Él no sabía donde estaba, tampoco sabía como había llegado, mucho menos quien era ese niño que decía ser él. Pero, lo que en verdad lo extrañaba, era que no sabía quien era, o de donde era.
¿Quienes eran esas personas a las que de pronto quería llam...
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—Jayden —llamó llorosa Vanessa.
—¿Que está haciendo? —preguntó al niño.
—Llora, te busca —susurró en respuesta.
—¡No es momento de jugar, Jayden! —gritó desesperada.
—Pero estoy aquí.
—Pero ella no te ve, el tú de allí estaba escondido.
—¡Jayden!
—¿Vanessa? —Él volteó al escucharse, el pequeño Jayden era él, era el niño y era él.
Le dolió la cabeza, le dolió porque pudo recordar ese día. Él estaba en un lugar llamado casa y tanto la Mamá como la Hermana mayor estaban en algo llamado mall. Pudo recordar pequeñas cosas, pero miró cómo se desarrollaba la historia.
—Gracias al cielo —escuchó que susurraba la chica.
—¿Que pasa? ¿Por qué lloras? —preguntó de nuevo el pequeño Jayden.
—Oh Jayden, mamá estaba tan preocupada, yo estaba tan preocupada —decía tomándole el rostro, aún hecha mocos.
—Pero ¿Por qué? Papá me estaba cuidando —Eso era algo nuevo ¿Que era un papá? Se preguntó.
—Si, tienes razón —sonrió tensa Vanessa— Pero papá se había quedado dormido —explicó con una sonrisa.
Él recodaba que no era así, papá no estaba dormido, de hecho, a ese "Papá" no lo habían vuelto a ver desde ese momento y cada vez que preguntaba por él, su Mamá y Hermana Mayor, no le respondían.
El recuerdo se fue, ya no había otro Jayden, ya no había Vanessa, no había paredes. Todo volvía a ser blanco, solo los muebles y juguetes quedaron.
