentir su rostro mojado.

Al ver la materialización de sus sentimientos, tuvo que reconocer que Amaba a Michael y que le había perdido. 

[...]

Sin saber de Michael,

El día de la coronación llego.

Las personas que habían perdido contacto con Dominic después de llegar al Palacio, quedaron ampliamente sorprendidas.

La persona que se acerco a recibir la corona y dar su discurso, era la mitad del hombre de sus memorias.

Su rostro estaba maltratado y había perdido peso de una manera abismal. En él podio (pedestal) parecía que eran dos los hombres que estaban cercanos a la muerte. Incluso el viejo emperador parecía más saludable que su hijo.

Sin embargo, pese a los murmullos y hasta la misma sorpresa del Emperador.

La coronación llego con éxito a su fin.